El sexagenario que mató a su vecina en la calle Zamora afronta 18 años de prisión

La fiscal atribuye a Pablo P.V. un delito de asesinato con alevosía: la víctima no pudo defenderse tras ser apuñalada primero por la espalda y recibir la cuchillada mortal en el abdomen

El acusado, tras su arresto en octubre de 2022.

El acusado, tras su arresto en octubre de 2022. / Alba Villar

Marta Fontán

Marta Fontán

Al filo de las nueve de la noche del 23 de octubre de 2022, domingo, un crimen sorprendía a los vecinos del edificio ubicado a la altura del número 70 de la calle Zamora de Vigo. Pablo P.V., de 63 años de edad y residente en una vivienda de dicho inmueble, mataba supuestamente a puñaladas a su vecina casi puerta con puerta María Jesús Cruz Fernández, de 56 años. Transcurridos casi ocho meses desde entonces, la instrucción judicial está completada y la Fiscalía ya ha presentado el escrito en el que pide que se abra juicio oral contra el acusado y solicita para él una condena de 18 años de prisión como presunto autor de un delito de asesinato con alevosía. La fallecida, que tenía una hija y un nieto de corta edad, vivía sola. Un conflicto por ruidos, de los que el hombre se había quejado en dos cartas a la comunidad de propietarios, fue la hipótesis principal que se barajó como móvil de este homicidio.

Pablo vivía en un estudio del segundo piso y, a dos puertas, tenía su pequeño apartamento la víctima, una mujer originaria del municipio ourensano de Toén reservada y querida en dicho edificio de la calle Zamora por la educación que mostraba y su generosidad. La Fiscalía relata que a las 20.08 horas de ese 23 de octubre el acusado se encontró “por casualidad” con María Jesús en el exterior del inmueble: accedió al portal, volvió a salir y, tras mantener una “breve discusión” con ella, entró de nuevo minutos después, a las 20.12 horas.

“Al acecho”

Ya en su estudio, el presunto agresor cogió un cuchillo rojo con una hoja de 20 centímetros de largo y 4,3 de ancho máximo. La acusación pública describe que “estuvo al acecho” en su vivienda esperando a que la víctima regresase a su apartamento, “para lo que tenía que pasar por delante de su puerta”. Efectivamente, la mujer llegó casi a las nueve de la noche, concretamente a las 20.51 horas. El hombre salió al pasillo y se acercó a su vecina cuando ella estaba introduciendo las llaves en la cerradura de su puerta. “Estando la perjudicada de espaldas, de manera sorpresiva y repentina la atacó con el cuchillo. La víctima, que iba en zapatillas descalzas de estar en casa, nada pudo hacer para defenderse”, describe la fiscal, que agrega que el acusado la agredió “con intención de causarle la muerte”.

La “primera acometida” fue por la espalda, dirigida a la región dorsal. Sin posibilidad de defenderse, se insiste de nuevo en el escrito de calificación, María Jesús tan solo pudo gritar pidiendo auxilio dos veces e intentó sin éxito agarrar el arma con la mano izquierda, como evidencian los cortes que tenía en la mano. De “forma inmediata”, y siempre según el relato del Ministerio Público, el hombre la apuñaló de nuevo con fuerza ya de frente, en la zona abdominal. “Como consecuencia de esa herida, necesariamente mortal, la perjudicada cayó al suelo”, se relata. Y en esta situación, aún hubo un tercer ataque, ya que, poniéndose encima de ella, le clavó el cuchillo en una mama, herida que afectó al pulmón y al corazón. Ese ataque causó otras dos lesiones de arma blanca. La fuerza del mismo fue tal que el mango del cuchillo se rompió y la hoja quedó dentro del cuerpo de la víctima.

“Está muerta”

El asesinato se produjo en el minúsculo espacio de entrada a la casa de la mujer. El agresor, tras el crimen, abandonó la vivienda y entró en su domicilio. Poco después fue detenido. Unos vecinos llegaron a ver al acusado con las manos ensangrentadas. “Salió chupándose el dedo y dijo ‘está muerta’, ‘está muerta’; así, sin más, sin arrepentimiento”, relataron en su día estos testigos, que salieron al pasillo tras escuchar los gritos de la víctima.

Junto a la pena de prisión, la fiscal solicita que, en concepto de responsabilidad civil, Pablo P.V. indemnice con 30.000 euros a la hija de la fallecida, con 100.000 euros a sus padres y con otros 20.000 a sus hermanas. El encausado permanece en prisión provisional desde su detención por estos hechos a la espera del juicio con jurado popular que se celebrará contra él en la Audiencia de Vigo.

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