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El coronavirus dificulta las prácticas de la FP ante la negativa de muchas empresas

Los centros denotan problemas en la rama sanitaria, imagen personal y turismo, por el contacto y falta de empleo | Cientos de estudiantes realizan ahora la formación aplazada

Alumnos del ciclo de Peluquería y Estética Capilar, en el taller del IES de Teis. | // MARTA G. BREA

Estudiantes en el taller de Procesos y Análisis Clínicos en el CIFP Manuel Antonio. | // MARTA G. BREA

Medio centenar en el CEIP Manuel Antonio, otros tantos en el IES Ricardo Mella o CIFP Valentín Paz Andrade, una decena en el CPR Aloya... Las cifras se corresponden con el número de estudiantes de ciclos de FP de Vigo que se encuentran ahora realizando las prácticas en empresas que no pudieron hacer durante el pasado curso a consecuencia del confinamiento. Y aunque la restricción de movilidad ya no sería un problema para ellos, las consecuencias del Covid han vuelto a poner en jaque su formación práctica. Tanto es así que para los centros se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza la búsqueda de empresas donde los estudiantes realicen las 384 o 410 horas –atendiendo a si se trata de Grado Medio o Superior– de prácticas en industrias o negocios.

La situación se volvió sensiblemente más compleja para los estudiantes de ramas sanitarias –auxiliar de enfermería, higiene bucodental, prótesis dental, etc.–, imagen personal, hostelería y turismo por el contacto obligatorio que requieren así como la falta de trabajo, especialmente en estos dos últimos sectores. “Cómo le dicen a sus trabajadores en ERTE que van a tener a chicos o chicas en prácticas”, reflexiona el director del CPR Mendiño. Su homólogo del CIFP Manuel Antonio también aprecia una clara distinción entre sectores. “Para los alumnos de química, farmacia o incluso industrias alimentarias no tuvimos problemas, es más son sectores que demandan mano de obra. Pero para acudir a hospitales u otras ramas sanitarias tienen unos controles mucho más estrictos. Y en otros casos como la hostelería o el turismo, pues hay poco empleo en general”, destaca.

Carmen Bouzó, directora del CPR San Miguel denota un problema quizás más ajeno a esta falta de empresas donde realizar la parte práctica pero que podría dejar en el aire a las mismas. “Nosotros estamos especializaos en Auxiliar de enfermería; tenemos dos aulas con 30 alumnos cada uno. Pero para acudir a las residencias o centros te exigen una PCR; ellos no la pagan, la Xunta tampoco”, lamenta la docente del centro privado.

Trabajos o proyectos

A la ya complicada situación de muchas empresas, se suma también que el número de alumnos que este curso demanda práctica es mayor. Y no es por un aumento de matrícula, si no porque los que acordaron aplazarlas para este curso se encuentran ahora realizándolas. “Desde la Consellería de Educación permitió que los estudiantes decidieran si realizar sus prácticas a través de un proyecto o un trabajo teórico o bien aplazarlas. Nosotros contamos con cerca de 40 alumnos del curso pasado que entre septiembre y diciembre están en las empresas realizando sus prácticas. Para ellos era importante este contacto directo con la empresa, con el mundo laboral, y aunque no les permitiese acceder a un ciclo superior, prefieren hacer las prácticas en este curso antes que perderlas”, explica Alfonso, director del CIFP Valentín Paz Andrade.

En prácticamente todos los centros del FP de la ciudad, estudiantes del pasado curso realizan ahora sus prácticas. El IES de Teis es una de estas excepciones. “Todos optaron por el trabajo o proyecto porque querían terminar ya con el ciclo. Muchos lo que hicieron fue alargarlas hasta agosto, pero realmente este año sí resultó complejo localizar estas empresas; en sectores como informática o programación no nos encontramos con problemas porque puede realizarlas se forma semipresencial pero en el caso de Estética o Imagen Personal fue realmente complicado. Lo logramos pero nunca fue tan complejo”, argumenta Luis Vilán, director del IES de Teis.

Para este curso ordinario, las prácticas se realizan entre los meses de abril y junio. Habitualmente, a estas alturas ya se empieza a buscar estas empresas. Ahora, con el coronavirus, todo ha cambiado. “Intentamos siempre adaptar el perfil del alumnado a la empresa y las buscamos con tiempo. Ahora, esperaremos a más adelante, el curso pasado varias que estaban apalabradas se echaron atrás”, confiesa Estefanía Martínez-Brocal, directora del CPR Aloya. En el caso del IES Ricardo Mella, su alumnado aún tuvo que esperar a esta semana para poder cerrar las prácticas. “Nos costó muchísimo, teníamos apalabradas algunas y se echaron atrás. Lo logramos hace escasos días”, cuenta María Escáriz, la coordinadora de estas prácticas.

Iris Valtierra, estudiante de Laboratorio Clínico: “La firma ahora es reacia a contar con gente de afuera”

La rama sanitaria es una de las más perjudicadas a la hora de encontrar empresas donde los alumnos empiecen a realizan sus prácticas finales. Una de las estudiantes que en este curso deberá encarar esa formación en entidades es Iris Valtierra, alumna de Laboratorio Clínico del CPR Aloya. Se encuentra ya cursando el segundo curso del ciclo superior y será en el mes de abril cuando encare las prácticas. “Actualmente las empresas son muy reacias a contar con gente de afuera y más en la rama sanitaria. Nos consta que es complicado dar con estas empresas y que si antes podías hacer un poco de todo y tocabas varios sectores dentro de ella, ahora estamos más en un mismo sitio y y haciendo un mismo tipo de trabajo”, sostiene esta viguesa. A mayores, agradece el buen hacer del centro en cuanto a los cambios en la formación, muy centrado en la parte práctica. “No es como estar en la empresa claro, pero sí vemos que nos dan muchas más clases prácticas en el centro y eso nos ayuda mucho”, concluye Iris Valtierra.

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