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Las primeras demandas por impagos y los desahucios ponen en jaque a Hiperxel

Tres empleados acuden a Trabajo para denunciar la situación que atraviesa la empresa, que les adeuda casi todo agosto, septiembre y octubre | Otros irán al SMAC | La compañía dará una respuesta "definitiva" en una semana

Una empleada de Hiperxel cerrando una de sus tiendas en Vigo. ALBA VILLAR

La cosa pinta peor para Hiperxel, cada vez más cerca de que sus acreedores reclamen un concurso, y con la preocupación entre muchos de ellos porque sea precisamente Xeldist (matriz de la marca de congelados gallegos) quien tome esa decisión (con su propio preconcurso) para librarse de buena parte de la deuda contraída. Los empleados, por su parte, aguantan cada vez menos. Y ya son algunos los que se plantean demandar por impagos o han denunciado el crítico estado de la citada empresa.

La mayoría solamente ha cobrado 415 euros de agosto, una cuantía “mínima” que contrasta con lo que actualmente les debe la compañía para la que trabajan: no solo es el resto de ese mes, también septiembre y octubre. Con el paso de los días y sin más soluciones que pequeñas inyecciones económicas “que no son suficiente para resucitar el muerto”, tres profesionales acudieron ayer a la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social (en el 18 de la Avenida Cánovas del Castillo) para exponer la situación de impagos que padecen.

“Ya hay desahucios de locales. Iremos al SMAC (Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación)”, manifiesta un profesional, haciendo hincapié en que “lo peor de todo es la falta de información de la empresa”. “Eso es lo que a la gente le mosquea, porque si no puedes pagar por lo menos di lo que se intenta hacer, pero no dicen nada y la gente está muy quemada”, añade al respecto, dejando claro que “se le queda grande a la gerencia esto” y que lamentablemente solo se enteran de la actualidad “por la prensa”.

“Esto es insostenible”, denuncia otro trabajador, que da cuenta de este complejo escenario y refleja su descontento con el comité de empresa. Conforme detalla, son bastantes los empleados que están presionando al órgano que representa los intereses de la plantilla para tomar acciones lo antes posible ante “la inactividad” de los gestores. Precisamente ayer el comité de empresa se reunió con la dirección para conocer –por fin– si existe una solución que les salve. Lamentablemente no hubo nada que celebrar.

Antes del encuentro, en declaraciones a FARO, uno de sus integrantes afirmaba que ya estaban planteando “cómo proceder” si la respuesta no fuese positiva, aun reservándose exactamente el qué a esperas de que los nuevos administradores valorasen la situación (básicamente si sería una huelga o no). Horas más tarde, otro miembro de la mencionada agrupación señalaba que desde la cúpula de Xeldist les habían pedido una semana más para saber si es posible "un plan de viabilidad”.

Posteriormente, sobre las 20.30 horas, el comité de empresa enviaba un escueto comunicado al resto de la plantilla resumiendo la reunión mantenida. “Nos han informado de las gestiones realizadas hasta la fecha, quedando pendiente una respuesta definitiva para el próximo lunes o martes de la semana que viene a más tardar”, reza el escrito, que hace referencia al pago de las nóminas pendientes: “Queda a expensas de dicha respuesta”.

Cabe recordar que hace prácticamente cuatro semanas era el propio comité de empresa quien daba un mes para que Resilience Partners (asesor y coordinador en España del fondo de inversión Certior Capital, que asumió las riendas de la compañía a mediados del pasado septiembre) evitase la quiebra de la cadena. “Hemos de deciros que si en un plazo de mes, mes y pico, esto no tiene vías de solución, y aun barajando incluso la posibilidad de convocatoria de huelga indefinida, tendremos el final que todos sospechábamos y nadie quisiera: o sea, el cese de la empresa”, recogía el mensaje enviado entonces a buena parte del personal.

A la incertidumbre de los trabajadores se suma la de los acreedores, proveedores varios que llevan meses viendo como la deuda se iba engrandeciendo sin más pago que la palabra. Bajo la sombra de una posible intervención judicial, que podría instar cualquiera de sus suministradores o propietarios de establecimientos comerciales a los que debe dinero, muchos de ellos temen que este tiempo que está pidiendo Xeldist sea para organizar su propio preconcurso, que le permitiría plantear una propuesta anticipada de convenio con quitas y un calendario de pagos. “En los próximos días la dirección propondrá el plan de reestructuración a sus proveedores y acreedores financieros [...] Fijar las bases de una posible negociación de los pasivos”, informaba concretamente la gerencia de Hiperxel hace hoy una semana.

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