Acudir a internet para buscar asesoramiento médico se ha convertido en una práctica habitual en España. En los últimos diez años, los datos de Eurostat -Oficina Europea de Estadística- señalan que aumentó un 30% la cifra de españoles internautas que realizan consultas médicas en Google.

Concretamente, de todas las personas que usan la Red, un 49% en España procura información sobre lesiones, enfermedades, nutrición o mejora de la salud en el buscador. En el año 2006, la cifra era de un 29%.

Con estas cifras, el Estado español se sitúa como el séptimo de la Unión que más recurre al ya denominado "Doctor Google". Por delante, se encuentran países como Luxemburgo (71%), Dinamarca (65%) o Alemania (63%). Y por debajo, figuran, por ejemplo, Francia (43%), Bulgaria (24%) y Rumanía (29%), entre otros.

Desde el Colegio de Médicos de Pontevedra, su secretario, Pedro Silva, explica que se trata de "un tema controvertido porque, básicamente, el 'Doctor Google', por llamarlo de alguna forma, está muy infuenciado por las series de televisión donde algunos médicos interpretan -a su manera- el diagnóstico y tratamiento más apropiado para cada caso".

Silva advierte de que "el manejo de internet con unos datos que muchas veces no son objetivos sino subjetivos deja muchos cabos sueltos" a la hora de exponer los problemas de los pacientes. "La dolencia que cada uno tiene, la vive anómalamente ya que no predomina la objetividad sino la subjetividad", apuntó.

Es decir, una cosa es lo que recogen las pruebas científicas y los datos que obtiene el médico en cosulta real al ver al paciente y tras hablar con él o examinarlo; y otra cosa distinta es la opinión que el propio enfermo facilita de su problema.

El secretario del Colegio de Médicos de Pontevedra agregó que "hay muchos sesgos de entrada" en las consultas médicas en la Red: "No todos los médicos que tienen una cierta fama o renombre como manejadores de webs son afortunados a la hora de escoger los casos clínicos. Además, los pacientes siempre son excesivamene subjetivos porque no tienen otro margen de error que su propia experiencia".

Desde la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), alertan de que internet no es la sustituta del doctor. Los profesores de la UOC Carme Carrión y Manuel Armayones explican que "los peligros vienen determinados por la fiabilidad de la fuente que se consulte y por el nivel de conocimientos digitales que tenga el internauta".

Un problema importante se da, precisamente, cuando la persona internauta busca información o asesoramiento sobre su enfermedad en foros no especializados de pacientes a los que pide ayuda. En casos, se puede ver cómo priorizan la consulta en estos espacios antes de la visita a su médico o especialista lo que conlleva riesgos para su salud y su bienestar psicológico.