Campaña de incendios: 6.700 hectáreas, un tercio de la media de la última década

En su comparecencia en el Parlamento, el conselleiro de Medio Rural destaca la evidencia del “cambio de tendencia”, con cada vez menos fuegos durante los meses de verano

Un brigadista en tareas de extinción.

Un brigadista en tareas de extinción. / Brais Lorenzo

X. A. T.

La campaña de incendios ha concluido con un total de 908 incendios, de los cuales el 84% no superó la hectárea. El resto (149) quemó 6.773 hectáreas, de las que el 60% correspondió a los grandes incendios forestales de Baleira (Lugo) en el mes de marzo y de Trabada-Ribadeo (Lugo) en octubre. Las cifras las aportó ayer el conselleiro de Medio Rural, José González, durante su comparecencia en el pleno del Parlamento. La actividad incendiaria este año fue más relajada, lo que llevó a que la superficie afectada por las llamas fuera solo un tercio de la media de la última década.

De los 149 incendios de superficie relevante (es decir, de más de una hectárea), 51 se produjeron en período de máximo riesgo de incendio (julio, agosto y septiembre), una evidencia, para José González, de “la desestacionalización” de los fuegos forestales y del “cambio de tendencia”. Hay menos incendios, pero son más virulentos y no están concentrados en los meses de verano.

Superficie arbolada

De las 6.773,8 hectáreas, 4.000 fueron de superficie arbolada (la mitad que la media de los últimos diez años) y el 60% se concentran en los dos grandes incendios forestales del año: el que afectó en marzo a Baleira con 1.500 hectáreas y el iniciado en Trabada que terminó afectando también en Viveiro, en el que ardieron 2.326 el pasado octubre. Además, estos dos fueron los únicos incendios del año en el que fue necesario activar la “situación 2” por su cercanía a núcleos habitados.

Después de un verano que ha sido definido por el conselleiro como “cálido” y “normal” en cuanto a precipitaciones, octubre estuvo marcado por las altas temperaturas y fuertes rachas de viento que derivaron en una “situación anómala”, lo que le llevó a ser el segundo mes del año después de agosto con mayor número de incendios.

Intencionalidad

También puso el foco en la intencionalidad pues, aunque González admitió que todavía están abiertas las investigaciones para determinar si fueron provocados, los incendios de este período se iniciaron de noche y con varios focos simultáneos.

Para el conselleiro, las previsiones “inminentes” de lluvia durante mediados de octubre también animaron a los incendiarios por el “cierre de la ventana de oportunidad” para actuar.

Críticas de la oposición

En el turno de los grupos, el diputado del BNG Diego Lourenzo señaló los factores climatológicos del último verano como los responsables de los datos de la temporada y lamentó la “falta de autocrítica” en el discurso del conselleiro.

A su juicio, el “relato” de que “todo está bien” por parte de la Xunta revela su “conformismo” y la “nula” intención de poner en marcha medidas que avancen hacia la “reagrarización” del territorio gallego o la apuesta por “cortafuegos verdes” con el plantado de especies autóctonas.

Por parte del grupo socialista intervino la diputada Carme Rodríguez Dacosta, que también apuntó a la climatología como elemento que ha permitido mejorar los datos de incendios después de una año 2022 “terrorífico”.

En este sentido, volvió a reclamar que se finalice el análisis del cumplimiento de los objetivos del Plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia (Pladiga) para su incorporación al documento del año siguiente como forma de avanzar hacia la mejora del servicio de extinción y de los mecanismos de prevención.

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