El Balloon Xat lanzado por la Universidad de Vigo hace casi dos meses ha vuelto al lugar de donde partió, el Cuvi. Su viaje le ha deparado un increíble ascenso a más de 30.000 metros de altitud, para precipitarlo luego a un estanque en la pequeña aldea de Espiño, en Paradela, Lugo.

Los siete vecinos de este pueblo recibieron al objeto que cayó del cielo con absoluta desconfianza; llegaron a pensar que era radioactivo, por lo que ninguno se acercó a recogerlo. La casualidad quiso que el hijo de uno de los matrimonios residentes les visitase desde Barcelona y se interesase por el artefacto que boyaba en una charca.

El destino también hizo que Jorge Fernández fuese el gerente de una empresa cuya actividad es vender aparatos médico-estéticos y emprendiese la operación rescate. Tras ponerse en contacto con los investigadores -gracias al número de teléfono impreso en la caja- les entregó el globo el pasado lunes.

Impresionantes imágenes

Hasta tres horas de grabación ha recogido la cámara de vídeo sujeta al globo. En ellas se registran espectaculares vistas tomadas desde 30.000 metros de altura de las Rías Baixas, los Cañones del Sil y la corteza terrestre. El dispositivo ha recogido gran cantidad de datos -velocidad, geoposición, temperatura, campo magnético- que ahora pasarán a analizar los investigadores a cargo del proyecto.

A las tres horas de vuelo el globo de helio estalló y un paracaídas suavizó el aterrizaje de la valija, cuyo destino final se esclareció hoy. Tras varios días en paradero desconocido la Universidad de Vigo había movilizado a un equipo de 40 personas y dos aviones teledirigidos para encontrar el artefacto, aunque sin resultados.

Aún así, no estaban muy desencaminados los responsables del proyecto cuando pronosticaron su caída en el entorno de Escairón, a 16 km de donde finalmente apareció el dispositivo.