Ni noria gigante, ni mercadillo, ni atracciones en la Alameda. La Navidad 2020-2021 de Vigo será la más atípica que se recuerda. Es el adjetivo más frecuente en tiempos de pandemia. Y es que la nueva normalidad tiene mucho de nueva y poco de normalidad. El alcalde, Abel Caballero, fue el encargado de confirmar que uno de los puntos neurálgicos de las fiestas dejará de tener el protagonismo que había logrado el año pasado. Es una consecuencia más derivada de la coyuntura sanitaria: se da a conocer menos de 24 horas después de decretarse el segundo estado de alarma en poco más de siete meses, que trae el toque de queda bajo el brazo.

El concurso para la instalación de estos elementos estrella del programa festivo ha quedado desierto: ninguna empresa ha presentado ofertas. El Concello podría volver a publicar el contrato para intentar atraer la atención de alguna firma, pero ha preferido optar por la “prudencia” a pesar de señalar el regidor que, de licitarse de nuevo, “seguramente”, se conseguiría más éxito.

“No se descarta que incluso todo tenga que ser por streaming”

Abel Caballero - Alcalde de Vigo

Ante las restricciones que se podrían ordenar desde las autoridades sanitarias para las fechas navideñas, Caballero reiteró que se manejan “diferentes escenarios” para desarrollar el programa con una seguridad “1.000%”, por lo que las decisiones se tomarán en función de la evolución de la pandemia. “No se descarta que incluso todo tenga que ser por streaming”, apuntó antes de poner como ejemplo el acto de encendido de la iluminación. “Si los ciudadanos de España y de Europa no pueden venir a Vigo, la Navidad de Vigo irá a sus casas. Este es nuestro eslogan”, argumentó.

Preguntado por la instalación del alumbrado, que comenzó en la segunda quincena de agosto, el alcalde subrayó que se está llevando a cabo porque es un trabajo contratado “hace dos años” –ese dinero no se puede dedicar a otras partidas– con un precio “muy satisfactorio” y “toda España” lo está haciendo. A su vez, detalló que ya se está montando un sistema de cámaras para controlar el número de personas que están en las principales calles adornadas del centro de la ciudad. Caballero apuntó que, “en términos de color”, será una Navidad con “gran brillantez”, pero habrá limitaciones “para que la seguridad sea del 1000%”. Habrá aforos en determinados espacios y, al igual que sucedió en verano con el sistema de cuadrículas desplegado en las principales playas, el gobierno municipal se encargará de garantizar que vigueses y visitantes respeten las distancias interpersonales.

La noria, el mercadillo y las atracciones no son las primeras bajas del programa navideño de este año. Se suman a una lista en la que ya estaban el Belén Monumental –en la Casa das Artes– y el Poblado de Navidad –en la Casa Galega da Cultura–. En este caso, el Concello ha decidido cancelar el montaje por tratarse de actividades que se desarrollan en espacios interiores.

Otra novedad que contempla por ahora el plan festivo es la cabalgata de Reyes “estática”. No habrá desfile por las calles, pero Melchor, Gaspar y Baltasar sí estarán en una de ellas, “muy ancha y muy larga” –aún sin especificar–. En este caso, serán los asistentes los que se muevan, y no los Magos de Oriente. Para ello, tendrán que caminar formando una fila ordenada: la posición que deberá ocupar cada persona estará marcada en el suelo. Además, el árbol gigante no se levantará en Porta do Sol debido a las obras de humanización: su nueva ubicación será Policarpo Sanz. La idea del gobierno local es que los asistentes puedan disfrutar del juego de luces y color sentados en sillas dispuestas en un perímetro vallado y controlado de 1.150 metros.

“Mazazo” para los negocios

No hay duda de que la noria gigante, el mercadillo y las atracciones conformaban la mejor carta de presentación de la Alameda y contribuían a mejorar las facturaciones de los negocios del entorno. Por ello, la cancelación ha sido un jarro de agua fría para los comerciantes y hosteleros. Su representante, Rubén Pérez, señala que es un “mazazo” más para el sector, que todavía está encajando la nueva situación que les toca vivir a raíz del toque de queda. “Debería forzarse que la noria estuviese este año. Estuvo funcionando en El Puerto de Santa María (Cádiz) durante el estado de alarma y cuenta con un protocolo de seguridad”, comenta antes de avanzar que la asociación Zona Náutico tiene en mente la instalación de alguna atracción de la que dará detalles en los próximos días.

Reforzar la vigilancia

El portavoz del Partido Popular, Alfonso Marnotes, cree que Caballero “se metió en un callejón sin salida” cuando en agosto tuvo el “atrevimiento” de anunciar a toda España la instalación del alumbrado navideño “como si nada hubiera cambiado” y exige que se refuerce la desinfección de los espacios públicos y del servicio de la Policía Local para vigilar el cumplimiento de la normativa sanitaria y del toque de queda. Además, pide que se controlen los aforos en los buses urbanos.

Mientras, Marea de Vigo anunció que llevará al pleno de mañana una moción urgente para la implantación “inmediata” de medidas ante la entrada en vigor del estado de alarma e insistitó en la necesidad de apoyar económicamente a la hostelería y al comercio, que, “previsiblemente, van a vivir una Navidad muy negativa”. Por su parte, el BNG pedirá en la sesión plenaria que el Concello refuerce la prevención y active ayudas directas a los autónomos, pymes y comercios.