Últimos retoques para volver al aula

La pérdida de 1.800 alumnos desde Infantil a Bachillerato acarrea el cierre de 59 unidades y 3 colegios

FOANPAS tratará de no subir los menús en “un año difícil”

Profesoras ultiman los preparativos para la vuelta al cole en el colegio Pintor Laxeiro de Vigo.

Profesoras ultiman los preparativos para la vuelta al cole en el colegio Pintor Laxeiro de Vigo. / Marta G. Brea

Elena Ocampo

Elena Ocampo

Últimos retoques en los colegios e institutos gallegos en plena cuenta atrás para la vuelta al cole, cuya fecha está subrayada en rojo para cientos de profesores y estudiantes: el 11 de septiembre arrancará el curso escolar 2023-24 en Galicia para un total de 225.013 alumnos de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato en el sistema público. Los docentes ya reabren aulas y despachos para tener todo a punto el lunes, mientras en las librerías comienzan a acumularse libros, y reservas. En los patios escolares y ludotecas se ultiman campamentos escolares habilitados para favorecer la conciliación de padres y madres que trabajan en septiembre y se rematan las obras de cubiertas o comedores que –normalmente– se realizan durante la época estival. A marchas forzadas.

Pero la vuelta a las aulas también traerá novedades en Galicia como el cierre de unidades y colegios por falta de niños en un año que será, además, especialmente difícil para las familias por el alza de los precios de material escolar hasta un 30% y los textos y en el que acaba de implementarse la última reforma educativa. Según las cifras que maneja la Consellería de Educación, este año habrá prácticamente 1.800 alumnos menos desde Infantil a Bachillerato que cursarán en el sistema educativo público gallego (2.643 menos en Infantil y Primaria, 115 menos en Bachillerato y 960 más en Secundaria).

Librerías provistas de material escolar en Santiago.  // Xoán Álvarez

Librerías provistas de material escolar en Santiago. // Xoán Álvarez / e. o.

Y tres colegios dejarán de funcionar, todos en la provincia de A Coruña (en Laxe, Padrón y Vimianzo) por falta de matrículas suficientes –solo un alumno en algún caso–. Precisamente, debido a la caída de la matrícula, la Xunta ha cerrado 59 unidades en Infantil y Primaria. Se trata de una constante en los últimos años, debido a la merma en la natalidad: una treintena de centros echaron el cierre en la última década en Galicia. Aún así, desde la Consellería de Educación estiman que la dotación de un total de 11.924 aulas este año “supone un refuerzo del número de unidades en comparación con el curso anterior”, puesto que a pesar de la baja en las matrículas, el número de aulas es mayor al curso pasado, en que funcionaron 11.916 aulas.

El sindicato educativo ANPE Galicia también estima en 89 el número de profesores menos que trabajarán en la comunidad este año y confirma la merma de alumnos en los primeros cursos, que propicia el cierre de 59 unidades. Lamenta, además, “la falta de voluntad” de la Xunta para negociar tanto la carga horaria como los ratios del profesorado. Según el presidente de ANPE Galicia, Julio Díaz Escolante, “somos los últimos en una negociación que ya ha celebrado hasta la comunidad de Madrid”.

Entre las novedades, también está que ya no habrá centros que segregan por sexo, ya que han pasado a ser mixtos para poder acogerse a la financiación, como exige la nueva legislación educativa que culmina de implantarse. A los cursos pares les tocará aplicar la conocida como ley Celaá: 2º, 4º y 6º de Primaria; 2º y 4º de ESO y 2º de Bachillerato, después de que el curso pasado fueran los impares. Lidiarán con nuevas materias y formas de ser evaluados. Para su tranquilidad, los jóvenes que comienzan 2º de Bachillerato ya saben a qué atenerse de cara a su selectividad, después de que el Gobierno anunciara el 31 de agosto su decisión de mantener la vigente prueba de acceso, sin introducir los cambios previstos. “Condenaron a un grupo de padres a que tengan que comprar siempre libros de texto nuevos”, añaden desde las FOANPAS.

Este año el escenario debido a la alta inflación, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) condicionará que las familias deberán contar con unos 400 euros por niño solo para equiparles, incluyendo desde ropa y calzado a libros de texto y material –que también incluyen instrumentos musicales o, en algunos casos, material informático y licencias–. A eso habrá que sumar los gastos de comedor, aulas matinales y extraescolares (aunque en muchos casos no comenzarán hasta el mes de octubre), si bien los importes varían mucho en función de los centros y si estos son públicos o concertados.

Asimismo, ANPE critica la falta de información pública por parte de la Consellería de Educación sobre ayudas del Ministerio concedidas –publicadas en el BOE en julio– en epígrafes como “Bienestar emocional”, “Educación inclusiva” y “Escola 4.0”. Y, más recientemente, la dotación de 450.000 euros en ayudas para atención a la diversidad en centros concertados y privados, que incluyen terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, logopedas y psicólogos y que “no existen” según Julio Díaz, para la enseñanza pública. Esta última aprobación aparece en el DOG del pasado 1 de septiembre.

Desde FOANPAS en Vigo, Iria Salvande explica que "este año el Concello nos incrementó la ayuda para compensar el IPC y esperamos a que nos reciba la Xunta ahora que el precio de los catering subió un euro por alumno. Ya el año pasado tuvimos que incrementar hasta 5 euros el precio del menú diario y no nos gustaría seguir al alza”.

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Que vuelva el sistema de “gratuidad” de los libros de texto; medida que había puesto en marcha el gobierno bipartito hasta 2009 y que eliminó el del Partido Popular. Esa es la demanda que ha vuelto a poner de acuerdo a BNG y PSdeG en una reclamación que ayer trasladaron a la Xunta. La líder del BNG, Ana Pontón, indicó que volver a implantar este modelo de gratuidad para los libros de texto será uno de los primeros compromisos que adopte si llega a la Xunta tras las elecciones de 2024, con el objetivo de que se pueda poner en marcha ya en el próximo curso. Y citó otras medidas como una “tarjeta escolar” de entre 250 y 500 euros para material escolar para familias con rentas inferiores a 12.000 euros por cada miembro de la unidad familiar.

A estas críticas también se sumó el portavoz del PSdeG en el Parlamento, Luis Álvarez, que subraya que la compra de libros de texto es algo “que podría ser absolutamente gratuito si el Gobierno gallego no optase ideológicamente por un modelo que no es eficiente”. El socialista ha reiterado que su grupo “defendió, defiende y defenderá” la opción que suponga “recuperar un modelo de gratuidad universal”, puesto que es “más equitativo y solvente por mucho que la Xunta se empeñe en decir que no”. El nuevo portavoz del PP gallego, Alberto Pazos, desechó estas apreciaciones de la oposición ya que considera que la vuelta al cole en Galicia es “menos problemática por la ayuda de la Xunta”, en relación a que el Gobierno autonómico incrementa en más de un 12 % la cuantía de aportaciones para comprar libros de texto y amplía en cerca de un 40% los beneficiarios del bono para material escolar hasta los 130.000 alumnos.

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