Desde que el pasado mes de marzo la pandemia del coronavirus se infiltrase en el mundo de los cruceros, la cancelación de operaciones de la mayoría de las armadoras de todo el mundo han ido cayendo en cascada y el Puerto de Vigo no ha sido ajeno a esta obligatoriedad. En total tenía cerradas para este año un total de 71 escalas, hasta el mes de mayo se cancelaron 23 y la situación no apunta mejor a consecuencia de los nuevos rebrotes. "Todavía figuran como previstos porque no se han cancelado pero no soy optimista. La situación no está mejorando y no creo que haya cruceristas o personas que quieran meterse en un crucero con otras 3.000 en alta mar", revelaba ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga.

Y es que a pesar de que estos atraques no supongan un beneficio para la administración portuaria, sí es consciente del impacto para la ciudad y su turismo. "Habitualmente, el saldo de los cruceros nos da ligeras pérdidas, porque nuestras tasas de atraque son bajas, pero sí es importante para el turismo y aquí es donde principalmente se nota el descenso de cruceristas", añadió López Veiga.

La intención en los últimos años pasaba por incrementar el número de cruceros para evitar este saldo negativo y si bien se estaba logrando, esta tendencia se ha visto frustrada no solo por este año, sino también para el 2021. Tal y como explica el presidente portuario , por el momento no hay cerrado ningún crucero para el próximo año. "Íbamos en mejoría pero ahora vamos a tener que estar pendientes de cómo evoluciona la situación. A estas alturas de año nos estábamos reuniéndonos con las navieras y operadores para cerrar atraques y por ahora no tenemos prevista ninguna. Es una situación difícil, todavía no estamos en la normalidad", recalca Veiga.

El año pasado, el puerto vigués movió 140.000 pasajeros, cifra que esperaba y confiaba rebasar en este 2020 y que a consecuencia del Covid-19 cerrará en unos datos mucho más pobres, y ya no solo por la cancelación de los cruceros, sino por las fuertes restricciones que impondrán las operadoras en cuanto puedan retomar el rumbo.