Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La falta de personal dilata hasta un año la espera por la reforma de una vivienda

La patronal advierte de que este contratiempo puede provocar el cierre de empresas en los próximos años - El área de Vigo necesitará a unos 1.000 profesionales a corto plazo

Dos trabajadores, ayer, reformando una vivienda en la calle Venezuela. | // MARTA G. BREA

Si tienes en mente reformar tu vivienda, tendrás que armarte de paciencia. El tiempo de espera es de varios meses e incluso un año en las actuaciones integrales. Confirman esta situación la Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP) y empresas encargadas de llevar a cabo estos trabajos en la ciudad y el área. ¿El motivo? La falta de personal cualificado, un problema que afecta gravemente a este sector y a otros muchos y al que, a corto plazo, no se encuentra solución. ¿El resultado? El inicio de los trabajos y los potenciales clientes, en algunos casos, desisten: se olvidan de sus intenciones, al menos, hasta el año que viene.

El gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra, Javier Carballeda, muestra su preocupación por esta situación. Advierte de que el escenario “será peor en unos años” si no se logra relevo generacional, algo que, a día de hoy, parece complicado. “Si la obra es de mucha envergadura, el cliente puede que tenga que esperar hasta un año en algunos casos. Si es parcial, como un baño, por ejemplo, unos dos o tres meses, aunque podría ser algo menos”, detalla antes de dejar claro que, en este caso, no influye tanto la falta de materiales, un contratiempo que afecta más a la obra pública y la vivienda nueva.

“No hay gente que se dedique a los oficios del sector. Faltan albañiles, fontaneros, electricistas, pintores, jefes de obra, encofradores, escayolistas, carpinteros…”, relata Carballeda. Concreta que, en los próximos dos años, se esperan en Galicia unas 5.000 jubilaciones; en el área de Vigo, en torno a 500 o 600. Y la necesidad es del doble: unos 1.000 empleados en la urbe y su entorno. “Si no hay relevo generacional, es posible que empresas, sobre todo, las de menos recursos, tengan que bajar la persiana, y no será por falta de trabajo. Muchas disponen de pocos trabajadores o se sostienen con autónomos”, lamenta.

La empresa de construcción y reformas Adro tiene “repleto todo este año”. “No aceptamos más pedidos”, asegura un responsable. Para empezar una actuación que se solicita hoy, si no corre mucha prisa y es de calado, habría que esperar a enero para que los trabajos se ejecuten “del tirón”, con excepciones para los clientes “de toda la vida”. “No hay personal y, además, te lo pueden quitar otras empresas. Ya nos ha pasado dos veces. Precisamos albañiles con formación, ya que no podemos permitirnos formarlos, que sepan poner ladrillo, pladur y plaqueta o pintar”, indican. “Se nos cae un proyecto detrás de otro porque la gente no quiere esperar tanto”, apostillan antes de señalar que destacan las obras en viviendas. “Se nota cierto parón en las reformas de carácter comercial”, añaden.

A la hora abordar el presupuesto, normalmente, esperan a que se acerque la fecha de la actuación para cerrarlo. “Con tantos meses en medio, sería temerario fijar un presupuesto. No es la situación de hace meses, pero sigue habiendo subidas de precios de materiales, aunque no tan acusadas. Si el cliente insiste, se le da presupuesto aproximado y se le avisa de que, seguramente, cambie con el tiempo porque se prevé que incrementen los costes”, añaden. Para poner tiritas a la situación, acuden a Portugal. “El problema es que, allí, empieza a ser parecido el panorama al de España”, apuntan. Advierten que existe riesgo de que la empresa cierre en un futuro por la falta de personal: “No creo que se solucione en breve. En cuanto se jubilen dos o tres trabajadores en los próximos años, habrá que ver si es posible continuar”.

Radiografía idéntica traza Xosé Pousa, encargado de Decoreformas Celta. “Estamos cargadísimos y no hay gente suficiente. Hasta principios de año, no podemos empezar reformas integrales de viviendas. La remodelación de un baño se puede ir colando de semana en semana”, explica antes de destacar que, esta semana, está haciendo entrevistas: “Quiero contar con más gente para aceptar más encargos, pero es complicado. Hay gente formada, pero ya está trabajando. Necesito a dos oficiales. El problema es que no creo que la falta de personal se solucione a corto plazo, no tiene buena pinta”.

A la falta de personal, se suma la carga de trabajo acumulada por el bum de reformas experimentado tras el confinamiento domiciliario de 2020 en busca de espacios más abiertos y luminosos y para generar lugares más acogedores. “Al pasar más tiempo en casa, hay gente que vio más carencias y también ahorró dinero. Hasta ahora, hemos tenido muchísima demanda, pero notamos que se estabilizó el ritmo, seguramente, por la inflación. Los plazos para empezar obras se van a ocho o nueve meses en algunos casos”, indican desde la empresa de materiales de construcción Macovi. Desde ACL Soluciones Integrales, reconocen que están “bastante saturados”: “Tenemos mucho trabajo”. Afirman que las demoras en los suministros, en la mayoría de los casos, ya son agua pasada.

“Hay que vender las bondades de nuestro sector”

El gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra, Javier Carballeda, pone el acento en la necesidad de “vender mucho mejor las bondades” del gremio para que la gente se anime a formarse. “Es un sector con futuro y sueldos dignos, del orden de 1.300 euros brutos al mes. Se paga mejor que en la hostelería o el comercio y se hacen 40 horas a la semana”, relata, a la vez que indica que las perspectivas “son buenas”: “El séptimo Convenio General del Sector de la Construcción estipula un incremento de los salarios del 11% en los próximos tres años. En los últimos cuatro años, subieron un 14,5% en la provincia. Además, han mejorado mucho las condiciones en materia de prevención de riesgos laborales”.

Considera que, a su vez, es necesario dar una vuelta a la Formación Profesional “para adaptarla a las necesidades de las empresas”. Lamenta que la FP dual “no está teniendo éxito en sector debido a la rigidez de sus módulos”. “Necesitamos que sea más a la carta y que las administraciones se involucren con el sector. Es importante la participación de todos los agentes sociales. Son oficios que se está perdiendo y se precisan”, finaliza.

Compartir el artículo

stats