Las bajas temperaturas causan 199 fallecimientos en Galicia en los tres primeros meses del año

El pasado año se calcula que en Galicia murieron 236 personas por causas vinculadas a las altas temperaturas tras sufrir la comunidad y el resto de España una de las mayores olas de calor de la historia, tanto en intensidad como en duración. Pero llegado el invierno, también se registran defunciones asociadas a las bajas temperaturas. Solo este año, entre enero y marzo, habrían fallecido en Galicia otras 199 personas, según las estimaciones del Instituto de Salud Carlos III, ente adscrito al Ministerio de Sanidad que elabora el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo), cuyo objetivo es identificar las desviaciones de mortalidad observada con respecto a la esperada según las series históricas, y permite estimar de forma indirecta el impacto de cualquier evento de importancia en salud pública. En el conjunto del Estado, las muertes atribuibles al frío llegarían a las 1.783.

La cifra de muertes en Galicia es sensiblemente superior a del mismo periodo del pasado año, cuando el sistema MoMo registró 101 por causa directa o inducida del frío. Así que ahora casi se dobla el número, que también duplica al de fallecimientos por accidentes de tráfico en la comunidad.

Fechas

El grueso de las defunciones se habría producido en dos periodos concretos, ente el 29 de enero y el 7 de febrero y, por otra parte, entre el 28 de febrero y el 11 de marzo. El análisis del Instituto de Salud Carlos III indica que en la provincia de Lugo no se habría registrado ningún óbito, por lo que todas las defunciones se reparten entre las otras tres provincias: 76 en A Coruña, 67 en Pontevedra y 56 en Ourense.

Durante el pasado año, el MoMo estimó que en Galicia murieron por causas asociadas al frío 121 personas (101 en el primer trimestre y otras 20 en diciembre), por lo que en quince meses, contando el primer trimestre de 2023, habrían fallecido 320 gallegos, que son ya más que los óbitos atribuibles a la ola de calor (236), aunque para que la comparación resulte más precisa se tendrá que esperar a ver cómo se comporta el verano.

Pobreza energética

El modelo para identificar las desviaciones de mortalidad no entra en las causas más allá de indicar que por las altas o bajas temperaturas. Pero uno de los motivos de fondo bien podría ser el avance de la denominada pobreza energética.

Es la situación en la que un hogar es incapaz de pagar una cantidad de energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas y/o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética de su vivienda, por lo que son incapaces de mantener su vivienda a “una temperatura adecuada”, bien por un deficiente aislamiento o porque carecen de recursos económicos suficientes y optan por no encender radiadores o poner la calefacción. En este escenario estarían viviendo unos 353.000 gallegos.

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