Pocos recursos ante una situación de "altísimo riesgo", el "peligro" de "descuidar la prevención", una "catástrofe sin precedentes", una "política forestal suicida", las "miserias de las políticas de conservación". Fueron los reproches que partidos políticos y organizaciones ecologistas hicieron ayer al Gobierno de Feijóo por las consecuencias del incendio que arrasó el parque natural de las Fragas do Eume.

El alcance de las llamas fue de tal magnitud que ya el sábado la Xunta demandó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ministerio de Defensa. El mismo día que comenzó el incendio ya estaban en el parque natural eumés, pero los vecinos aseguraron ayer sentirse "abandonados". El alcalde de A Capela, Manuel Meizoso, manifestó ayer su "descontento" con la actuación de la UME durante la madrugada del sábado al domingo porque, según explicó, pese a que había militares desplazados, "no tenían orden de actuación" cuando se les fue a pedir ayuda.

"Reitero lo que le dije al presidente Feijóo sobre mi descontento con la actuación de la UME. Estábamos abandonados por la noche", cuestionó el regidor. En este encuentro, apuntó Meizoso, presidente y conselleiros les "prometieron ayudas" y adquirieron el compromiso de repoblar el parque. Su homólogo en As Pontes, Valentín González Formoso, lamentó que al "desastre" medioambiental hay que sumar las "consecuencias socioeconómicas", puesto que es una zona de turismo rural muy relevante.