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Así fue la primera noche de marcha en Vigo tras casi un año

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Así fue la primera noche en la discoteca Tokyo tras la pandemia Ricardo Grobas

“Teníamos muchas ganas de volver a ir de fiesta. Llevábamos tiempo socializando poco y sin poder estar con los amigos durante muchos momentos. Es una buena oportunidad”. Es el testimonio de Lorena Sánchez, enfermera de 23 años de Pontevedra. Fue la primera persona en entrar a la discoteca para asistir a la prueba piloto del ocio nocturno, que se celebró en el local Tokyo, en la calle Pontevedra, entre las 21.00 y la 1.00. Reabrió sus puertas casi un año después –desde mediados de agosto, no lo hacía– para albergar un examen que le servirá a la Xunta para determinar las condiciones de la reactivación de este gremio, profundamente herido por la pandemia del COVID. Con este ensayo, ve un poco más cerca la luz al final de un largo túnel. Un total de 175 personas compraron la entrada, que costó 10 euros.

La joven llegó pasadas las 20.50 acompañada por dos amigas: Zaira Córdoba y Laura Rey. Las tres iban vestidas para la ocasión, al igual que el resto de jóvenes que disfrutaron de su primera noche de marcha tras 10 meses: la acera se convirtió en un desfile de vestidos, camisas y tacones en el que emergieron sensaciones que ya empezaban a estar oxidadas.

Un trabajador comprueba los datos de un joven mientras otros esperan su turno

Otro de los jóvenes que participó en la prueba piloto fue Manuel, que vino desde Sanxenxo. Aseguraba no tener miedo al contagio. “Si se cumplen las medidas, no pasará nada. Hay que disfrutar de la vida, llevábamos mucho tiempo sin salir de fiesta”, explicaba. Acudió a Tokyo acompañado de cuatro amigos.

La de ayer también fue una noche especial para los trabajadores de la discoteca: cuatro personas de seguridad, cuatro camareros, dos empleados encargados de recoger los vasos, otro de comprobar los datos de los asistentes en la entrada y el DJ. El encargado del local, Luis Asenjo, confesaba minutos después de comenzar la prueba sus “ganas de que este paso sea el que permita volver a la normalidad” al sector: “Tenemos toda la ilusión del mundo. Queremos demostrar que el ocio nocturno es responsable”.

Trabajadores de la discoteca Tokyo Ricardo Grobas

Las discotecas Tokyo (Vigo) y Pelícano (A Coruña) y los pubs La Pomada (Pontevedra), Sónar (Santiago), Keops (Ourense) y Anagrama (Lugo) fueron los locales elegidos para este ensayo en el que hubo juegos de luces, baile, música y copas... pero también mascarillas –solo se pudieron quitar para beber–, distancia interpersonal, separación de al menos 1,5 metros entre mesas, aforo –50% en interiores y 75% en terraza si la tienen–, dispensadores de gel hidroalcohólico, medidores de CO2 y carteles informativos de las medidas anti-COVID.

Tanto los trabajadores como los clientes tuvieron que dar negativo en una prueba PCR para poder ser parte de este examen. A los segundos, además, se les exigió presentar el DNI, la tarjeta sanitaria, la entrada y un documento o mensaje de texto para demostrar su negativo.

Una hora antes del inicio del ensayo, tuvo lugar el acto institucional de presentación a las puertas del local. Asistieron el alcalde, Abel Caballero; el delegado de la Zona Franca, David Regades; la delegada territorial de la Xunta, Marta Fernández-Tapias; el presidente de la Federación Provincial de Hostelería, César Sánchez-Ballesteros; y su homólogo en la Asociación Zona Náutico, Rubén Pérez.

Caballero, durante su intervención previa a la reapertura del local Ricardo Grobas

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