Solo uno de cada cinco universitarios gana más de 36.000 euros a los 4 años de titularse

Aunque los sueldos entre empleos con un alto nivel de especialización y de competencias, que suelen ir asociados a una mayor exigencia formativa, duplican, según el INE, los recibidos en trabajos que no precisan cualificación, a veces la formación no se traduce en un mejor salario de inmediato, ni siquiera cuatro años después de finalizada la carrera, un período de tiempo que ofrece margen para acceder a contratos de jornada a tiempo completo.

Son precisamente los contratos por cuenta ajena los que analiza el Ministerio de Universidades en su última encuesta sobre inserción de graduados y, en caso de los gallegos, apenas uno de cada cinco ganan más de 36.000 euros año. De hecho, un 16 por ciento, alrededor de uno de cada seis, tiene que conformarse con menos de la mitad. Y las mujeres sufren con más intensidad los salarios bajos al tiempo que se benefician menos que sus compañeros de pupitre del perfil de retribuciones más elevado.

El ansia de saber también se hereda

Si los datos relativos a la promoción que finalizó sus estudios en el año 2018, los más recientes disponibles, muestran que los jóvenes gallegos son los segundos con peor salario al poco de titularse –un año después–, la situación en la tabla autonómica no mejora demasiado cuando se analiza qué ocurre cuando han pasado cuatro años desde la obtención del título. Galicia es la tercera comunidad, solo por encima de Extremadura y de Canarias, con un mayor porcentaje de jóvenes cuyas retribuciones oscilarían entre 12.000 y 18.000 euros, el tramo más bajo. Lo mismo ocurre, pero al revés, porque los gallegos ocupan el antepenúltimo lugar si lo que se analiza es el peso de quienes se sitúan en la horquilla superior de los ingresos salariales, por encima de 36.000 euros anuales de media.

Las chicas ganan menos

La estadística relacionada con los titulados en 2018, que permite ofrecer una panorámica más extensa de la incorporación al mundo del trabajo de los graduados en los campus, muestra en concreto cómo el 16,5 por ciento de los jóvenes con empleo, cuatro años después de sacarse el título, ingresa sueldos que oscilan desde los 12.000 a los 18.000 euros. Entre las chicas, tiene esa situación un 18 por ciento, mientras que en sus colegas el porcentaje baja al 14 por ciento. En el tramo más elevado, el de salarios a partir de los 36.000 euros anuales de media, los titulados por cuenta ajena rondan el 19,4 por ciento en general, pero en el caso de las chicas supone dos puntos menos y en el de los chicos, tres puntos más.

La titulación importa y mucho

Si el sexo influye en el sueldo, el ámbito de conocimiento en el que el trabajador se ha graduado, y las oportunidades de inserción que cada uno de ellos conlleva, todavía repercute más. Entre un graduado en titulaciones vinculadas con la Informática y una graduada con el mismo título hay dos mil euros de diferencia, a favor de los varones, pero entre un titulado con formación relacionada con la Informática y otro que estudió una carrera vinculada a Ciencias sociales, periodismo y documentación, esa brecha casi se quintuplica.

Esos dos ámbitos del conocimiento ocupan, por arriba y por abajo, respectivamente, los extremos de un listado en el que despuntan también por en la parte superior quienes cursaron titulaciones de carácter sanitario y en la zona inferior quienes se formaron en carreras del ámbito de los servicios (Turismo, Hotelería...)

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