A falta de lluvia, bienvenida es la niebla. El manto que esta dibuja por la fachada oeste de la costa gallega está ayudando a mitigar las llamas que asolan la comunidad. Actualmente, Galicia lucha contra siete incendios que ya arrasan 4.262 hectáreas, las cuales se suman a las 35.000 que devoraron el territorio a mediados del pasado mes de julio, la ola más voraz de toda la historia del territorio autóctono. El principal fuego en activo afecta al concello coruñés de Boiro -donde se originó- y a la comarca del Barbanza alentado por el viento, el calor y la sequía, donde ya han ardido 2.200 hectáreas. Además, ha obligado a desalojar a 700 personas: 300 personas fueron realojadas en polideportivos de Ribeira y otras 13, en el de A Pobra do Caramiñal. Los otros 400 lograron cobijo gracias a sus propios medios, según informa EFE.
La cercanía de las llamas a los núcleos de población dio lugar a que se activase el nivel de alerta en Situación 2 “como medida preventiva”, según informó la Consellería de Medio Rural. Con todo, la aparición de la niebla en las últimas horas ha provocado un escenario esperanzador, a tenor de las declaraciones a FARO de los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), ya que esta está ayudando a refrescar la zona. De hecho, la Xunta ha trasladado esta mañana de que el fuego está perimetrado y "evoluciona favorablemente" y ha desactiva la situación 2 de emergencia al entender que las llamas ya no amenazan ningún núcleo poblado.
Esta situación meteorológica se mantendrá a lo largo del día y la noche -principalmente en las Rías Baixas-, aunque por la tarde se rebajará a bancos menores, a raíz del último informe de Meteogalicia. Las lluvias se esperan para la tarde de hoy, aunque principalmente en la provincia de Ourense y en el sureste de Lugo. Llegarán a ser generalizadas el miércoles.
Regidores de la zona apuntan a la intencionalidad como causa más probable del origen del fuego el pasado jueves, informa EFE.
En la provincia de Pontevedra propiamente, el incendio más voraz está siendo el originado en Caldas de Reis, concretamente en el monte Xiabre, en la parroquia de Saiar, que ya ha arrasado 450 hectáreas tras declararse controlado esta misma mañana. Ayer ya se había desactivado la Situación 2 por la cercanía de las llamas a los habitantes. El segundo foco más voraz se situaba en la parroquia de Mourentán, en Arbo, y que ha sido finalmente extinguido tras calcinar 364,68 hectáreas. Además de este, también en Arbo se ha extinguido un segundo foco, el que afectaba a la parroquia de Barcela, que ha calcinado 82 hectáreas.
El incendio que peor evolución registró este pasado sábado fue el iniciado en la parroquia de Xustáns, en Ponte Caldelas –surgido sobre las 19.35 horas del viernes–, que va por las 380 hectáreas quemadas y que obligó a activar la Situación 2 del mismo modo por la proximidad de las llamas al núcleo de Canicouva, un aviso que esta mañana de domingo se desactivó tras evolucionar favorablemente. Ayer era tal su alcance que se atisbaba desde varios puntos de la ría de Vigo después de correr en un frente de llamas amenazando el suelo de Arcade, Soutomaior y Ponte Sampaio. Su aparatosidad ha dificultado incluso el tráfico aéreo "afectando a la aproximación al aeropuerto de Vigo" obligando a "realizar muchas coordinaciones": "Los medios aéreos cruzan constantemente el localizador de la pista 19", trasladaron desde su cuenta de Twitter los controladores aéreos nacionales. Afortunadamente este incendio ha quedado estabilizado sobre las 18.00 horas de hoy.
El otro incendio presente en la comunidad se localiza en Ourense, en Verín. Quedó estabilizado a primera hora de ayer tras iniciarse en más de una decena de focos diferentes y dejar 600 hectáreas quemadas. Esta semana, el propio alcalde de la localidad, Gerardo Seoane, señalaba que los autores de estos focos pretendían “hacer colapsar los servicios contra incendios”.
Por su parte, a las 19:00 horas de la tarde del domingo quedó oficialmente extinguido el foco que afectaba a A Mezquita, donde se han calcinado 223,89 hectáreas de terreno, siendo 10 de arbolado y el resto de monte raso.
El viernes quedaron extinguidos dos fuegos en Maceda (120 hectáreas) y Ponteareas (15,6).
Feijóo y la justicia
Ante esta situación, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, acudió ayer al Centro de Coordinación Central de Incendios, situado en Santiago de Compostela, para seguir las labores de extinción de los incendios, en compañía del conselleiro de Medio Rural, José González. Rueda trasladó a través de las redes sociales su apoyo a las personas que sufren los incendios y a los profesionales que los combaten.
A esta cuestión también se refirió a través del mismo medio su antecesor en el cargo y hoy presidente del PP. Alberto Núñez Feijóo exigió aplicar las sanciones más duras previstas en la legislación contra los responsables de los incendios. “Todo el peso de la ley debe caer sobre los responsables de los incendios, que en un gran porcentaje son intencionados”, escribió en su cuenta de Twitter, mensaje acompañado de varias publicaciones sobre el origen del incendio de Verín.
“Todo el peso de la ley debe caer sobre los responsables de los incendios, que en un gran porcentaje son intencionados”
También apeló a la “imprescindible” colaboración ciudadana “para esclarecer estos ataques al patrimonio natural, que ponen en peligro vidas”, dando por segura la intencionalidad del origen de las llamas, como trasladó la Xunta, alegando la concentración de focos en zonas cercanas y la hora de aparición de estos.
La Xunta quiere aumentar el tiempo de trabajo de unos brigadistas “multitareas”
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, apuesta por avanzar hacia un modelo de lucha contra los incendios en el que participen brigadas “multitareas” que no se centren únicamente en la extinción, sino también en la prevención. Para ello, deberán trabajar durante más meses al año, no solo en las épocas de mayor riesgo. “Hubo buenos años con respecto a los incendios, este no lo está siendo”, reconoce Rueda en una entrevista concedida a Europa Press, en la que vincula una primera parte de fuegos vinculados a tormentas eléctricas, el calor y la sequía y otras a una “intencionalidad”. “Si por terrorismo se entiende hacer el mayor daño posible sin ninguna otra intención más que hacer daño, sí que existe terrorismo incendiario”, indica Rueda sobre un término empleado por su antecesor, Alberto Núñez Feijóo, que en su momento también aludió a la existencia de mafias organizadas, descartada por la justicia. “Si por terrorismo hablamos de tramas organizadas de un territorio geográfico muy amplio que actúan coordinadamente, la Fiscalía ha dicho reiteradamente que no existen”, reconoce Rueda. “Él tenía todos los indicios y la sensación era esa”, defiende a Feijóo, si bien asume que los tribunales “dijeron que no” existían tramas.
