El Concello ratifica que el agua de Vigo se puede beber. El alcalde, Abel Caballero, ha recalcado esta mañana que los análisis realizados por Aqualia demuestran que el suministro de la ciudad es “100% potable”: “No hay ninguna duda”. Según apuntó, la última muestra tomada en Canido sitúa el nivel de hierro en 329 microgramos por litro (mg/l), por encima de 200 mg/l, la concentración a partir de la que se deja de considerar la calidad como óptima; pero bastante por debajo de los 600 en los que se fija el tope para el consumo. El regidor también anotó que los controles realizados en el resto de la ciudad muestran que los valores “mejoran de forma muy notable”. A lo largo de la última semana, la Consellería de Sanidade alertó en varias ocasiones de la “muy mala calidad” del suministro local e incluso llegó a comunicar que algunas de sus muestras situaban el hierro por encima de 600 mg/l en puntos concretos.

Caballero fue muy crítico también con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al que acusó de “pasearse por toda España poniendo en duda la calidad del agua en Vigo”. “Su papel como calumniador fue inútil”, zanjó el alcalde, molesto con “la forma indigna de hacer política” del presidente autonómico. “Pretendía sembrar la desconfianza por razones políticas inexistentes y calumniosas”, apuntó el regidor antes de insistir, una vez más, en la “seguridad total” del suministro en Vigo. Como recordó, a pesar de los datos divulgados por Sanidade, las dobles analíticas que requiere la normativa para desaconsejar el consumo nunca confirmaron concentraciones de hierro superiores a los 600 mg/l.

El regidor negó que se estén realizando baldeos con agua potable, a pesar -explicó- de que gracias a las últimas lluvias la presa de Eiras ya ha alcanzado su tope de seguridad para estas fechas: el 77,7%. “Aún así no se hace todavía”, zanjó el alcalde, quien asegura que el único baldeo que se realiza en la actualidad son labores de limpieza concretas en pistas en las que juegan niños.