"La subasta concluyó con pujas". La cuestión a la que alude esta frase no es baladí. Uno de los grandes problemas de las pujas judiciales es que muchas de ellas no despiertan interés y acaban quedando desiertas. Pero este año los postores se están animando. Porque algo más del 60% de los procedimientos de este tipo activados por los juzgados de Vigo en el portal de subastas electrónicas finalizaron con ofertas. Las hubo por todo tipo de bienes: viviendas, locales comerciales, naves industriales o terrenos. También por vehículos y plazas de garaje, pujas estas últimas en las que siempre suele haber bastantes postores hasta el punto de dispararse el precio inicialmente fijado. Claro ejemplo es la que se celebró de un todoterreno Jeep Wrangler matriculado hace casi tres décadas, que tenía una cifra de salida de 1.100 euros y cuya oferta más alta ascendió a los 6.600. Como curiosas, por no ser habituales, la subasta de acciones de una empresa cuya puja más elevada fue de 315.000 euros o la de los derechos para adquirir un contenedor marítimo -estructuras que pueden acabar convirtiéndose en originales casas o negocios en la playa- por 9.900 euros.
Este fue un año atípico en lo que a subastas se refiere. El motivo no es otro que el coronavirus, que obligó a paralizarlas entre marzo y principios de junio, debido al estado de alarma. Pese a ello, desde enero y hasta la actualidad los juzgados principalmente pero también en algunos casos las notarías impulsaron 105 pujas que sacaron al mercado unos 230 bienes. Once de ellas están todavía ahora activas y en cuanto a las demás, restando las que se tuvieron que suspender o cancelar por el Covid o por otras causas, se celebraron 77, de las que 48 -el 62%- recibieron ofertas tal y como consta en las certificaciones de cierre de las subastas publicadas en el portal web. Casi otra treintena, eso sí, finalizaron sin que nadie mostrarse interés por dichos bienes.
La oferta más alta de este 2020 se hizo por un solar ubicado en la céntrica calle Vázquez Varela. El valor que se le había dado a este terreno que quedó libre una vez se derribaron las edificaciones que allí existían fue de 1.079.742 euros, pero hubo varias pujas y la cifra se disparó: la más alta alcanzó los 1,9 millones. Por cuantía económica también destacan las dos ofertas que suman más de un millón de euros que se efectuaron por sendos locales situados en naves industriales de Ricardo Mella, otra de casi 790.000 euros por unas instalaciones en el parque tecnológico de Valladares o, en lo que a viviendas se refiere, los más de 560.000 euros ofertados por un chalé en Alcabre. O los 373.000 por otra casa de tipo unifamiliar en la zona de O Pombal.
Un Mercedes de 1998
Hay subastas, claro, en las que no hay tanto dinero en juego. Un claro ejemplo son las de vehículos. Están más al alcance de todos los bolsillos. Eso sí, en muchas ocasiones son automóviles que ya tienen unos cuantos años. Aún así, raramente quedan desiertas. Este año, por ejemplo, se sacó a puja un Mercedes matriculado en 1998 por el que se ofrecieron 794 euros (estaba tasado en 900). Por una furgoneta Citroën Jumpy la puja más alta fue de 5.926 euros y otros vehículos -dos Citroën Berlingo y un todoterreno Dacia con una antigüedad de hasta 12 años- se adjudicaron por cantidades que oscilaron entre los 2.000 y los 7.300 euros. La mayor ganga fue un ciclomotor Suzuki de 2005: la oferta fue de 285 euros.
Igual que ocurre con los vehículos, las subastas de plazas de garaje suelen levantar enorme interés. Este año se sacaron a la venta por esta vía plazas ubicadas en edificios de Torrecedeira, Sanjurjo Badía, Urzáiz, Gran Vía, Venezuela o, ya fuera de Vigo, en inmuebles de localidades del entorno, como Gondomar o Nigrán. Las ofertas por este tipo de bienes oscilaron entre los 7.800 y los más de 26.000 euros que se pujaron por uno de los más céntricos.
