Lecciones de diálogo y de bien común

Antón Costas y Ángel Gabilondo reivindican ante estudiantes la atención a la pobreza y a no dar por hecho los progresos conquistados

Ángel Gabilondo y Antón Costas, ayer, en Santiago. |   // XOÁN ÁLVAREZ

Ángel Gabilondo y Antón Costas, ayer, en Santiago. | // XOÁN ÁLVAREZ / C. Villar

Carmen Villar

Carmen Villar

Aunque Ángel Gabilondo, Defensor del Pueblo, reivindicaba ayer ante una nutrida audiencia de adolescentes de institutos compostelanos y del IES Pintor Colmeiro, de Silleda, en su faceta como catedrático de Metafísica, cómo “la filosofía sirve para no plantearse la vida solo en términos de utilidad”, llegado su turno de intervención, los escolares optaron por una pregunta muy práctica después de lo que escucharon en la sala.

La cuestión que plantearon, respondida por Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social, fue cómo hacer para que el 20 por ciento de la población española deje de estar en situación de pobreza. El recién nombrado vigués “distinguido” puso sobre la mesa dos propuestas que definió como “fundamentales”: educación universal y gratuita de 0 a 3 años y el apoyo al ingreso mínimo vital, ya que España era, hasta su aprobación, el único país que no tenía una “trinchera” para impedir a la gente caer en la pobreza extrema.

Diálogo y conflicto

Entre una y otra cuestión, los ponentes reflexionaron también sobre la importancia del diálogo, de cómo se alcanza eso que se llama bien común, por qué la guerra en Ucrania conmina a reflexionar sobre la importancia de no bajar la guardia ante los progresos conquistados, cómo España, según Gabilondo, “se está haciendo un quejódromo” o qué papel debe tener el esfuerzo y por qué, como dijo Costas, hay que tener cuidado con ese discurso que “muchas veces” puede ser usado para “legitimar las diferencias sociales”.

Unos 250 adolescentes fueron destinatarios como los protagonistas del futuro que vendrá, –“os necesitamos”, les traslado Gabilondo–, de la mesa de diálogo celebrada entre tres de los cuatro premiados (Rui Río no pudo asistir) en la segunda edición del “Lorca, Guerra da Cal, Blanco Amor”, impulsados por la Asociación Cultural Casino de Santiago para rendir tributo a quienes fomentan el diálogo y la concordia: Ángel Gabilondo, Antón Costas y Caetano Díaz, quien aludió al periodismo como una profesión que “camina” con la sociedad.

Bien común

Con todo, el hilo conductor de las jornadas que arrancaron el día 9 en Santiago con la presencia de Ian Gibson era el diálogo y a él se remitieron tanto él como Gabilondo para aludir asimismo a la cara B: al conflicto. El que fuera ministro de Educación con Zapatero, que durante su intervención apuntó que comentó cómo el diálogo supone también en cierta medida confrontación. “Donde no podemos ser diferentes es en derechos, pero en lo demás sí”, alegó, de ahí que sea “normal”, dijo, que vivamos en conflicto. “Otra cosas es que en vez de afrontar eso con crispación o con sectarismo, busquemos el bien común”, apostilló.

Costas tomó el testigo para insistir ante el auditorio en que el conflicto es “consustancial” a la sociedad y que la cuestión es cómo abordarlo. “Cuando en una sociedad somos capaces de mantener los conflictos, las diferencias, en la tipología de más o menos, que podemos negociar, esa sociedad es armoniosa y el conflicto permite avanzar. El problema viene”, advirtió, “cuando se lleva a la forma o esto o lo otro”. Ahí el conflicto, avisó, “rompe” la sociedad. “Si invertimos tiempo y energías en dialogar, el acuerdo al que lleguemos en ese diálogo es el bien común”, proclamó.

Costas aludió a la invasión de Ucrania para indicar cómo demuestra que “no es verdad” la idea de que ciertos progresos, políticos, morales o sociales, una vez conquistados, “son definitivos”. “Aquello que conseguimos en un momento determinado hay que estar defendiéndolo continuamente para poder tener la seguridad de que se mantenga”, defendió.

Suscríbete para seguir leyendo