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El nuevo gigante de la naviera P&O programa su rumbo hacia Vigo

Si la pandemia lo permite, a finales del próximo año el "Iona" se convertirá en el mayor buque de pasaje que haya atracado en la ciudad

El nuevo buque de P&O, "Iona". / Meyer Werft

Las vacunaciones masivas contra el coronavirus que están siendo reguladas por los gobiernos internacionales abren la puerta a la esperanza a los operadores de cruceros, que cruzan los dedos para que éste sea el último escollo antes de que sus flotas comiencen a levar anclas. Aunque el sector fija para 2022 el año de la total normalización, todo parece indicar que la próxima primavera marcará el punto de inflexión para que terminales como la de Vigo empiecen a recibir los primeros cruceros de la era post-COVID y entre ellos, algunos destacados como el nuevo gigante de la naviera P&O, el Iona.

Con un nefasto 2020 que pasará a la historia más negra de la industria del turismo marítimo, el puerto de Vigo aguarda la temporada de 2021 con no menos de 60 escalas programadas a fecha de hoy, cifra que puede descender si la decisión del gobierno central de abrir el veto a los cruceros extranjeros en puertos españoles se posterga más allá del próximo mes de marzo. Por de pronto Vigo ya perdió las siete primeras escalas de 2021 previstas para enero y febrero, y es posible, en el mejor de los escenarios, que sea el alemán Amadea el que el 11 de marzo inaugure la temporada con los primeros cruceristas que pisen la ciudad, exactamente un año después de que lo hicieran los últimos que trajo desde Inglaterra el Oceana. Al Amadea, que por cierto volverá a Vigo diez años después de su última visita, le seguirá su compañero de flota Amera, antiguo Royal Viking Sun de 1988, que el pasado año fue adquirido por el operador Phoenix Reisen.

Inauguraciones bloqueadas

A estos dos cruceros de tipo medio le seguirá, ya en abril, el enorme Oddysey of the Seas, último buque de Royal Caribbean cuya inauguración se mantiene bloqueada por la pandemia y que tiene marcado su atraque para el día 7 dentro de su crucero de estreno entre Southampton y Barcelona. Este barco, de 168.800 toneladas brutas y 347 metros de eslora, se convertirá en el quinto mayor buque de pasajeros que haya recibido el puerto en su historia. Pero en 2021 será sin embargo superado por el Iona, nuevo buque-insignia de la naviera británica P&O cuya entrada en servicio está igualmente paralizada desde octubre por el mismo motivo que el anterior.

El Iona paseará por la ría todo el poderío de sus 184.700 toneladas brutas y 344,5 metros de eslora en cuatro ocasiones entre el 28 de septiembre y el 31 de diciembre. Será el mayor buque de pasaje que haya atracado en la historia portuaria de Vigo tras los gemelos Harmony y Oasis of the Seas, de 226.000 toneladas, los mayores cruceros del mundo a día de hoy.

Grandes veleros

Por otra parte cobran relevancia los grandes veleros de cruceros que visitarán las islas Cíes. Uno de ellos es el nuevo Sea Cloud Spirit, de tres palos y 138 metros de eslora, cuya puesta a punto se ultima en el astillero vigués de Metalships y que tiene previsto visitar el archipiélago los días 21 de mayo y 31 de agosto. El otro gran velero que fondeará frente la playa de Rodas será el Golden Horizon, al que sus cinco palos y 162 metros de eslora lo encumbran como el mayor del mundo de su clase. Asimismo nos visitará en dos ocasiones, los días 24 de abril y 4 de septiembre.

Otros barcos destacados de la programación serán los megacruceros Norwegian Escape, MSC Virtuosa y Regal Princess, que totalizarán seis escalas. Todos ellos presentan esloras superiores a los 320 metros y arqueos que van más allá de las 160.000 toneladas. A éstos, que vendrán por primera vez, habrá que añadirles el ya conocido Britannia, de 141.000 toneladas y 330 metros de eslora, que sumará tres escalas. También se estrenarán en Vigo Costa Diadema, el 16 de setiembre, Spirit of Adventure, el 21 de octubre, Azamara Quest, el 23 de setiembre y los gemelos Borealis y Bolette, antiguos Rotterdam y Amsterdam de Holland America, a los que la crisis del coronavirus proporcionaron una nueva vida bajos los colores de Fred. Olsen Lines, que se tuvo que desprender de los también gemelos Black Watch y Boudicca.

Las especiales circunstancias que rodearon 2020 han dejado tan solo siete escalas en la rada viguesa, registradas antes de que fuera declarado el estado de alarma en marzo. Este ha sido el peor balance en 66 años, cuando en 1954 se contabilizaron tan solo seis. De cómo evolucionen pandemia y vacunaciones, dependerá que Puertos del Estado abra por fin el veto a medio plazo para que las escalas de cruceros en Vigo vuelvan a ser algo habitual y, por otra parte, que los turistas que lleguen lo hagan ya sin el menor riesgo de contagios.

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