Las jubilaciones y la escasez de MIR dejarán un déficit de 900 médicos de familia en 2026

Galicia es la comunidad donde quedarán más vacantes | Los 634 nuevos especialistas que acaban su formación en este periodo no serán suficientes para cubrir los 1.533 retiros previstos

La médica de familia Flora Miranda.

La médica de familia Flora Miranda. / Bernabé

Lorena Rey

El déficit de médicos de familia se agravará en Galicia al menos en los próximos tres años. El envejecimiento de la plantilla de facultativos en Primaria está provocando ya un elevado número de jubilaciones. Y el relevo no está garantizado, pues las plazas que se han convocado para formar a nuevos doctores han sido hasta ahora escasas. En el periodo 2021-2026 terminarán su formación un total de 707 MIR y no todos se quedarán en Atención Primaria, pues siempre hay un porcentaje de abandono, que como mínimo rondará el 10 por ciento. Es decir, quedarían alrededor de 634 nuevos especialistas disponibles para incorporarse a los centros de salud. Sin embargo, en ese intervalo de tiempo habrá 1.533 profesionales que alcancen la edad para retirarse. Esto significa que quedarán vacantes 899 plazas de médico de familia en 2026.

Los cálculos son del Centro de Estudios del Sindicato Médico Andaluz, que advierte además que Galicia encabezará las comunidades con mayor déficit de facultativos de Primaria. Ante estos datos la Consellería de Sanidade asegura que pretende retener a los profesionales para que sigan en el sistema sanitario público más allá de la edad legal para jubilarse. Ahora pueden prorrogar su retiro hasta los 70 años, pero el Sergas quiere ampliar este margen hasta los 72, tal y como ocurre con la judicatura. Y para ello está en negociaciones con el Gobierno para que se modifique el Estatuto marco. Esta medida podría aliviar el déficit de profesionales en los próximos tres años, aunque si no se aumentan las plazas MIR el problema simplemente se estaría postergando.

De ahí que la Consellería de Sanidade insista en ampliar las plazas MIR y también en que se flexibilicen las unidades docentes para tener capacidad para formar a más médicos. Para evitar abandonos el Sergas defiende que están ofreciendo a los residentes que terminan un contrato estable de tres años.

El problema, sin embargo, viene de lejos. No se convocaron hasta ahora las plazas MIR suficientes en previsión del elevado número de jubilaciones previstas. Hay que tener en cuenta que un residente en Medicina Familiar tarda cuatro años en formarse. Por eso los 707 nuevos especialistas que terminan su formación entre 2021 y 2026 no serán suficientes para cubrir las bajas por jubilación.

Según los datos del último informe del Ministerio de Sanidad sobre “Oferta-Necesidad de Especialistas” el 34 por ciento de los 4.500 médicos de familia de Galicia tiene 60 años o más. Es la tercera plantilla más envejecida entre las comunidades autónomas, solo superada por Aragón y Castilla y León.

Esto significa que en un plazo de tres años el 59 por ciento de las vacantes que dejarán estas jubilaciones quedarán sin cubrir porque no hay relevo.

Sanidade precisa que el déficit de especialistas es “un problema común” a todo el Sistema Nacional de Salud. Efectivamente todas las comunidades sufrirán déficit de facultativos de Primaria, salvo una: Cataluña, donde el Centro de Estudios del Sindicato Médico Andaluz prevé un superávit de 291 doctores. En conjunto, en España faltarán 4.899 especialistas en Medicina Familiar en 2026.

Galicia, en todo caso, encabeza el déficit de médicos de familia. Le sigue la Comunidad Valenciana, con 848 plazas sin cubrir, y Andalucía, con 769.

Las tornas cambiarán, sin embargo, a partir de 2026. Aunque tarde, las plazas para formar MIR están aumentando. Solo este año se formarán a 207 especialistas, un 45,8 por ciento más respeto a la anterior convocatoria. Esto dará sus frutos dentro de cuatro años cuando estos residentes finalicen su formación y puedan incorporarse al sistema sanitario público.

A este aumento de plazas MIR se sumará que a partir de 2026 se reducirán las jubilaciones previstas. Así, entre 2027 y 2031 se retirarán solo 587 facultativos de Familia. Por el contrario, habría 928 nuevos especialistas disponibles tras terminar su formación. Esto significa que habrá un excedente de 342 médicos.

Pero esto no significa el fin del problema, pues hay que recordar que en 2026 habrá 899 vacantes sin cubrir. El exceso de facultativos de Familia entre 2027 y 2031 daría para paliar ese déficit en 342 plazas, pero aún quedarían otras 557 pendientes.

En este contexto es vital retener a los actuales profesionales. Y para ello Sanidade defiende que están mejorando sus retribuciones para compensar las prolongaciones de jornada y ofertando plazas en propiedad mediante concurso de méritos. También se está desarrollando un plan para estabilizar a los profesionales eventuales y se destinan 14,5 millones a la carrera profesional del personal eventual.

Aspirantes a una plaza de Médico Interno Residente (MIR).

Aspirantes a una plaza de Médico Interno Residente (MIR). / RICARDO GROBAS

Cuatro de cada diez facultativos que dan clase en la Facultad de Medicina se retirarán en cuatro años

La rigidez del sistema para acreditarse como docentes y la falta de incentivos provoca que no haya relevo

La Universidad de Santiago calcula que el 38 por ciento de los docentes que ejercen en el Servicio Galego de Saúde se jubilarán en los próximos cuatro años. En la actualidad hay un total de 53 plazas con vinculación asistencial: plazas de profesorado para áreas clínicas, en las que se combina la plaza de profesor de universidad con la asistencial en el Sergas. “No existen muchos médicos especialistas con acreditación para figuras de profesorado y eso impide que puedan incorporarse al cuadro de personal. Los criterios para la acreditación expedida por Aneca (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) son poco adecuados para alguien que le tiene que dedicar una buena parte de la jornada de trabajo a la asistencia sanitaria”, indica el vicerrector de Profesorado de la USC, Ernesto González Seoane. Es un problema que se le está planteando a todas las facultades de medicina de España.

Sin embargo, González Seoane considera que esta situación puede estar en fase de solución porque Aneca modificó recientemente los criterios para la acreditación de profesorado en áreas clínicas.

En esta problemática profundiza el decano de la Facultad de Medicina de la USC, Julián Álvarez. “Cuando acabas la carrera, empiezas el MIR y luego haces el doctorado. Un médico asistencial puede empezar a pensar en una carrera académica a los cuarenta y pico años. Si se acredita con esa edad su vida profesional va a ser muy corta”, detalla. Por eso transmite la idea de que no es tanto que falten profesores sino que llegan muy tarde a la carrera académica. “Llegan a ser contratados doctores profesores titulares con edades muy elevadas, lo que hace que la vida media de un profesor universitario hace un tiempo fuera de más de veinte años y ahora no llega ni a quince”, comenta.

Ahora hay 53 plazas docentes reservadas a médicos que trabajan en el Sergas

Álvarez considera que el problema más grave es que cada vez hay más profesores con mérito suficiente. Asegura que incluso está intentando convencer a algunos de Santiago para que se acrediten “pero no quieren porque compaginar la asistencia con la facultad a veces no es fácil”. Si a eso se le añade que algunos quieren seguir investigando, se encuentran con que no hay horas suficientes en el día “para atender a los enfermos al ritmo y tiempo que pide el Sergas y a mayores dar clase”. Incidiendo en el tema, el decano recuerda que “son la Facultad de Medicina más grande de España y cada trabajo de fin de grado consume tiempo”.

“A lo mejor estamos muriendo de éxito”, advierte el decano. Medicina siempre ha resultado un grado atractivo y con estudiantes con altas cualificaciones. “Pero a lo mejor estamos intentando tocar demasiados palos”, asegura. Álvarez se atreve a decir que pudo haber un punto de inflexión que supondría estar ante una carrera que ha perdido peso y en la que los médicos no se quieren acreditar para dar formación.

Con todo, en los últimos años no se produjeron incorporaciones, lo que se tradujo en un envejecimiento del equipo de profesorado. Analizando las edades medias en las áreas con tres o más docentes se observa que en la gran mayoría se superan los sesenta años. En Anatomía y Embriología Humana la edad media se sitúa en 55,02 años; en Anatomía Patológica en 64,57 años; en Cirugía (64,4), en Medicina Preventiva y Salud Pública (53,03); en Oftalmología (64,66), en Pediatría (60,96) y en Psiquiatría (65,31), según datos facilitados por el vicerrectorado de Profesorado.

A mayores y de cara al año 2026 hay una previsión de jubilación muy alta. En el 2023 se espera que se jubile un médico que enseña, en 2024 serán cinco, en 2025, tres y al año siguiente once. “Para prever la necesidad de relevo geracional lo que hicimos en los últimos años fue crear en cada Oferta de Emprego Público una serie de plazas vinculadas, unas cuatro por año”, detalla González Seoane. 

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