La Porta do Sol ya muestra algunos de los cambios que traerá consigo el paso soterrado del tráfico por el nuevo túnel. Después de meses en los que las vallas de obra impedían ver la enorme zanja en la que se había convertido la plaza, esta semana su parte central amanecía con nuevas aceras.
Quince días después de culminar los trabajos de permeabilización y recubrimiento, los operarios centran sus esfuerzos en la colocación de las losetas que servirán como pavimento de la gran plaza peatonal que ganará la ciudad.
El objetivo es finalizarlo “cuanto antes” para poder dar servicio a los locales comerciales de la zona que ven mermada su actividad desde hace meses. El suministro de estos materiales se produce “a cuentagotas” y, conscientes de la relevancia que va a tener para la zona esta reapertura, prefieren no comprometer plazos.
Aunque es un proceso “más trabajoso” que algunos de los anteriores, desde la obra señalan que es muy similar al de cualquier humanización ya realizada en la ciudad. Estas losas lucen ya en el acceso a la Praza da Constitución y suponen uno de los últimos hitos antes de iniciar la excavación desde Policarpo Sanz hacia Alfonso XII.
Ha pasado ya un mes desde que el extenso informe técnico sobre los restos arqueológicos de Elduayen fue dado a conocer por parte del Concello. En él se descartaba la presencia de la capilla de la Misericordia entre los vestigios arqueológicos, fechados en finales del S. XIX, aunque se remitía la decisión final a Patrimonio. Por el momento no se ha conocido ninguna novedad al respecto y ni siquiera hay indicios de hacerlo.
