El Mausoleo de los repatriados, promovido por la Cruz Roja en el cementerio de Pereiró para honrar a los soldados de la guerra de Cuba fallecidos en Vigo cumple cien años. Inaugurado el 1 de noviembre de 1906, fue encargado al escultor asturiano José González Pola, que ofreció un obra realizable por siete mil pesetas, dirigiendo la obras sin cobrar honorarios. Además, cedió una de sus obras para su venta para sufragar gastos.

Para recordar estos cien años, la Cruz Roja ha organizado un programa de actos, que comienza el jueves con la conferencia "Una tumba para el recuerdo", en el salón de actos de Caixanova (20.00 horas) y concluyen el 1 de noviembre, con la ofrenda ante el mausoleo.

Para recaudar los fondos necesarios para levantar el panteón, la Cruz Roja organizó dos años antes en la zona del Malecón, entre el 17 de agosto y el 11 de septiembre una kermesse, que era una fiesta al aire libre de varios días de duración que incluía bailes, rifas y concursos.

Se recaudaron diez mil pesetas, de las que siete mil se destinaron a la construcción del monumento.