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La propiedad de Hiperxel rechazó una oferta de compra: los impagos superan ya los 11 millones

El fondo Certior ofreció a los acreedores una capitalización de la deuda a cambio de un 15% de las acciones | Supedita su aportación de capital a que proveedores afectados se comprometan a firmar un plan de rescate

Neveras vacías, este sábado en una de las tiendas de Hiperxel en Vigo. M. G. BREA

En julio de 2021 se formalizó la venta de la cadena Hiperxel a la sociedad Vinova Investments, que ya era propietaria en aquel momento de una empresa de congelados (Cíes) con la mitad de tiendas que la primera; su gestor, Juan José Villamizar, tardó escasos seis meses en incurrir en impagos por la mercancía o el alquiler de los locales. “Se entregó una compañía saneada, funcionaba como un reloj y generaba beneficios cada año”, apuntan fuentes directas de las negociaciones. Hoy, con pie y medio en un proceso de liquidación, Hiperxel suma deudas por más de 11 millones de euros, según pudo saber FARO. Sus propietarios, un fondo finlandés que gestiona sus inversiones en España a través de la sociedad Resilience Partners, llegaron a rechazar una oferta para reflotar el grupo y que incluía la asunción de todas las facturas pendientes. Como avanzó ayer este periódico, la dirección de la red de congelados ha depositado ahora todas las posibilidades de evitar el cierre en Iberconsa, su antigua propietaria y (también antigua) proveedora de pescado y marisco congelados.

“No se fiaron de la propuesta”, inciden otras fuentes consultadas respecto a la compañía interesada en adquirir la cadena, a pesar de la magnitud del colapso y de la herencia recibida. Vinova adquirió Hiperxel con un préstamo sénior y a largo plazo del fondo Certior por unos nueve millones de euros. Tenía entonces ya 35 tiendas de Congelados Cíes, repartidas sobre todo en las provincias de Lugo y A Coruña. Las cuentas depositadas en el registro mercantil de esta cadena son más propias de una micropyme que de una compañía con más de 10 millones de euros de facturación, como declaró oficialmente para el ejercicio 2020: no indica número de trabajadores, quién es la propiedad –Villamizar es su administrador único– y no están auditadas. Certior y Resilience Partners validaron igualmente la solvencia de Vinova para comprar Hiperxel, que entonces contaba con 74 puntos de venta (10 en Vigo) por toda la geografía gallega. A la salida de Villamizar, hace casi dos meses, los financieros de Norgestión –contratados para tratar de reflotar la actividad– afloraron un “agujero” de al menos siete millones de euros en Xeldist.

La palabra de los acreedores

El deterioro ha sido meteórico: a cierre de 2020, como consta en las últimas cuentas auditadas de Hiperxel, los fondos propios eran positivos en casi de tres millones de euros. “Lo que tienen que hacer los propietarios es cubrir ese agujero y no pedir a los acreedores que rescatemos su empresa sin garantías de que ellos vayan a aportar ningún préstamo”, confía una de las proveedoras afectadas. Según explica, Certior o Resilience aseguran disponer de unos 2,8 millones de euros, insuficientes para garantizar el funcionamiento del centenar de tiendas, garantizar la campaña de Navidad y, desde luego, dar certidumbre a proveedores y a la plantilla. “No tienen el respaldo de los acreedores y el fondo dice que solo va a poner dinero cuando lo hagamos nosotros”, abunda otro empresario atrapado en esta crisis.

Además de merluza congelada, por ejemplo, Hiperxel necesita disponer del aprovisionamiento continuo de múltiples productos: carnes, vegetales, preparados, helados, pescado al corte o calamar. De acuerdo a las mismas fuentes, el equipo de Resilience Partners –comandado por Agustín Pla– puso sobre la mesa un canje de deuda por acciones a las empresas a las que deben dinero. En concreto, les ofreció quedarse con un 15% de Hiperxel a cambio de perdonar facturas impagadas, mientras que el 85% restante quedaría en su poder. “Y no han hecho nada”. Eso sí, prescindieron de Villamizar y ficharon a un equipo de Norgestión, con Fernando Fernández de Santaella al frente, y han mantenido en la gerencia a Virginia Navarro. Los más de 300 trabajadores de la compañía no han cobrado una nómina completa desde el mes de julio, motivo por el cual han presentado denuncias en Inspección de Trabajo y en juzgados de lo Social. Desde que Resilience y Certior tomaron el control de la cadena de congelados, la inyección de fondos fue de apenas 300.000 euros.

Documento facilitado por las empleadas de Hiperxel.

Una veintena de dependientas denuncian su situación ante Trabajo: “Que nos liquiden ya”

Las dependientas de Hiperxel de Vigo –un total de 18 empleadas– denunciaron conjuntamente ante Inspección de Trabajo (en las oficinas de Cánovas del Castillo) la situación de impagos que vienen padeciendo estos últimos meses como consecuencia de la crisis que atraviesa su compañía. “Desde abril de 2022 estamos sufriendo retrasos de entre 15 y 20 días en el pago de las nóminas”, reflejaron el 24 de octubre en un escrito al que ha podido acceder FARO, señalando entonces que solamente habían cobrado 415 euros de agosto y tenían pendiente además el mes de septiembre y octubre. “Preguntada la empresa, da como respuesta ‘que no tiene dinero’”, escribieron las trabajadoras, que hoy se reunirán a las 12.00 horas en el Centro Cultural y Asociación Santa Columba de Ribadelouro en Tui (Pontevedra) para debatir y decidir qué otras acciones llevarán a cabo.

Este hecho se suma al ya relatado por este periódico hace varias jornadas, cuando se informó de que otros tres miembros de la plantilla de Hiperxel habían acudido a Trabajo para denunciar la misma situación. Además, las primeras demandas por impago de salarios ya están tocando la puerta de los tribunales. La primera en llegar a los juzgados de los social de Vigo lo hizo el 26 de octubre, por parte de una empleada.

“Que nos liquiden ya”, manifestaba ayer un trabajador consultado, visiblemente cansado de la situación que lleva viviendo durante los últimos meses. “Ojalá la empresa haga la liquidación lo antes posible y podamos cobrar. Lo del Fogasa o lo que sea”, indicó, denunciando la irresponsabilidad del fondo y la gestión de la gerente, Virginia Navarro: “Lo que quiero es que esto acabe cuanto antes. Hay más vida que Xeldist”.

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