El Concello continúa recuperando el patrimonio histórico de la ciudad. Desde ayer, Villa Solita está abierta al público en el barrio de Alcabre. El gobierno local ha llevado a cabo la recuperación, limpieza, recolocación de pavimentos y recorridos accesibles del interior de esta casa de estilo indiano.

La primera vez que encuentra testimonio escrito sobre ella es en un documento de propiedad de 1876, como "Lugar quinta sita en Fonte o Freijeiro" a nombre de Eloy Rodríguez Abeleira, que la había heredado de su madre. Pasó a conocerse como Finca Cabrera cuando estuvo en manos del oficial de la Marina Enrique Rodríguez Cabrera. Este se casó con Antonia Pequeño Pequeño, cuando esta solo tenía 16 años y la dejó viuda con 31, por lo que los vecinos de la zona la conocía como la finca de "la señorita Nena". Vivió en ella más de 70 años. Tras su muerte, en 1950, pasa a manos de Máximo Rodríguez, sobrino de una de sus damas del servicio, que se casa con Soledad Plana Rivero, a la que se debe el nombre por el que se la conoce hoy, Villa Solita.