La mayoría de gallegos ya acude al 'doctor Google' contra el criterio médico: “Solo genera ansiedad”

Más de 1,2 millones de ciudadanos incurren en esta práctica: el 70% | Los profesionales desaconsejan tratar de autodiagnosticarse a través de la red

Una mujer consulta su ordenador desde su casa

Una mujer consulta su ordenador desde su casa / Efe

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Mientras este redactor comenzaba a escribir esta información, sufrió un episodio momentáneo de dolor en el pecho, así que tecleó en Google “dolor agudo en el pecho” y el brote de un escalofrío arreció por su columna vertebral. “La causa de dolor en el pecho puede variar desde problemas menores, como acidez estomacal o estrés emocional, hasta emergencias médicas graves, como un ataque cardíaco o un coágulo de sangre en los pulmones (embolia pulmonar)”, rezaba la primera referencia. La búsqueda de información sobre salud en internet se ha convertido en una práctica habitual y en crecimiento, pues en la última década se ha disparado casi un 40% entre los gallegos de 16 a 74 años. El 70% de usuarios realiza estas prácticas de manera común, lo que supone más de 1,2 millones de ciudadanos.

Los médicos desaconsejan el modus operandi de este redactor y rechazan la búsqueda de un autodiagnóstico a través de síntomas concretos en la red. “Es algo condenado al fracaso que solo te va a generar ansiedad y nerviosismo”, avanza Jesús Sueiro, portavoz de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec). “Quizás dentro de 50 años y gracias a la Inteligencia Artificial esta práctica pueda ser correcta, pero no ahora. Para lograr un diagnóstico es necesaria una exploración, unas preguntas y una serie de clínicas con las que un médico puede diferenciar si, por ejemplo, un dolor de cabeza responde a una migraña o es algo peligroso”, añade.

El recurso a la red resulta cada vez más habitual. Si en 2011, usaba internet para obtener datos sobre enfermedades, lesiones o nutrición el 51,2% de los usuarios de 16 a 74 años de Galicia, el porcentaje es ahora del 70,5%, según los datos correspondientes a 2021, los últimos disponibles, del Instituto Galego de Estatística (IGE).

Se trata de la segunda cifra más alta desde que existen registros, solo superada por el 72,1% de 2020, el año en que irrumpió la pandemia de COVID-19, que derivó incluso en un confinamiento domiciliario de tres meses. La tendencia es de crecimiento. En 2013, el porcentaje era del 59,6%, por el 61% de 2015, el 57,6% de 2016, el 62,9 de 2017, el 63% de 2018 y el 65,3% de 2019. El IGE carece de datos de 2012 y 2014. A nivel estatal, la tendencia es similar, con un 56,8% en 2011 y un 73,9% en 2021.

Sueiro diferencia entre el intento de usar internet para el autodiagnóstico y la búsqueda de información sobre una dolencia correctamente identificada por un facultativo. “Se trata de aplicar el sentido común. Si tienes una dolencia diagnosticada, está bien buscar información en páginas serias, de sociedades científicas o colegios médicos, por ejemplo, pero no en cualquier web. Es como con las noticias, buscas medios contrastados para huir de las fake news. Está claro que en algunas páginas buscas dolor de cabeza y aparece tumor, por lo que se puede llegar muy asustado a la consulta”, comenta el galeno.

En este punto, aclara la diferencia entre los perfiles ciudadanos. “La población más envejecida no tiene acceso a la red o no lo usa, por lo que no viene con estos problemas, pero la gente joven lo usa más”, indica Sueiro.

No resulta frecuente que se presenten pacientes a las consultas con el miedo en el cuerpo para intentar confirmar el autodiagnóstico a partir de búsquedas en internet, pero se registran casos. “No es lo habitual, pero sí que pasa. Así solo se gana ansiedad. Mi consejo es buscar información en sitios rigurosos cuando un médico te ha diagnosticado una dolencia, pero usar el phishing para intentar pescar qué te pasa con unos síntomas es un error”, zanja.

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