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“Son das flores”, de Vigo a Madrid

Alumnos y docentes del CEIP Vicente Risco se enteran durante el concierto de fin de curso de que podrán ir a tocar a la capital

Carolina Sertal

Carolina Sertal

Ya habían renunciado al sueño de verse sobre el escenario del Auditorio Nacional de Música de Madrid tocando las piezas que, con tanto trabajo y esfuerzo, habían estado ensayando durante todo el curso para la ocasión. No tenían los fondos suficientes para desplazarse hasta la capital, sin embargo, durante el concierto de fin de curso que ofrecieron en el Auditorio cívico de Teis sucedió la magia.

La orquesta “Son das flores”, del CEIP Vicente Risco, celebraba ayer la despedida del curso con un gran concierto ante la comunidad docente y familiares como broche a un año escolar en el que más del 50% del alumnado de Primaria de este centro educativo aprendió a tocar y a perfeccionar la técnica de instrumentos como el violín, la viola, el violonchelo y el contrabajo. Durante la actuación, los docentes responsables del proyecto estrella del CEIP Vicente Risco hicieron referencia a que no habían logrado recaudar fondos para poder hacer el viaje la próxima semana y tocar en el auditorio madrileño con motivo del décimo aniversario de Acción por la música.

Cambiaron las tornas a medida que se sucedían las piezas interpretadas por los alumnos, y es que desde el Concello de Vigo, mientras se desarrollaba el concierto de fin de curso, se comunicó al profesorado que iban a realizar la aportación necesaria para que “Son das flores” pudiera viajar Madrid, una noticia que la comunidad educativa celebró con entusiasmo, especialmente, por el reconocimiento y premio que supone al esfuerzo de los pequeños. Asimismo, la Consellería de Educación también decidió sumarse a colaborar contribuyendo a hacer este sueño posible.

“Son das flores” es una iniciativa pionera en Galicia que dio comienzo en el CEIP Vicente Risco en el curso 2021/22 y mediante la cual, a través de la creación de una orquesta, se desarrolla un proyecto musical, social y pedagógico que consiste en utilizar la música como una herramienta de transformación social. Tras el éxito de la primer año, el pasado mes de diciembre lanzaron una campaña de micromecenazgo para obtener fondos y dar continuidad a esta propuesta, cuya finalidad es abordar la educación emocional, aspectos clave para romper el círculo de la pobreza, favoreciendo el desarrollo y crecimiento de todos los niños y niñas participantes.

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