Si durante los cursos afectados por la pandemia pocas empresas se mostraron disponibles para acoger alumnos de Formación Profesional en su periodo de prácticas, dos años después la situación ha dado un giro de 180 grados y ahora son los alumnos los que deciden en qué empresa formarse.
Basta con ver los datos de tan solo dos centros de FP. Entre el CIFP Manuel Antonio y el CIFP Valentín Paz Andrade suman más de 2.300 empresas del área de Vigo que han demandado estudiantes en formación para incorporar durante dos meses a sus líneas de trabajo para los escasos 278 que inician ahora estas prácticas. “Este año nos hemos encontrado hasta empresas que no se habían puesto nunca en contacto con nosotros. Todos los años ponemos a su disposición un correo donde podían apuntarse y firmábamos convenios con ella; nos sorprendió que muchas son nuevas”, explica Euloxio Santos, del IES Politécnico.
En su centro, esta sobredemanda se centra en el área industrial, en los ciclos de Fabricación mecánica, Electricidad y electrónica y Mantenimiento electromecánico. En concreto, los alumnos pueden escoger entre tres periodos anuales para la realización de estas prácticas en empresas, módulo obligatorio a la hora de la obtención del título de técnico o técnico superior de FP.
El primero es entre septiembre y diciembre, el segundo entre enero y marzo y el último, entre marzo y junio. “Actualmente tenemos a 20 alumnos que al no superar todas las materias el curso pasado no pudieron hacer entonces las prácticas y a otros 20 que están en ciclos de la familia de Sanidad. Estos, los de Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) o Atención a personas con dependencia, son los que más estudiantes demandan, especialmente centros de día o residencias”, cuenta Ana, responsable de las FCT del Colegio Vivas.
Misma realidad se vivió esta semana pasada en la Escuela de Enfermería de Povisa –Cepovisa–, que este año, tanto para sus estudios de Enfermería como de TCAE batieron el récord de alumnado por la elevada demanda de profesionales en el sector. “Este año tenemos la matrícula llena desde julio para ambos estudios. Y es que el 70% de nuestros estudiantes terminan el ciclo con un contrato”, cuenta Alfonso García, director de Cepovisa.
Tan cambiante se ha vuelto la realidad que ahora son los alumnos los que tienen el privilegio de decidir en qué empresas realizar sus prácticas. “Hay empresas que siempre llaman más la atención, por su situación, status… o incluso nos ha llegado algún alumno que se ha puesto en contacto él con la empresa y esta está interesada en que curse con ellos las prácticas y firmamos así directamente el convenio”, explica Alberto Fernández, coordinador de la Formación en Centros de Trabajo del CIFP Valetín Paz Andrade. En este centro son 78 los alumnos que comienzan en este primer periodo sus prácticas en empresas.
Una de las peculiaridades con respecto a otros años que ha percibido Fernández viene vinculada a la recién implantada reforma laboral. Y es que la limitación a los contratos temporales puede estar detrás de este aumento de peticiones de alumnos por parte de las empresas. “Nosotros lo hemos notado en el sector de la automoción; pero en total fueron más de 800 empresas las que contactaron con nosotros”, amplía.
De igual modo, y a pesar de su obligatoriedad, hay alumnos que están exentos de hacerlas, concretamente al presentar y contar con una experiencia superior al año en un puesto de trabajo de esas características. “Las practicas es la mejor forma de acercar a los estudiantes con lo que se va a encontrar en el mercado laboral. Son igual 8 horas diarias, como un trabajo normal, y lo cierto es que, atendiendo a su situación familiar, personal, laboral etc. se les intenta adaptar bastante. Es una gran oportunidad de entrar en una empresa”, cuenta Manuel, coordinador de las FCT del CIFP Manuel Antonio.
¿Y las empresas, qué opinan de esta situación los empresarios? Jorge Cebreiros, presidente de la CEP, es conocedor de esta realidad, que achaca a la falta de personal debidamente formado y al auge y conocimiento de las empresas del buen hacer de la FP. “Para muchas entidades o industrial encontrarse a buenos profesionales no es fácil, y si antes había cierto recelo hacia la FP ahora muchos empresarios están empezando a conocer sus grandes ventajas y la buena formación que recibe su alumnado. Ya no se busca al universitario, sino al profesional mejor cualificado”, incide Cebreiros.
