Rueda se rebela contra la condonación de la deuda a Cataluña: “Costará 400 euros a cada gallego”

El presidente advierte que Galicia será “leal pero no sumisa” y pide igualdad de trato

Urge una Conferencia de Presidentes: “lo que es de todos, se decide entre todos”

Alfonso Rueda, rodeado de sus conselleiros, en la declaración institucional en el Pazo de Raxoi.

Alfonso Rueda, rodeado de sus conselleiros, en la declaración institucional en el Pazo de Raxoi. / Xoán Álvarez

Paula Pérez

Paula Pérez

El acuerdo entre PSOE y ERC para la investidura consumó uno de los peores temores del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que llevaba meses advirtiendo contra el “agravio” a Galicia de una posible condonación de la deuda a Cataluña. Finalmente la quita se concretó y el Gobierno perdonará 15.000 millones de euros a los catalanes a cambio de los votos de Esquerra a la investidura de Pedro Sánchez. El jefe del Ejecutivo gallego decidió este viernes a primera hora de la mañana reunir de urgencia a sus conselleiros en el Pazo de Raxoi, en Santiago, para hacer una declaración institucional en la que advirtió que Galicia “no va a estar callada” ni será “sumisa” ante una decisión “injusta” que “castiga” a la comunidad autónoma.

“Este acuerdo supone la transformación de la actual España autonómica en un modelo de Estado radicalmente distinto, en un modelo que estaría basado en la asimetría entre los territorios, en el aumento de los privilegios de unos sobre otros”, clamó rodeado de sus conselleiros, que este viernes cancelaron todos sus actos previstos por la mañana para escenificar la unidad del Gobierno gallego en contra de los acuerdos alcanzados entre PSOE y ERC para la investidura.

La condonación significa que Cataluña no tendrá que devolver 15.000 millones de euros que adeuda al Gobierno por el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), un instrumento creado por la Administración central para inyectar liquidez a las comunidades que tenían dificultades para financiarse en los mercados tras la recesión de 2009. Pero además Rueda recordó que se ahorrará otros 1.300 millones de euros en intereses: en suma, será una quita de 16.300 millones.

Esta cantidad es el equivalente al presupuesto de la Xunta durante 15 meses. “Estamos hablando de lo que supone prestar todos los servicios públicos desarrollados por la Xunta: sanidad, educación y servicios sociales durante un año y un trimestre”, ejemplificó Rueda.

“No puede llamarse condonar a lo que realmente es mutualizar. Es repartir, entre todos los españoles, y por tanto entre todos los gallegos, la deuda acumulada por una sola comunidad autónoma”, advirtió.

Así, según sus cálculos, esto supondrá para cada gallego asumir una carga adicional de más de 400 euros. La factura que debe asumir Galicia suma en total 1.200 millones de euros, que, tal y como advirtió el presidente de la Xunta, es el equivalente “al coste de sostener los servicios sociales durante todo un año”.

El acuerdo entre PSOE y ERC contempla, en todo caso, que la condonación de la deuda se hará a través de una modificación legal que “será de alcance para todas las comunidades”.

En el caso de Cataluña la quita será del 20 por ciento de toda su deuda pública. Sin embargo, el documento suscrito entre Esquerra y socialistas no concreta qué porcentaje se aplicará al resto de autonomías: “Se determinará qué parte del incremento de deuda obedece al impacto del ciclo económico”.

A Rueda esto le parece “difuso e inconcreto”. “Permite adivinar un nuevo agravio a Galicia, que se vería perjudicada por haber limitado su endeudamiento, que fue de los que menos creció de toda España”, señaló.

En su opinión, este tipo de “arreglos” refuerza la necesidad de reformar el sistema de financiación autonómica. “Y debe nacer de un consenso multilateral. Y no hay otro sitio para alcanzarlo que en el seno del Consejo de Política Fiscal”, advierte.

Conferencia de Presidentes

El titular de la Xunta se apoya en el pacto alcanzado en Santiago en noviembre de 2021 entre los presidentes de ocho autonomías de distinto signo político para apelar a la solidaridad interterritorial. “Lo que es de todos se decide entre todos. No se puede decidir a puerta cerrada entre dos partidos políticos”, censuró. Por eso, reclamó la convocatoria urgente de la Conferencia de Presidentes “para debatir conjuntamente, y sin exclusiones, sobre el futuro de la España autonómica y su equilibrio financiero”.

“Reclamamos un trato auténticamente equitativo y un sistema de financiación que garantice los servicios públicos y las infraestructuras. Galicia seguirá siendo leal, pero no será sumisa”, proclamó el presidente gallego.

Rueda cargó contra una investidura “insolidaria y asimétrica” que será, en su opinión, “especialmente injusta para Galicia”.

Y argumentó que esa “desigualdad de trato” no se limita solo al tema económico sino también al “ordenamiento jurídico”. Así, recriminó que el PSOE interprete la Constitución “con extrema laxitud” para “amoldarse a las preocupaciones del independentismo catalán”, en alusión a la amnistía. Y contrapone esta actitud a la “férrea ortodoxia e inflexible contundencia para atacar la legislación autonómica desarrollada por Galicia”, en referencia al recurso de inconstitucionalidad presentado por el Gobierno contra la Lei do Litoral.

“España no puede ser una nación asimétrica. Ninguna investidura de ningún candidato va a valer jamás tanto como eso”, advirtió. El presidente de la Xunta proclamó que Galicia “no asistirá con resignación y en silencio a la sustitución del Estado de las Autonomías por un régimen de intereses ideológicos, partidistas y personales”. “A partir de ahora con más fuerza que nunca defenderemos la dignidad de Galicia”, proclamó.

No fue el único presidente autonómico que ha cargado contra el acuerdo entre PSOE y ERC para la investidura. Dirigentes de comunidades gobernadas tanto por populares como socialistas (Castilla-la Mancha) reclamaron el “mismo trato” que Cataluña.

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Además de las cesiones a Cataluña, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, critica también el acuerdo alcanzado entre PSOE y BNG para la investidura puesto que, en su opinión, recoge “cuestiones absolutamente menores y prometidas reiteradamente”. Sin nombrar directamente al Bloque, el jefe del Ejecutivo gallego tilda de “ofensiva” la forma en que “determinada fuerza política pretende compensar un pacto como el que se conoció ayer” entre ERC y los socialistas.

En concreto, en materia de infraestructuras, Rueda reprochó que se acepte el traspaso integral a Cataluña de las cercanías ferroviarias y una inyección adicional de 132,7 millones de euros a la Generalitat mientras en Galicia “se acumulan los retrasos en la entrega de los nuevos trenes de alta velocidad”.

Pero no solo eso. Rueda citó todas las asignaturas pendientes del Gobierno con la comunidad gallega en materia infraestructuras: la conexión ferroviaria con Portugal “permanece congelada sine die y sin noticias”, sigue “aparcado” el Corredor Atlántico Noroeste de Mercancías “sin avances más allá de desprecios institucionales” y las autovías de competencia estatal, como la A-6, se encuentran, según dice, “en un deplorable estado de conservación”. Pero también recordó la negativa del Gobierno central a la transferencia completa de la AP-9 a Galicia, demanda que cuenta además con el respaldo unánime del Parlamento gallego.

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