Los alumnos que plantan la carrera tras el primer año conllevan un desembolso para las arcas públicas de unos quince millones de euros por ejercicio, con datos de Galicia relativos a la promoción que arrancó su vida universitaria en el curso 2016/17. Por qué ocurre es la pregunta que intenta responder el Ministerio de Universidades con un informe específico sobre las causas que llevan a los jóvenes a tirar la toalla.

Con datos relativos al curso 2015/16 en su caso y para estudiantes de nacionalidad española y matriculados en universidades presenciales, el informe indica que son un 13% de alumnos (11% en menores de 30 años) de nuevo ingreso quienes dejan los estudios superiores. Para el ministro Joan Subirats, esta cifra indica que “hay que mejorar”.

Más de la mitad planta tras el primer año de carrera, de ahí que se vea el momento “más delicado” de cara a la continuidad de los estudios. Los alumnos de grados conjuntos tienen menos posibilidad de acabar, así como aquellos de origen socioeconómico bajo o a los matriculados en centros de Canarias o Baleares. El precio de la matrícula y el rendimiento son claves y los becarios tienen más posibilidades de no seguir, de ahí que entre las soluciones Subirats indique que se apuesta por “cuidar más” a los estudiantes “con nivel económico bajo y bajo rendimiento para que no pierdan la beca”, informa Efe.