FARO celebra 170 años como “estandarte de la libertad que fortalece la democracia”

“Un símbolo de la ciudad, un vigía de la actualidad y un estandarte de la libertad que fortalece nuestra democracia y hace más sana nuestra convivencia”. Así definió el ADN de FARO DE VIGO el presidente del Grupo Prensa Ibérica -al que pertenece este periódico-, Javier Moll, en un discurso compartido con la vicepresidenta del grupo, Arantza Sarasola, en el acto de celebración del 170 aniversario del decano. Se festejó en el Auditorio Mar de Vigo y fue conducido por actores de la Escuela Superior de Arte Dramático de Galicia (ESAD). Contó con la presencia de más de 400 personas, entre las que se encontraban representantes del mundo del deporte, la cultura, las finanzas, la empresa o la política, como el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda; el vicepresidente primero, Diego Calvo; el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices; el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco; el alcalde de Vigo, Abel Caballero; el presidente de la Diputación de Pontevedra, Luis López; o los conselleiros de Sanidade y Medio Rural, Julio García Comesaña y José González Vázquez.

Javier Moll puso en valor en su intervención, la primera del evento, que el 170 cumpleaños de FARO DE VIGO supone un “hito en la historia del periodismo español”. Defendió con orgullo que esta cabecera “ha llevado su información a generaciones de lectores –a los que Sarasola les agradeció la “fidelidad”– y ha ocupado un espacio muy importante en el corazón del pueblo vigués desde el reinado de Isabel II hasta nuestros días, pasando por el Sexenio Revolucionario, la restauración borbónica, la dictadura de Primo, la Segunda República, la Guerra Civil, el Franquismo y la Transición a la democracia”.

Sarasola: "FARO intenta ser un espejo nítido del afan de progreso"

“FARO intenta ser un espejo nítido del afán de progreso que caracteriza a esta tierra y de la personalidad de sus ciudadanos, y apuesta por un periodismo de calidad con el que vertebrar territorio y contribuir al desarrollo económico, social y cultural”, resumió Sarasola, que recalcó el “espíritu de moderación y centralidad” del decano, capaz de “dinamizar la vida social” y “divulgar, concienciar y transmitir valores a través de múltiples iniciativas”, como el FORO DE EDUCACIÓN, el FARO DA ESCOLA o el CLUB FARO, por el que “han pasado premios Nobel y Cervantes”: “Es, desde hace más de tres décadas, el gran ágora cultural de Galicia”, resaltó.

Para ilustrar la magnitud de los 170 años de vida del decano, Moll hizo viajar en el tiempo a los asistentes para recordarles que, en 1853, cuando nació la cabecera –un jueves 3 de noviembre–, “Vigo era una localidad de apenas 6.000 habitantes que contaba con cuatro boticas, seis médicos y una pobre estafeta de Correos en la que se recibían las cartas de Madrid solo tres veces por semana”. Citó al historiador gallego Joaquín Espinosa para añadir que el municipio, por aquel entonces, no tenía “ni traída de aguas, ni alcantarillado, ni ferrocarril” y que el telégrafo “aún tardaría unos años en llegar”.

“El mérito de haber llegado hasta aquí es enorme”, continuó Sarasola, antes de destacar la evolución de este periódico, que, desde hace ya un tiempo, viaja con los lectores en sus bolsillos por medio de los teléfonos móviles. “Mucho antes, acompañó también a sus padres, a sus abuelos y a buena parte de sus antepasados”, apostilló dirigiéndose a los asistentes al acto, patrocinado por el Concello de Vigo, la Xunta de Galicia, la Diputación de Pontevedra, Abanca, Vegalsa Eroski, Hijos de Rivera, Ecoener, Renfe y Telefónica con la colaboración de Coren, Profand, AMA Seguros y Grupo Alvariño.

Moll: "FARO, eje estratégico en la expansión de Prensa Ibérica"

Moll ensalzó el “prestigio” de la cabecera, que, “a mediados de los años 80, se convirtió en uno de los ejes estratégicos en la expansión de Prensa Ibérica”. “Fue en 1986 cuando asumimos el timón de FARO DE VIGO y pusimos en marcha un proyecto ambicioso de relanzamiento que dio prioridad a la mejora del producto periodístico y la búsqueda de una gestión empresarial más eficiente y capaz de garantizar el futuro del periódico”, apuntó Sarasola junto a Moll, acompañados en el acto por Aitor Moll, consejero delegado de Prensa Ibérica; y Ainhoa Moll, directora editorial. También asistió el director general del grupo, Sergui Guillot.

Casi 40 años después, como destacó la vicepresidenta del grupo, el decano es “la cabecera líder del sur de Galicia, con casi 200.000 lectores diarios en papel”, gracias a la “cercanía a los ciudadanos, avalada por un periodismo independiente, responsable y plural”. “Y, con un promedio de 6 millones de usuarios únicos al mes, según Comscore, encabeza también el ranking de audiencia digital en la comunidad autónoma”, presumió.

Moll echó la vista atrás para distinguir la senda recorrida por esta cabecera también en materia literaria, una reliquia bien guardada en su hemeroteca, “un tesoro que alumbra y deslumbra a los amantes de la historia”. “En sus páginas han encontrado una ventana de expresión las más grandes firmas de la literatura gallega y española. Para nosotros es un orgullo que en FARO hayan escrito autores de tanto renombre como Camilo José Cela, Azorín, Borges, Ortega y Gasset, Pardo Bazán, Torrente Ballester, Pérez Galdós, Valle-Inclán, Carmen Laforet, Álvaro Cunqueiro, Vicente Risco o Josep Pla, entre otros”, enumeró.

Garrido: "Una sociedad sana necesitará siempre un periodismo útil"

También se dirigieron al público Abel Caballero, Alfonso Rueda y Rogelio Garrido, director del periódico, que, en una intervención iniciada en gallego y continuada en castellano, expresó su “gratitud a los millones de lectores que, durante 170 años repartidos por tres siglos”, acompañaron al decano de la prensa nacional en una “aventura extraordinaria”. “Me gustaría recordar que, por las páginas de FARO, pasaron las mejores firmas de la literatura, los mejores ilustradores, creadores, humoristas, pensadores, periodistas... Y hoy, muchos de lo que podríamos llamar sus herederos siguen con nosotros y algunos de ellos están aquí acompañándonos en este auditorio”, aseveró.

Garrido vinculó la transformación de la ciudad en estos 170 años con la del periódico, que pasó de tener “cuatro páginas” y entregarse “dos veces por semana” –jueves y domingos– a tener seis ediciones –Vigo, Pontevedra, O Morrazo, Arousa, Deza/Tabeirós-Montes y Ourense– y ser “líder indiscutible en papel del sur de Galicia y también en el ámbito digital”. En 1853, llegábamos a un puñado de hogares y hoy nos leen cada día más de 800.000 personas en la versión de papel o la digital. Entonces, los lectores eran nuestros vecinos; hoy, están en todo el mundo”, indicó.

La celebración del 170 aniversario de Faro de Vigo, en imágenes

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Aseguró que, bajo el abrigo de Prensa Ibérica, esta cabecera puede “elevar el listón de la exigencia y el de la responsabilidad”. “Gracias al grupo, somos capaces de preservar nuestra alma local, pero proyectando una mirada ambiciosa hacia el mundo. Sin embargo, siendo tan diferentes a aquel periódico de 1853, FARO mantiene intacta su vocación fundacional por ser útil y necesario, con información de calidad, opiniones libres y plurales y análisis sosegados, algo imprescindible cuando estamos siendo zarandeados por un tsunami de propaganda, desinformación y bulos”, señaló.

El director del decano aprovechó la ocasión para destacar el “apoyo” de los anunciantes, que, junto con los lectores, permiten a FARO “renovar un compromiso que cumple ahora 170 años: cohesionar a los ciudadanos”. “Una sociedad sana necesitará siempre el periodismo de verdad. Un periodismo cercano a los problemas y los ciudadanos. Un periodismo útil, que cuesta mucho hacerse y por el que merece la pena pagar, y, por cierto, poco”, reflexionó Garrido antes de acentuar la relación directa entre este periodismo y la libertad “para crecer desde el respeto y el diálogo”.

El primer ejemplar

Los asistentes fueron agasajados con una copia del primer ejemplar de FARO, cuya portada cobró protagonismo en un vídeo proyectado durante el acto para resumir la historia del decano desde sus inicios, reflejados también en una obra de teatro por partes a cargo de actores de la ESAD.