Vigo continúa muy lejos de lograr la plena igualdad entre hombres y mujeres. Especialmente, en materia laboral. El mercado de trabajo femenino continúa manifestando peores condiciones que el masculino en prácticamente todos los indicadores relevantes. Por lo general, a modo de resumen, las viguesas sufren más precariedad, tienen menos posibilidades de ascenso, reciben salarios más bajos y siguen asumiendo en solitario las responsabilidades familiares.
Son las conclusiones que se pueden extraer del informe sobre la situación socio-laboral de la mujer en Vigo elaborado por el sindicato UGT en el marco del 8 de marzo. Uno de los indicadores más alarmantes es el referente a la población inactiva, es decir, aquella que ni trabaja ni está buscando empleo. La diferencia es considerable: concretamente, hay 62.700 mujeres que se encuentran en esta situación, por únicamente 44.600 hombres.
Por primera vez en la historia hay más viguesas que vigueses trabajando pero, sin embargo, la tasa de paro femenina (15,9%), continúa siendo superior a la masculina (14,1%). El problema, además, es que en la ciudad olívica hay 9.979 personas desempleadas de larga duración, es decir, que llevan más de un año en el paro, y de esa cifra, 6.257 son mujeres, un 62,7% del total. Por tanto, no solo el desempleo femenino es mayor, sino que ellas también tienen más dificultades para reincorporarse al mercado laboral. Por sectores, el 17,2% de todas las paradas pertenecen al comercio al por menor, seguido de las actividades administrativas y servicios auxiliares (13,7%) y de la hostelería (13,6%). Mientras, en los hombres, la mayor parte de desempleados son de la industria manufacturera.
En Vigo se registraron el año pasado un total de 155.752 contratos, de los que casi la mitad (46,8%) fueron firmados por mujeres, pero solo el 7,8% fueron indefinidos. Y es que el problema, además, son las condiciones de los puestos de trabajo a los que acceden las viguesas. Un dato que demuestra la mayor precariedad en el mercado laboral femenino es que el 51,1% de los contratos que firmaron el año pasado las mujeres de la ciudad fueron a tiempo parcial, mientras que en los hombres ese porcentaje cae hasta el 27,8%. Para UGT, esta circunstancia es "muy preocupante". El sindicato recuerda que, por lo general, la mayoría de ellas no eligen trabajar a tiempo parcial al suponer menores ingresos, menor protección y más dificultades de acceso a las prestaciones contributivas del sistema de la Seguridad Social.
Está constatado, además, que las viguesas ganan más que los vigueses. La brecha salarial en la ciudad es del 19,2%, tres puntos superior a la media de Galicia. Solo A Coruña (20,4) tiene una diferencia superior a la de Vigo. Según el último estudio de salarios publicado por el Instituto Galego de Estatística (IGE), las mujeres que trabajan en la urbe olívica cobran de media 8,4 euros/hora, mientras los hombres 10,4.
En las pensiones, la situación no mejora. Al contrario. Según los últimos datos oficiales, en 2018 había en Vigo 31.009 mujeres pensionistas, cobrando una prestación media de 929,43 euros, frente a los 1.323,02 de los hombres. 393,59 euros de diferencia, lo que supone una brecha de género en este caso del 29,75%. El sistema de pensiones contributivas de la Seguridad Social, por tanto, continúa presentando una importante disparidad de género.
