José Bretón fue el principal sospechosos desde un primer momento de asesinar a sus hijos, quemándolos a una elevada temperatura, sin dejar rastro de los cuerpos de los pequeños. En las imágenes del día del crimen se veía a un supuestamente preocupado José Bretón buscando a sus hijos en un parque, como si acabara de perderlos. Después pudo saberse que se trataba de una mera escenificación. Mató a los pequeños para vengarse de su mujer, al no estar ya unido a ella sentimentalmente. El jurado popular que lo juzgó lo entendió así y con esas premisas elaboró su veredicto final. Culpable, por unanimidad, también en este caso, en este punto parecido a la postura final del jurado popular del Caso Asunta, que ayer culminó la deliberación. No obstante, todos los casos tienen matices y ninguno es igual que otro, como tampoco es igual la secuencia de hechos jurídicos que se desencadenan tras conocerse el veredicto y, sobre todo, la sentencia definitiva. También en el caso de Bretón el guión del veredicto contenía más de 20 hechos, para ser probados o no probados por los miembros del jurado popular.
Bretón fue condenado a 40 años de prisión por matar y quemar a sus hijos de 2 y 6 años en la finca familiar. La Audiencia de Córdoba fijó finalmente en 25 años de prisión el límite de cumplimiento de la condena, fijada por tres delitos, el tercero de ellos la simulación de la pérdida de los dos pequeños en el parque.
