Empresas tecnológicas, del metal, del transporte, la construcción o el naval no encuentran mano de obra especializada mientras que 135.000 gallegos están en el paro. Los empresarios coinciden en que hay un desajuste entre la demanda del mercado laboral y la oferta educativa. La nueva Estrategia de Formación Profesional 2030, que acaba de aprobar la Xunta, intenta poner remedio a este desequilibrio. Para ello inyectará 900 millones de euros en tres años. El objetivo es adaptar la formación al tejido productivo, facilitar el acceso de los titulados a un empleo y fomentar la innovación y el espíritu emprendedor.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, puso como ejemplo a Alemania donde el 80 por ciento de los estudiantes que acaban la enseñanza obligatoria optan por la Formación Profesional. En Galicia son el 65 por ciento frente a un 35 por ciento que elige Bachillerato.
En todo caso, en la última década la Formación Profesional ha experimentado un auge en la comunidad autónoma. “Es una revolución silenciosa de la que estamos orgullosos”, señaló Feijóo. Así, el número de titulados aumentó un 76 por ciento desde 2009. En 2021 los matriculados en ciclos formativos ascienden a 60.000, un 70 por ciento más que hace doce años.
"La FP es una revolución silenciosa de la que estamos muy orgullosos
Cursar un ciclo formativo tiene ya una elevada inserción laboral. El 85 por ciento de los titulados consigue trabajo, un porcentaje que se eleva al 97 por ciento en la modalidad de FP dual. Pero todavía queda camino por recorrer.
Hay ciclos con una elevada demanda laboral que, sin embargo, no llenan todas sus plazas. “Seguiremos aumentando la gran empleabilidad mostrada por este modelo educativo, con acciones para aumentar la demanda de las enseñanzas de alta inserción”, explicó ayer Feijóo, tras el Consello de la Xunta.
Además, la reforma pretende “estrechar las relaciones” con el tejido productivo. Se diseñará una oferta formativa específica para las necesidades de las empresas gallegas y se incrementará la colaboración público-privada tanto en el estudio de las posibilidades del sistema educativo como en su difusión.
Oferta en el rural
La inversión más fuerte de la nueva Estrategia de FP irá destinada al impulso de la formación personalizada y de las dobles titulaciones. La intención de la Xunta es priorizar la oferta formativa del rural adaptada a las peculiaridades de cada territorio. De hecho, el 36 por ciento de los ciclos formativos están en municipios pequeños.
El objetivo es incrementar la inserción laboral de la Formación Profesional y para ello se crearán itinerarios personalizados de formación orientados a la consecución de un empleo.
Pero además la Xunta quiere poner remedio a la escasa presencia de mujeres en algunos ciclos formativos. Así, por ejemplo, en los estudios de grado medio, los chicos llegan al cien por cien en ciclos como Operaciones subacuáticas e hiperbáricas, Electromecánica de Maquinaria o Mantenimiento de estructuras de madera y mobiliario de embarcaciones. En cambio, las chicas superan el 95 por ciento en ciclos como Estética y belleza y el 87 por ciento en Atención a personas en situación de dependencia. “Se ofrecerán acciones favorecedoras de la igualdad entre hombres y mujeres”, explica la Xunta.
La reforma de FP contempla además inversiones en profesorado e infraestructuras. Además la Consellería de Educación quiere incrementar el número de alumnos de ciclos formativos que participan en programas Erasmus en el extranjero (desde 2010 participaron en estas estancias internacionales casi 4.000 estudiantes). Por otro lado, se reforzará la presencia del plurilingüismo en los ciclos formativos.
Fomentar el espíritu emprendedor es otra de las metas de esta reforma. Para ello líderes de emprendimiento y de la empresa trasladarán a los alumnos un panel de iniciativas sobre potenciales posibilidades de negocio.
Otro de los ejes de la nueva estrategia de la Xunta para reformar la FP es la creación de una red de centros de excelencia, que liderará el Centro Galego de Innovación Profesional, con sede en Ourense, y que se centrará en formación vinculada a la realidad virtual o a la industria 4.0.
Esta red estará formada por centros integrados de FP –que ofrecen e imparten formación profesional inicial o reglada, y formación para el empleo–. “Estos centros desarrollarán acciones de innovación y formación del profesorado con la participación activa del tejido empresarial y de diferentes instituciones”, explica la Xunta. Cada uno de estos centros deberá elaborar un plan funcional con sus objetivos e indicadores.
