Los jóvenes quieren formarse para trabajar como médicos, enfermeros y profesores

Las titulaciones sanitarias arrasan como primera opción en las universidades públicas | Veterinaria y Psicología reinan junto a Medicina como preferidas en los grados únicos

Un estudiante de Medicina visita una ludoteca.

Un estudiante de Medicina visita una ludoteca. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Carmen Villar

Carmen Villar

La pandemia condicionó las prioridades y situó en el centro de las preocupaciones de los ciudadanos la salud, tanto física como mental. Además, el coronavirus irrumpió en la sociedad en un momento en el que Ejecutivos autonómicos como el gallego se quejan de la escasez de profesionales sanitarios, sobre todo en ciertas especialidades, mientras contemplan con preocupación el gran número de jubilaciones que está por llegar. Lo propio pasa en la docencia: informes como el realizado hace un par de años por la CIG advierten que en los próximos años el sistema educativo gallego perderá uno de cada cuatro profesores, lo que, reivindican, se traduce en la necesidad de “ofertas amplias de empleo” público. En este contexto, no es de extrañar que las vocaciones de los jóvenes se encarnen en las universidades gallegas en carreras sanitarias o en las relacionadas con magisterio, complementadas con Administración y dirección de empresas.

Así lo revelan las carreras con más solicitantes en primera opción conforme a información facilitada por la CiUG. Medicina es la reina absoluta de todo el sistema universitario gallego, al ser elegida como la preferida de más de 4.100 estudiantes. No obstante, hay que tener en cuenta que el caso de Medicina en concreto es bastante particular, dado que son muchos los jóvenes de dentro y fuera de Galicia que piden en facultades de todo el país y después se matriculan en el lugar que responde mejor a sus intereses o a sus notas. De hecho, la gestión de las plazas de estas facultades, que provoca un efecto arrastre en titulaciones sanitarias, motivó que la agrupación estatal de sus decanos abogase por implantar un listado único. 

Junto a Medicina, si se examinan grados únicos en todo el sistema, reinan Veterinaria (695 aspirantes la pusieron de primera opción) y Psicología (686), ambas también en la Universidade de Santiago. De hecho, la USC copa los seis primeros puestos en números absolutos de demanda en primera opción. La UVigo no aparece hasta el 14º lugar y lo hace con Enfermería en Ourense.

Precisamente Enfermería, que en Galicia se imparte en ocho centros, analizada en su demanda total, es la favorita de más de 2.160 preuniversitarios, seguida de los grados relacionados con magisterio, tanto Infantil como de Primaria, que serían los favoritos de 1.700 candidatos, junto a poco más de mil personas que sitúan alguno de los grados de ADE impartidos en las universidades gallegas en el sitio preferente de su lista.

Santiago En el doble título de Matemáticas y Física casi 11 candidatos se disputan cada plaza

No obstante, las posiciones cambian si se analiza la relación de esos aspirantes con las plazas ofertadas. En ese caso, aunque Medicina vuelve a liderar, con 11,5 solicitudes por cada una de sus 360 vacantes, el segundo puesto lo ocupa el doble grado de Matemáticas y Física, con casi 11 candidatos para cada una de sus escasas diez sillas, seguido por Odontología (ambos en Santiago), que supera los 10. Si se considera el cómputo global, sumadas todas las carreras anotadas por los estudiantes en su preinscripción, al margen de su preferencia –en teoría son cinco, pero pueden llegar a diez con grados iguales en distintos campus–, serían las Enfermerías las que acumulan más peticiones.

Tras la selectividad, entrar o no en el título deseado depende de la voluntad del candidato, pero también de la nota de corte. Los datos del Gobierno muestran cómo uno de cada tres universitarios planta el grado antes de finalizarlo en Galicia y que unos cuatro mil alumnos acceden cada curso a una carrera que no era su predilecta.

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La ABAU (Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade) determina en gran parte el futuro académico de los estudiantes, al ser fundamental, junto al expediente de Bachillerato, en la nota de acceso a las facultades. El modelo de examen está en proceso de cambio, pero este año los estudiantes de 2º de Bachillerato no tienen por qué preocuparse por eso, dado que el Gobierno ha decidido que sea similar al de los últimos cursos, con mayores opciones a raíz de la pandemia. Sin embargo, habrá otras modificaciones y tienen que ver con el proceso de llamamientos y matrícula.

Las explicó ayer el delegado de la UVigo en la CiUG, Iván Area, quien indicó que si bien la realización de los exámenes, previstos del 6 al 8 de junio en convocatoria ordinaria, no registrará novedades, sí lo harán los plazos para inscribirse y “sustancialmente”. Según aclara la UVigo en un comunicado, Area alegó que se busca “armonizar” el calendario con el resto de distritos universitarios.

En concreto, se concentrarán cinco llamamientos ya en el mes de julio (agosto queda libre) y al cuarto ya se incorporarán quienes superen la ABAU en la convocatoria extraordinaria, si bien mantendrán la preferencia de acceso los que lograron el apto en la ordinaria. El sexto llamamiento se producirá el 1 de septiembre y la matrícula, del 2 al 4. A partir de ahí, dijo, se prevén convocatorias en las titulaciones “con vacantes”.

Además, al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, que cuenta con 30 minutos extra, se le facilitará un nuevo horario para que pueda descansar media hora entre pruebas.

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