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El Concello pone coto a las terrazas en Porta do Sol

Se limitará la colocación de mesas en la nueva plaza peatonal que se estrena en agosto | Deben guardar 3 metros de separación con los edificios y garantizar el tránsito entre viales y plazas | Constitución y Princesa se mantendrán igual

Vista actual de la Puera del Sol con terrazas. Cedida

Mientras las obras del túnel para el tráfico continúan esperando el veredicto de Patrimonio sobre los últimos restos arqueológicos encontrados en su entorno, la nueva Porta do Sol continúa tomando forma y lo hace en uno de los aspectos más polémicos de los últimos meses. La progresiva recuperación de los espacios en esta plaza también ha supuesto la de las terrazas de sus cafeterías, llegando a ocupar gran parte de las nuevas áreas “ganadas” . Después de que durante los dos últimos años las restricciones del coronavirus y el cierre de la plaza hundieran su actividad; la reapertura de ambos durante los últimos meses ha estado marcada por una excesiva permisividad con su colocación.

Sin embargo, el Concello ya ha comenzado a mostrar cuáles serán las limitaciones para los locales que se beneficiarán de este nuevo gran espacio público y peatonal después de que se generara cierto malestar vecinal. Estas mesas deberán ser de 90x90 centímetros y solamente podrán contar con cuatro sillas cada una, evitando aglomeraciones en una zona que mezclará tránsitos peatonales y actividades.

Futura distribución de terrazas en Porta do Sol prevista por el Concello Hugo Barreiro

Estas limitaciones, aunque provisionales, también especifican otros elementos de las terrazas como las sombrillas, que solamente podrán ser de color crudo. Tampoco podrán colocarse jardineras móviles, vidrios ni ningún tipo de elemento de separación –presente ya en áreas como Montero Ríos– que delimiten a las cafeterías. Estos pasillos deberán extenderse también hacia las fachadas de los edificios, formándose “islas” de mesas en la nueva plaza de casi 6.400 m². Esta separación será de 3 metros en Porta do Sol y de 3,5 metros en Elduayen.

Dentro de la distribución de espacios, en la que también se señalizan las posibles zonas de ampliación de las terrazas en un futuro, se remarca la importancia de la continuidad de viales y pasillos peatonales conectados entre todas las calles y plazas que conforman el corazón del casco urbano vigués. De esta forma, también se eliminarán las plazas existentes entre el centro de Porta do Sol y la Plaza de la Constitución. El ancho máximo de calle que podrán ocupar esas “posibles áreas de terrazas” es de 8,5 metros y deberán ser siempre desmontables para el montaje de estructuras o la celebración de otros actos.

El crecimiento de las mesas estos meses provocó un fuerte malestar vecinal

En ese sentido, Abel Caballero apunta que tras las obras “habrá espacio para pasear, moverse o sentarse en una terraza”, pero que “hay que buscar la distribución en la que la prioridad sean las personas”. Solamente las dos plazas que delimitan el Casco Vello continuarán con su distribución actual con múltiples mesas. El objetivo es que esta primera fase de la obra esté finalizada a comienzos de agosto, permitiendo que la procesión del Cristo de la Victoria vuelva a su recorrido habitual. Una semana después, la prueba de MTB Dowtown también estrenará circuito desde O Castro hacia O Berbés, pasando al lado del Olivo del Paseo de Alfonso XII y Elduayen.

"En las obras de Porta do Sol la gente tendrá espacio para pasear, para moverse, para sentarse en una terraza. Hay que buscar la distribución en la que la prioridad sean las personas"

Abel Caballero - Alcalde de Vigo

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Vegetación y zonas de sombra

Otro de los aspectos que más preocupa, especialmente durante estas jornadas de olas de calor, es la manera en la que los vigueses podrán afrontar las altas temperaturas en un espacio en el que ellos serán los protagonistas una vez el tráfico comience a circular bajo tierra. Lo cierto es que este cruce de caminos, al igual que las plazas mayores de otras ciudades, siempre actuó como área multiusos y apenas contó con vegetación que permitiera aliviar la sensación de calor que genera el asfalto en el centro de la ciudad. La existencia de un aparcamiento subterráneo, la cercanía de edificios o la propia circulación viaria –primero con tranvías y después con autobuses– impidió que se instalaran árboles de gran porte debido a sus propias raíces.

Esta circunstancia ha dado el salto al debate público después de que el proyecto para otra Puerta del Sol, la de Madrid, no contara con ninguna área de sombre en su reforma. En este caso, los técnicos alegaron que la visión general de esta plaza, con varios edificios protegidos por su arquitectura, quedaría alterada con las copas de los árboles. Al mismo tiempo, la existencia de un intercambiador de Metro y Cercanías en el subsuelo tampoco permitiría su plantación. De esta forma, las zonas verdes de la nueva plaza, como ya se había anunciado, estarán dominadas por una jardinera de 30 metros que recreará la silueta de las Islas Cíes entre las escaleras mecánicas de II República y la Praza da Princesa.

También está prevista la colocación de árboles y arbustos en el eje de Carral, donde la salida del párking subterráneo y la nueva rampa mecánica estarán condicionadas por la conservación de los restos compatibles con la muralla derribada a finales del siglo XIX. Al mismo tiempo, la prolongación del túnel desde Elduayen hasta Torrecedeira anunciada por el Concello el mes pasado permitirá la recuperación del histórico bulevar central del Paseo de Alfonso XII. De esta forma, el mirador más querido por los vigueses, y respetando las raíces del Olivo, será 100% peatonal y con zonas de sombra.

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