Más de veinte concellos pilotan comunidades energéticas para surtir dependencias municipales y viviendas

Arranca un plan europeo que lidera la UVigo y apoya la Fegamp en Galicia

Paneles solares instalados en el tejado de la nave municipal de Testos (A Illa).

Paneles solares instalados en el tejado de la nave municipal de Testos (A Illa). / Iñaki Abella

Elena Ocampo

Elena Ocampo

Hace menos de quince días que la mayoría de los colegios públicos de Infantil y Primaria de la ciudad de Plasencia, así como los tejados de otras dependencias de titularidad municipal o autonómica dedicieron instalar placas solares para autoconsumo y ofrecer la energía restante a los vecinos, en una experiencia de comunidades energéticas que otros municipios llevan patentando desde hace unos años y que en Galicia ya fructificó en tejados municipales de Vilagarcía de Arousa, Moaña o A Coruña.

Las comunidades energéticas suman ahora nuevos aliados en municipios más pequeños a través del proyecto europeo “Ec4rural”, que tiene como prioridad asegurar que esas comunidades rurales participan y se benefician de la transición hacia las energías limpias. Este plan, que acaba de arrancar en Galicia con 22 pequeños concellos piloto, es coordinado por la Universidad de Vigo (UVigo), cuenta con la Federación galega de municipios e provincias (Fegamp) entre sus aliados y finalizará en agosto de 2027. Galicia quiere ensayar este modelo en el rural no solo para reducir sus emisiones de CO2, sino para contribuir a revitalizar las aldeas.

Entre los ayuntamientos que lo proyectan se encuentran en Pontevedra los de Silleda, Salvaterra de Miño, Tomiño y O Rosal; en Ourense los de Avión, Entrimo y Muíños; en A Coruña los de Moeche, Vilasantar, Ordes, Tordoia, Vedra, Outes y Mazaricos y en Lugo los de Ourol, Valadouro, Muras, Becerreá, A Pobra do Brollón, Sober, Monterroso y Palas de Rei. Entre los objetivos del plan está “fortalecer y transformar las relaciones entre autoridades locales y regionales y las comunidades rurales para impulsar las comunidades energéticas en los municipios rurales, contribuyendo a la transición hacia las energías limpias en las zonas rurales europeas”.

Pero además la Fegamp viene de participar en el proyecto “Cel Rural”, que inició su actividad en una reunión de lanzamiento en Faro (Portugal) que persigue idéntico objetivo: conseguir incrementar y extender la implantación de comunidades energéticas locales en entornos rurales. Las comunidades energéticas suponen un avance respecto al autoconsumo, pues permite a vecinos, administración, empresas o asociaciones gestionar instalaciones de generación y consumo de energía, creando un “sistema energético descentralizado, justo, eficiente y colaborativo”, expone un informe de la consultora PriceWaterhouseCoopers para la Fundación Naturgy.

Una de las técnicas de la Fegamp que gestiona este proyecto explica que, por el momento, el sistema energético predilecto que se plantea es el de paneles fotovoltaicos. Entre los socios de esta iniciativa que cofinancia el programa europeo Life, con un presupuesto de 1,58 millones de euros, están “Espazocoop” Unión de Cooperativas Galegas y la Fundación Juana de Vega, así como Sapiens Energía y dos agrupaciones de otros países europeos, como son la Association of Estonian Cities and Municipalities y Tartu Regional Energy Agency, ambas de Estonia y European Leader Association fuere Rural Development de Bélgica, acompañadas de dos universidades de los citados países para dar soporte técnico. Del presupuesto consignado, algo más de 700.000 euros serán movilizados en Galicia.

Este sistema no es tampoco algo nuevo entre los proyectos de la administración autonómica. La Consellería de Medio Rural tiene un plan para diseñar cómo compartir energía renovable entre casas, explotaciones agrícolas o edificios públicos, que ensayará en sus aldeas modelo. Aspiran a que funcione ya en 2025.

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