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En busca de un encaje para el pasado

Los arqueólogos determinarán el grado de conservación y origen de la muralla que afloró en las obras de la calle Carral, así como sus posibles usos si se conserva

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Los arqueólogos trabajan para “desenterrar” por completo la muralla aparecida en las obras de la calle Carral. Ricardo Grobas

El eterno debate de historiadores y arqueólogos sobre la conservación del patrimonio histórico vuelve a salir a la luz en Vigo. La aparición de unos restos compatibles con la antigua muralla de la ciudad en las obras de la calle Carral supone el tercer frenazo de este tipo en la reforma de la Porta do Sol, por lo que la receta volverá a ser la misma: paciencia y estudio de los vestigios. Los arqueólogos de la obra ya analizan los restos encontrados este martes y están realizando estudios topográficos para averiguar la profundidad real de los mismos. Gracias a ellos podrán dictaminar si se corresponden con los cimientos de la muralla derribada a finales del siglo XIX o con parte de la misma; que en esa zona estaba en un desnivel notable.

No es la primera vez que ocurre en esa calle. En 1994, las obras de humanización descubrieron parte del baluarte de A Laxe en la confluencia con la calle homónima. Durante años, estos restos estuvieron al descubierto hasta que en 2009 fueron acristalados e incorporaron un cartel explicativo de lo que allí hay. “Su valor reside en el que es de los pocos que quedan” señala Xoán Carlos Abad, historiador y presidente del Instituto de Estudios Vigueses; a quien este hallazgo no le ha cogido por sorpresa ya que “se conoce con bastante exactitud” dónde estaba ubicada.

Lugar señalizado donde se encuentran los restos de la muralla en A Laxe Ricardo Grobas

“Los restos tienen que ser útiles para entender la ciudad y hay diferentes técnicas para ello”

Xoán Carlos Abad - Historiador del IEV

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Este arqueólogo apunta a que debería “conservarse lo que se pueda y sacar la información que sea útil”, algo ya ocurrido en otras ciudades o en Vigo, donde en 2018 se implantó una ruta interactiva por su antiguo recorrido. En ella se optó por marcas en el suelo con el itinerario de los viejos muros y otros paneles informativos. Además, los especialistas rechazan una reconstrucción o su traslado al despojarlos de su contexto y valor real.

Los arqueólogos trabajan para “desenterrar” por completo la muralla aparecida en las obras de la calle Carral. RICARDO GROBAS

Derribadas en 1861

Estos restos se corresponden con la sección entre la Puerta del Sol, desde donde partía la antigua carretera de Castilla, y el baluarte da Lama. Este último presentaba un saliente hacia la actual Marqués de Valladares en la fachada oriental de la ciudad, donde se ubicaba el barrio del Salgueiral con una altura menor. En su edición del 1 de junio de 1861, FARO DE VIGO anunciaba la aprobación del proyecto para derribar las fortificaciones con el fin de abrir calles y subastar los nuevos solares. De aquella forma se libraba a la población de “los inconvenientes, trabas y molestias que para las edificaciones del exterior traía consigo el sostenimiento de aquellos vetustos e inútiles muros” según recogía el Decano.

“Que ahora aparezcan vestigios y antes no señala que tenemos un cuidado especial”

Abel Caballero - Alcalde de Vigo

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Estos restos de la base de la fortificación de la ciudad se encuentran tres alturas por debajo de la confluencia de la calle Carral con Porta do Sol; concretamente en un punto en el que la entrada desde la calle Carral “sube un poco y después vuelve a bajar”. El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, reconoce que son un bien de primera magnitud y que por ello seguirán las instrucciones de los arqueólogos. Sin embargo, no puede garantizar que “en la obra inicial”, cuando se construyó el aparcamiento subterráneo, no se tirara parte de esa base de la muralla o si había más por encima.

En busca de un encaje para el pasado

Pese a las dificultades técnicas y retrasos, el alcalde se muestra entusiasmado con estas noticias. “Estoy satisfecho de que en la obra estén emergiendo tantos restos. Es la riqueza de la historia de la ciudad de Vigo” señaló a los periodistas durante una rueda de prensa en el Concello. Caballero asegura que se está “descubriendo todo con cuidado extremo y hay arqueólogos permanentemente vigilando cada centímetro cúbico de tierra que se saca”. En ese sentido, ha ironizado con “que ahora aparezcan restos y antes no aparecía ninguno”, lo que demuestra que se trata de la primera vez en la historia que estas obras se hacen con un cuidado especial.

En cualquier caso, la problemática actual es diferente a la de Elduayen o Policarpo Sanz. Si bien aquellas estructuras afectaban, en mayor o menor medida, al desarrollo del túnel bajo la Porta do Sol, estos vestigios lo hacen con la instalación de unas rampas mecánicas en la calle Carral para salvar el desnivel existente y prolongar las ya existentes en Segunda República. Por el momento no han trascendido planos del proyecto, por lo que su adaptación sería sencilla.

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