La visita de Feijóo a Israel es económica, busca oportunidades de negocio para las empresas gallegas más innovadoras, pero viajar a este país siempre despierta recelos. Hoy el titular de la Xunta se reunirá con el presidente del Parlamento de Israel, Yuli Edelstein. Precisamente, hace cuatro años el embajador de Israel en España declaró "enemiga" a la Cámara autonómica, después de que ésta por unanimidad aprobara en una declaración a favor del pueblo palestino "el reconocimiento del derecho al retorno de las personas y las comunidades a las tierras y casas de que las que fueron expulsadas". La reconciliación tardó hasta 2016 cuando una delegación de la embajada visitó O Hórreo.

La oposición gallega se apuró ayer a pedir a Feijóo que marque distancia con el Gobierno de Netanyahu.

El portavoz de En Marea, Luís Villares, le recordó que el pueblo gallego condena el Holocausto, pero también reclama el derecho del pueblo palestino a existir. El portavoz del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, instó a Feijóo a ser "extremedamente cuidadoso en un contorno internacional muy complicado para no avalar las políticas equivocadas de Israel". La más dura fue la portavoz del BNG, Ana Pontón, al asegurar que la Xunta "ampara un Estado criminal que acosa los derechos humanos".

En respuesta, el portavoz del PPdeG, Pedro Puy, admite que aún siendo posibles "mejoras", Israel es "el único país democrático de su entorno".