El avión, un habitual en Peinador, había despegado del aeropuerto de Vigo rumbo a Turquía cargado de piezas de automoción de la porriñesa Lear Corporation para Renault. En Lviv (Ucrania), sede la aerolínea Ukraine Air Alliance, debía realizar una parada técnica. Pero la nave nunca llegó a la pista. El avión se estrelló a escasos 1,5 kilómetros. La carga se abalanzó sobre parte de la tripulación y murieron cinco personas. Otras tres resultaron heridas de gravedad. Fue el 4 de octubre de 2019 y hasta hoy no se habían aclarado las causas del accidente.
Según el informe oficial de la NBAAI (la oficina de investigación de accidentes aéreos de Ucrania), la causa probable de aquel siniestro fue la "excesiva fatiga psíquica" de la tripulación (antes de aterrizar en Vigo la nave había venido de Toronto vía Toulouse). Según los investigadores, este cansancio habría provocado que la tripulación del Antonov AN-12BK descendiera "inconscientemente" por debajo de la senda de planeo en medio de una densa niebla cuando se aproximaban al aeropuerto de Lviv. Fue en ese momento, a escasos metros de la cabecera del aeropuerto cuando el avión colisionó contra unos árboles y se estrelló.
Los investigadores van más allá. En el citado informe se advierte que el avión habría despegado del aeropuerto de Vigo con un peso de 66,4 toneladas, 5,4 más de la cifra máxima que tendría permitido. Si bien es cierto, se admite que la ausencia de documentación impide calcular con "precisión" el peso exacto de la nave en el momento del despegue.
El avión habría despegado de Vigo con un peso superior al permito
Esta hipótesis ha llevado también a los investigadores a concluir que este peso por encima del limite aconsejado habría aumentado el consumo de combustible del avión e impedido que luego la nave tuviera ya suficiente carga para poder haberse desviado al aeropuerto alternativo de Borispol (Kiev).
Durante la maniobra de aproximación a Lviv, los investigadores estiman que a la nave le quedaban todavía unos 650 kg de combustible. Y, aunque se admite que la señal de "reserva" no es captada por el registrador del vuelo y no se podría calcular esta cifra con precisión, la investigación habría descartado que el avión se hubiera quedado sin combustible, como se especuló en un primer momento.
Horas de trabajo excesivas
Durante la investigación, la NBAAI descubrió que el día anterior al accidente, la tripulación no había cumplido con las horas de trabajo y el tiempo de descanso entre vuelos.
La tripulación había llegado a Toulouse procedente de Toronto el 3 de octubre, y descansó antes de emprender un vuelo de 2 horas hacia Vigo. Sin embargo, según se apunta en el informe final, las pesquisas realizadas entre el personal de la terminal olívica desvelaron que su tripulación no salió de aeropuerto vigués en las 4 horas previas al despegue hacia Lviv, con lo que no habrían cumplido con las horas de descanso establecidas.
Aproximación y accidente
Cuando el AN-12 fue autorizado a aterrizar en Lviv, a una distancia de 7,6 kilómetros, la investigación informa que la nave había descendido ya 11 metros por debajo de la senda de planeo. Este peligroso desvío continuó aumentando hasta que la aeronave, cuando estaba todavía a 3 kilómetros de la pista, volaba ya a una altura de solo 105 metros y continuaba descendiendo.
Según los investigadores, el pesado avión había quemado ya demasiado combustible y no podía desviarse. La aeronave chocó contra los árboles a 1.348 metros del umbral de pista y entró en contacto con el suelo deteniéndose tras recorrer unos 230 metros.
