Alcaldes sin sueldo

Una docena de regidores municipales trabajan por sus concellos sin remuneración pública

Alcaldes gallegos sin sueldo del concello

Alcaldes gallegos sin sueldo del concello / FdV

En Galicia, al menos una docena de alcaldes no reciben un sueldo de las arcas del Concello por la labor que desempeñan como regidores. Para mantenerse ellos (y sus familias) acuden a diario a sus trabajos respectivos fuera de foco. Ejercen sus obligaciones oficiales antes o después de sus jornadas laborales. Y ven a sus familias en el rato que les queda entre comer y dormir. Entonces, ¿por qué pelear por una alcaldía? “Porque yo nací aquí. Vivo aquí. Y la política que se estaba haciendo hacia el rural era equivocada para nosotros”, responde convencida la alcaldesa de Larouco (Ourense), Patricia Lamela (PP).

Es técnico en cuidados auxiliares de enfermería en el Hospital del Bierzo, a donde procura ir por las tardes para poder dedicar las horas de la mañana a sus obligaciones en el Ayuntamiento. “A veces vuelvo en el coche tan cansada... Mi trabajo en el hospital requiere mucha responsabilidad. En el Concello igual. No puedo permitirme estar al 50% en ninguno de los dos, debo estar al 100%”, explica su día a día sin perder la alegría cuando lo dice.

Su familia y sus amigos le dicen que no puede seguir así, pero ella, lejos de decaer, se vuelve a presentar “para ganar y con ilusión, aunque un poco más cansada pero solo físicamente”, cuenta. Está convencida de que los vecinos saben el trabajo duro que lleva encima.

“No quiero sueldo, prefiero usar el dinero en un proyecto”

Patricia Lamela - Alcaldesa de Larouco desde 2019 (PP)

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Cuando Patricia se sentó en su despacho de alcaldesa y vio lo que había tras bambalinas se encontró con un Concello endeudado. “Teníamos un problema de liquidez que es normal en los ayuntamientos, pero para nosotros era demasiado. Eran cerca de 90.000 euros en facturas por pagar a proveedores, más créditos pendientes. Se sumaban las obligaciones que te pone Hacienda cuando presentas deudas. Lo primero era solucionar las cuentas porque si no, no íbamos a poder hacer nada”.

Cuando se le pregunta si por eso ella no tiene sueldo, responde que “el alcalde aquí nunca cobró”. Y explica que el Ayuntamiento solo cuenta con dos administrativas, un secretario, un alguacil y una señora de la limpieza, que solo puede estar contratada unas horas al día, por las limitaciones del presupuesto municipal. Esta mujer se encarga del acondicionamiento de todas las instalaciones municipales, desde el propio Consistorio, al aula de naturaleza o el pabellón donde se hacen los campamentos. Y añade con un tono de verdadera alegría: “Por fin hemos podido contratar a una asistente social media jornada”.

El municipio compartía a la profesional anterior con otro concello cercano, pero no era posible cubrir las necesidades que exige una oficina como la de Servicios Sociales. Solo va media jornada, pero para Patricia es un verdadero logro. Cuando se le pregunta qué pasa con su salario ella responde con sencillez y total claridad. “No tenemos mucho, a lo mejor prefiero invertir ese dinero en algo bueno para el pueblo”, sostiene. Aunque sí reconoce que contar con un régimen de “dedicación parcial” le ayudaría mucho porque podría justificar su labor de regidora en el hospital y organizar su jornada laboral de otra manera, sin la paliza que lleva encima. Su concello tienen apenas 440 habitantes, la ley no contempla ni una cosa ni otra con una población tan pequeña. Pero ella seguirá luchando por mantener vivió a su pueblo con iniciativas como una casa nido donde se cuidan a 15 niños de entre 0 y 5 años, mientras sus padres trabajan. “¡Todo un logro!” dice refiriéndose al nacimiento de estos pequeños en el pueblo.

De Ávila a A Capela

Manuel Meizoso estaba en una central hidroeléctrica en Ávila hace dos días trabajando. Mientras, su equipo en el Concello seguía en A Capela (A Coruña) trabajando por el pueblo. Porque Manuel es otro de esos regidores municipales sin sueldo público que han asumido la responsabilidad de trabajar también por sus vecinos. Cabeza de lista por el PSOE, lleva al frente de la corporación local ya 12 años. El alcalde que le precedió quería jubilarse y le propuso a Manuel coger las riendas. “La idea no me disgustaba, pero quería saber qué opinaba el resto de la agrupación, unas 30 personas. No quería perder su respeto”, explica sobre sus compañeros de agrupación y sobre los de la propia corporación a los que califica de “fuera de serie”.

“Trabajamos muy bien juntos, el Concello va a una y podría funcionar como una asociación más”

Manuel Meizoso - Alcalde de A Capela desde 2011 (PSOE)

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“Trabajamos muy bien juntos, el Concello va a una y podría funcionar como una asociación más”, afirma convencido de todo lo que han sido capaces de lograr manteniendo un buen ambiente y fomentando la participación de todos. Y hace balance subrayando que lo más importante ha sido “seguir manteniendo todos los servicios”, en referencia a los suministros de agua y luz, entre otros, que “por la dispersión y la falta de dinero es tan complicado de mantener en los pueblos”, explica.

Sobre su familia dice que se acostumbran como pueden a su nivel de trabajo. “Mis hijos son mayores”, comenta un hombre al que las elecciones le importan entre poco y nada. “Es un filtro que hay que pasar, pero no me preocupa. Cualquiera de los candidatos busca lo mejor para la gente”, afirma este cabeza de equipo más que de partido.

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La Secretaría de Estado de Función Pública hace público cada año un documento llamado ISPA donde se recoge el sueldo y tipo de dedicación (exclusiva, parcial o sin dedicación) de los alcaldes de España. De los 313 concellos gallegos figuran en el listado 284. Oficialmente en 14 de ellos sus alcaldes no perciben salario por sus labores municipales. Sí dietas por plenos y reuniones. Sin embargo, el número real es menor. Dos casos curiosos destacan: Poio dentro de los 14 porque en 2021 (últimos datos ISPA disponibles) su alcalde estaba jubilado y ha sido sustituido por una compañera de corporación. O Melón, cuyo alcalde sí tiene sueldo actualmente, pero en el año de registro no lo tenía porque sus compañeros de gobierno (y de su propio partido) se lo quitaron en votación durante la celebración de un pleno extraordinario y luego le dejaron solo.

Por lo que, al menos, 12 alcaldes gallegos trabajan por sus pueblos sin recibir compensación económica por ello: A Capela, Pontedeume, As Pontes de García Rodríguez, Ribeira de Piquín, O Barco de Valdeorras, Carballeda de Avia, Maside (todos del PSOE); Mondoñedo, Larouco, Pontedeva (PP); A Mezquita (BNG) y Vila de Cruces (independiente). Lo hacen porque creen en lo que hacen y se entregan de manera vocacional.

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