Tradicionalmente, junio es un mes de mucha actividad en los quirófanos del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi). A las puertas de las vacaciones estivales, el Sergas trata de dar un último empujón antes de hacer el primero de los dos balances anuales de sus listas de espera -que debe presentar en julio con cifras al cierre de este mes-. La pandemia del coronavirus ha convertido este en un año atípico, pero una vez amainada la tormenta y a la espera de ver si regresa, el Álvaro Cunqueiro y el Meixoeiro pisan el acelerador de su actividad quirúrgica y han planificado para esta semana lo mismo que en las mismas fechas del año pasado.
Los quirófanos del Chuvi realizaban el lunes 115 cirugías programadas -casi dos tercios de ellas, como viene siendo ya habitual, son ambulatorias-. Contrastan con las 16 realizadas el lunes siguiente a la declaración del estado de alarma, cuando solo se mantenían las oncológicas y otras prioritarias para poder vaciar las plantas y puestos de reanimación de pacientes quirúrgicos y poder reservar estos recursos para la atención al Covid-19. El martes 7 de abril el nivel era algo superior -27 operaciones-, y tres semanas después, el 28 de abril, se duplicaba esta cifra. En el mes de mayo, poco a poco, se ha ido recuperando la actividad habitual, mientras se estudia la posibilidad de planes especiales para la reducción de las listas de espera.
El problema es que, para tener en otoño todas las plantillas disponibles en previsión de un posible rebrote, las vacaciones del personal se deben concentrar este año en los tres meses de verano, lo que dificultará este objetivo. El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, manifestó el fin de semana, en una entrevista concedida a FARO, que pretende que "este verano sea el de mayor actividad de los últimos años" y anunció que, para ello, contratarán "más que nunca para tratar de compensar" lo que no se pudo hacer por la pandemia.
Las urgencias del Cunqueiro, por su parte, llevan semanas recuperando la actividad perdida por el miedo al contagio y el lunes tuvieron bastante presión, con 387 pacientes adultos, más que la media del año pasado.
El área sanitaria viguesa recupera la normalidad en una semana que ha comenzado con 48 horas sin ningún nuevo contagio detectado. El lunes había 259 en fase activa de la infección. Son tres menos que 24 horas antes. Se han curado. En total, son 1.877 los que han recibido el alta hasta ahora. Sí hay tres ingresados más, hasta los 7 -dos en el Álvaro Cunqueiro y 5 en Povisa-. Sanidade también informa de un paciente en la UCI del centro de la calle Salamanca. Sin embargo, este hospital indica que ya ha dado negativo.
En las residencias la situación sigue mejorando. Con el alta del último residente contagiado en el Centro de Atención a Persoas con Discapacidade de Redondela, el complejo está libre del nuevo coronavirus. En las de mayores, aún hay un usuario contagiado en la pública del Meixoeiro y dos trabajadores en DomusVi Aldán, intervenida por la Xunta.
Por otra parte, fuentes sanitarias alertan del uso que se está haciendo de los guantes entre el personal del área sanitaria. Entre el Chuvi y los centros de salud, cifran en tres millones y medio los que se consumen al mes. Son en torno al doble que antes de la aparición del Covid-19. Los trabajadores recibieron hace dos semanas instrucciones de Medicina Preventiva para recordar las situaciones en las que se deben emplearlos y se ha solicitar su uso racional a través de las supervisoras. Por el momento, no hay problemas de acceso a este producto en Vigo, pero al igual que en otro momento sucedió con las mascarillas, hay una ruptura de stock a nivel general y los proveedores no pueden suministrar todo lo que demanda en la actualidad el Sergas.
