Se inauguró en diciembre de 2010, tras una inversión de 23 millones de euros, y durante meses estuvo infrautilizado, sin apenas aprovechamiento pese a la falta de espacio para coches en la terminal de Bouzas. Se trata del silo de tres plantas y media que preside esa gran explanada. Tras unos inicios muy titubeantes, una década después han cambiado las tornas por completo y se presenta como un recinto ahora imprescindible, tanto que el Puerto ya tiene en cartera levantar una segunda estructura de este tipo.
El silo actual ocupa una superficie de 9.700 metros cuadrados, pero, tras alguna ampliación posterior, supera un espacio operativo de al menos 60.000 m2, con capacidad para cerca de 5.000 automóviles. Se optó en su día por una estructura metálica con pavimento cerámico, para evitar filtraciones de agua.
Pero su utilización fue a marcha lenta durante meses. Y es que el principal destinatario, el grupo PSA (ahora Stellantis) mostraba sus dudas sobre este tipo de instalaciones. Además de considerar suficiente la superficie disponible al aire libre para su volumen su producción en aquella época, se temía que los coches registraran algún daño por arañazos o goteras.
Aquellas dudas se disiparon con el tiempo y el silo de Bouzas ya necesita un “compañero”. Así lo entiende la Autoridad Portuaria, que ya ha incluido en su plan de inversiones hasta 2024 una partida de 10 millones de euros para un segundo depósito, “algo más pequeño” que el actual y que estaría operativo en 2023.
