Los gallegos a terapia por adicción a las drogas marcan el máximo: más de 14.800

Una tercera parte están a tratamiento por heroína y casi un 28%, por alcoholismo

Alrededor de 200 personas buscan ayuda por ludopatías y diez veces más, por cocaína

Jóvenes en un botellón.

Jóvenes en un botellón. / Carlos Pardellas

Carmen Villar

Carmen Villar

El consumo de cocaína se duplicó en dos años en Galicia hasta alcanzar el máximo histórico: un 14,1 por ciento de la población de 15 a 64 años –237.000 personas– reconoce en la última encuesta realizada por el Plan Nacional sobre Drogas en población de 15 a 64 años que ha probado alguna vez la sustancia. No obstante, el porcentaje se va moderando cuando el intervalo se reduce al último año, donde un 2,3% de los encuestados admite el consumo, aunque, traducido a números absolutos, la cifra ronda las 37.000 personas. Con todo, para 2.150 gallegos la relación con esta sustancia psicoactiva es un problema de salud, hasta el punto de que buscan ayuda para poder dejarla en alguna de las unidades de atención a la dependencia que existen en la comunidad.

La cocaína, con todo, no es la sustancia psicoactiva que provoca que más gallegos llamen a las puertas de las unidades de desintoxicación: el liderazgo lo sigue ostentando la heroína en sus múltiples formas, incluyendo, en 330 casos, su consumo conjunto con la cocaína. Según los datos de la Consellería de Sanidade, están a tratamiento por consumir heroína u otros opiáceos más de 5.240 personas, una de cada tres de todas las que se encuentran a tratamiento en Galicia por sufrir alguna adicción.

El número total de gallegos que intenta desengancharse a través de alguno de los dispositivos sanitarios con los que cuenta la comunidad ha alcanzado su máximo desde al menos 2008, que es hasta donde permiten retrotraerse los datos de admisiones a tratamiento recopilados por el Sergas. Los pacientes distintos con un proceso abierto en alguna de las unidades llegan, en las estadísticas relativas al año 2022, las últimas disponibles, a 14.809, un 11% más que durante el ejercicio previo.

Sin embargo, las admisiones a tratamiento durante 2022 crecieron un 5 por ciento, hasta los 2.791. Eso implica que cada semana, de media, buscan apoyo profesional para desintoxicarse más de medio centenar de gallegos. Las admisiones reflejan la cifra gallegos que en concreto llamaron a la puerta de los profesionales sanitarios en busca de ayuda para su dependencia a lo largo del año por primera vez o tras una recaída, mientras que en la cifra total de ciudadanos a terapia se encontrarían también los que llevan tiempo en el sistema, como puede ocurrir, por ejemplo, con quienes están a tratamiento por derivados de opiáceos.

El segundo contingente que más recurre a las unidades de dependencia para luchar contra el abuso a las drogas es el de bebedores. Un total de 4.128 personas constituyen esa estadística, más del triple que quienes consideran que se exceden con el cannabis y buscan ponerle coto a esa conducta, que ascenderían a 1.269 personas. Hay que tener en cuenta que el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida de Galicia.

En lo que respecta al cannabis, EDADES permite constatar que en Galicia presentan un patrón de consumo de riesgo para la sustancia más de 34.000 personas, lo que supone que apenas 3 de cada cien serían conscientes de que tienen un problema y buscan apoyo para resolverlo. En el alcohol sería aún más bajo ese porcentaje (solo un 2,4 por ciento), ya que EDADES revela un consumo de riesgo en 167.000 gallegos.

El listado incluye también casi 390 fumadores que quieren cortar su relación con el tabaco (una sustancia habitual, de uso diario, para un tercio de la población adulta), unos sesenta cuyo problema es el consumo de benzodiacepinas o los casi 200 que no están atados por una sustancia, sino por lo que se denomina una adicción comportamental, la ludopatía. Asimismo, hay quienes precisan ayuda para combatir su extralimitación con los estimulantes (14), alucinógenos (3) y drogas de síntesis o similares (85).

Para la Xunta, el indicador de admisiones a tratamiento por consumo de sustancias psicoactivas posibilita no solo conocer el número y las características de quienes reciben ayuda por abuso o dependencia de drogas, sino también cómo evolucionan las tendencias de consumo, y consideran que es “imprescindible” para la planificación de los dispositivos asistenciales y el diseño de acciones”. 

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