La UVigo ultima el tercer prototipo para la misión biológica más pequeña en órbita

Los 27 alumnos de SpaceLab, asesorados por la ESA, avanzan en el diseño de BIXO, el quinto satélite de la institución que será lanzado con un experimento a bordo en 2024

Manuel Diz, Martín Blanco, Lorena Vázquez, Gustavo Bodelón, Daniel García, Isabel Pastoriza, Lorena Conde, Jorge Pérez y Xavier de Rada, en el laboratorio de FunNanoBio.

Manuel Diz, Martín Blanco, Lorena Vázquez, Gustavo Bodelón, Daniel García, Isabel Pastoriza, Lorena Conde, Jorge Pérez y Xavier de Rada, en el laboratorio de FunNanoBio. / ALBA VILLAR

Sandra Penelas

Sandra Penelas

La misión biológica más pequeña desarrollada hasta el momento en el espacio avanza a buen ritmo en varios laboratorios tecnológicos y científicos de los campus de Vigo y Ourense. La asociación estudiantil UVigo SpaceLab ultima, con el asesoramiento de la ESA, el tercer prototipo del nanosatélite BIXO, que será lanzado desde China en 2024 con un experimento latente a bordo.

El CubeSat 2U, con unas dimensiones de 20x10x10 centímetros, será el quinto de la institución y contendrá un laboratorio en miniatura para estudiar el efecto de la radiación acumulada y de la microgravedad en colonias de bacterias que se activarán después de nueve meses en órbita, el tiempo que se tardaría en llegar desde la Tierra a Marte.

El equipo combina el desarrollo tecnológico del CubeSat con los estudios de bacterias

El grupo de NanoBioMateriales Funcionales (FunNanoBio) asesora en el diseño del experimento a los estudiantes, que en el último medio año han conseguido el apoyo de la Federación Internacional de Astronáutica (IAF) y de varias instituciones chinas para lanzar el satélite, así como ser seleccionados por el programa Fly Your Satellite! de la Agencia Espacial Europea.

La iniciativa incluye formación y asesoramiento, además de las pruebas de los prototipos en sus instalaciones. Y durante un año y medio, los estudiantes deben hacer avanzar sus proyectos siguiendo los rigurosos estándares y procesos oficiales de la ESA.

Tarjeta microfluídica donde se realizarán los experimentos. Abajo, cultivos de bacterias. |

Lorena Conde, Santiago Esparis, Estela Lima, Manuel Diz, Martín Blanco, Pablo Otero y Pablo Fernández en el laboratorio de UVigo SpaceLab. / Alba Villar

La primera fase de revisión del diseño finaliza este mes y el grupo recibirá instrucciones de los expertos sobre posibles mejoras en la misión. “Somos el único proyecto de los seis seleccionados que ya cuenta con un lanzador. Normalmente los prototipos se construyen en la siguiente etapa, pero nosotros llevamos más tiempo trabajando en nuestra misión y ya hemos fabricado varios”, destaca su coordinador, Manuel Diz.

El grupo está integrado actualmente por 27 alumnos de las tres escuelas de ingeniería viguesas, además de los grados ADE-Derecho y de Biología, y también de las escuelas ourensanas de Informática y Aeronáutica. A diferencia de otras iniciativas estudiantiles similares, SpaceLab también incluye a dos doctorandos que aportan “su bagaje y su experiencia para enfrentarse a problemas”. Y de cara a la ampliación que tendrá lugar en los próximos meses, Diz anima a más universitarios de posgrado a sumarse al proyecto.

La UVigo ultima el tercer prototipo para la misión biológica más pequeña en órbita

Estudiantes de SpaceLab e investigadores en el laboratorio del grupo FunNanoBio, en el Cinbio. / Alba Villar

Este grupo multidisciplinar se divide en varios departamentos –desde Comunicaciones, Microfluídica o Electrónica a Organización y Marketing– y cuenta con el asesoramiento de varios profesores del grupo de Tecnologías Aeroespaciales y el patrocinio de varios centros de investigación y de la propia UVigo, así como de empresas como Alén Space, DHV Technologies, Mecadis o BFlow.

Las misiones espaciales deben avanzar puntualmente y los estudiantes del grupo siguen atendiendo sus responsabilidades en el laboratorio y el taller de la Escuela de Teleco, los laboratorios de Cinbio y los espacios del campus de Ourense en épocas de exámenes, fines de semana o periodos de vacaciones. Además, ultiman un nuevo centro de control de misiones espaciales que estará ubicado en el edificio Filomena Dato de As Lagoas-Marcosende.

Su esfuerzo ya ha dado lugar a tres artículos científicos sobre el subsistema estructural del satélite, la antena de banda S y la parte de microfluídica, que presentaron el pasado febrero en Málaga durante el Small Satellites & Services International Forum (SSSIForum).

El programa de la ESA finalizará en la primavera de 2024 y, el equipo renegocia actualmente, a través de la IAF, los acuerdos sobre el lanzamiento desde China para adaptarse a las últimas novedades en legislación aeroespacial. 

Isabel Pastoriza: “Hay que apoyar a estudiantes tan motivados e implicados”

El grupo FunNanoBio brinda sus laboratorios en Cinbio y su experiencia a los estudiantes de SpaceLab para que pongan a punto el ensayo biológico que se desarrollará en una cámara presurizada del tamaño de “un puño cerrado” con colonias de la bacteria Chromobacterium violaceum. El objetivo es estudiar el fenómeno del quorum sensing, un mecanismo de comunicación que, en este caso, da lugar a la producción de violaceína, un pigmento púrpura. Y de esta forma se podrán comprobar los efectos de la radiación y la microgravedad durante varios meses.

Pero antes los alumnos deben hacer cultivos y poner a punto el mejor sistema de liofilización de las bacterias para que permanezcan “dormidas” en el satélite hasta su activación remota desde tierra mediante la agregación de un líquido.

Lorena Conde, Santiago Esparis, Estela Lima, Manuel Diz, Martín Blanco, Pablo Otero y Pablo Fernández en el laboratorio de UVigo SpaceLab.   | // FOTOS: ALBA VILLAR

Cultivos de bacterias / Alba Villar

El CubeSat incluirá dos tarjetas microfluídicas con ocho pozos cada una donde se acumularán las bacterias y se realizarán los diferentes experimentos. Este laboratorio en miniatura también incluirá espectrómetros de 1x2 milímetros para medir la luz: “Cuanto más pigmento violeta se genere menos luz pasará y, por tanto, más comunicación entre bacterias se estará produciendo”.

Estudiantes de SpaceLab e investigadores en el laboratorio del grupo FunNanoBio, en el Cinbio.   | // A. VILLAR

Tarjeta microfluídica donde se realizarán los experimentos / Alba Villar

FunNanoBio ya formó parte de un proyecto con la ESA que no pasó de sus etapas iniciales, así que ésta será su primera misión espacial. “Hay que apoyar a alumnos tan motivados e implicados como ellos. Y proyectos tan multidisciplinares son muy interesantes para la Universidad y para los estudiantes. Permiten a los ingenieros conocer y entender cómo es el trabajo de los biólogos”, subraya Isabel Pastoriza, la investigadora con más impacto de toda la UVigo y coordinadora del grupo junto con Jorge Pérez Juste.

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