Los vehículos extranjeros ya no estarán del todo libres de multas en la autovía Vigo-Porriño. Durante estos años circularon sin hacerlo tan pendientes, como el resto de usuarios, de los flashes que controlan la circulación por el vial. Pero a partir de ahora pisar en exceso el acelerador podría resultarles muy caro.

La dirección de la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra anunció ayer, a través de un comunicado, el estreno de un nuevo sistema para controlar, específicamente, la velocidad de los vehículos con matrícula extranjera. "De los que pudiesen participar en carreras ilegales y de aquellos que por la tipología de la infracción pudiesen incurrir en ilícitos penales", precisaba. El mecanismo se apoya en una aplicación informática incorporada a los dos nuevos cinemómetros instalados en la A-55, en el kilómetro 11,7 (un tramo limitado a 80 por hora) y en el 9,2 (limitado a 60), precisamente los que acaban de ser calibrados para "disparar" al superarse los 88 y 68 km/h, respectivamente.

Cuando el vehículo extranjero -los procedentes de Portugal son mayoría en esta autovía- supera los citados límites transmiten de inmediato la imagen a un ordenador portátil que manejará la patrulla encargada de esta función. De esta manera los agentes de Tráfico podrán detectar el coche y perseguirlo para denunciarlo. "Tendrán que pagar la multa en el momento o dejar el vehículo en el depósito", explicaron a este periódico fuentes del instituto armado.

Para que esa patrulla pueda recibir las imágenes deben circulan en el mismo sentido y a no más de dos kilómetros de distancia del radar. De momento, y aunque la citada nota oficial anunciaba que este sistema se estrenó ayer, ninguna unidad radarista dispone todavía del portátil preparado para la recepción de esas imágenes.

Se trata del mismo sistema que funciona desde febrero de 2013 en dos de los radares de la Autovía Rías Baixas (A-52), ubicados en Ribadavia (sentido Benavente) y de A Gudiña (en dirección Porriño).