Galicia se sitúa a la cola en gasto per cápita para sanidad, educación y políticas sociales

Aún así, la comunidad elevó su inversión en los últimos siete años, sobre todo en protección social

El crecimiento de las partidas en materia sanitaria y educativa es de los más bajos de España

Hospital Meixoeiro de Vigo.

Hospital Meixoeiro de Vigo. / Marta G. Brea

Paula Pérez

Paula Pérez

Galicia es la comunidad de España con menor inversión por habitante en sanidad, educación y políticas sociales. Aunque se han recuperado los recortes iniciados en la Gran Recesión de 2009 cuando se impuso la austeridad y las administraciones se vieron obligadas a meter la tijera, la autonomía gallega ocupa el último puesto en gasto en bienestar social por habitante en 2022, según Fedea. Desde 2015 se ha incrementado la inversión en estos servicios básicos pero de forma desigual. Mientras, en protección social Galicia se sitúa como la quinta comunidad con mayor aumento del gasto, en sanidad y educación se queda a la cola.

Hay que tener en cuenta que la evolución del gasto global de la comunidad autónoma también ha sido más discreta que en otras regiones. En términos reales, es decir ajustando la inversión a la inflación acumulada, Galicia gastó en conjunto un 7,7 por ciento más en 2022 en comparación con 2015, convirtiéndose en la cuarta autonomía con menor incremento, solo por delante de Extremadura, Asturias y Cantabria y por debajo del crecimiento medio nacional del 14,8 por ciento.

Este moderado aumento del gasto es acorde con unos ingresos que han crecido pero también por debajo de otras comunidades: Galicia elevó en 2022 solo un 1,1 por ciento sus ingresos respecto a siete años antes. Es el incremento más bajo del Estado, con la única excepción de Extremadura donde los recursos no financieros no aumentaron en este periodo.

Bienestar social

Pero el informe de Fedea, que utiliza datos de la Intervención General del Estado, se centra sobre todo en la evolución del gasto de las comunidades en materia de bienestar social, que incluye sanidad, educación y políticas sociales. Entre 2015 y 2022, años en los que en Galicia gobernaba Alberto Núñez Feijóo, todas las autonomías mejoraron su inversión en estos servicios, pero la intensidad de este crecimiento fue dispar. Así, en concreto, en cuanto a las partidas presupuestarias destinadas al sistema educativo en Galicia han aumentado un 4,8 por ciento en siete años. Sin embargo, este incremento es el segundo más bajo de todas las comunidades. Solo en Castilla y León el dato es peor: un 4,4 por ciento. Y lejos quedan estos incrementos de los registrados en Navarra, con un 26,2 por ciento más de gasto en educación, o en Canarias, con un 19 por ciento.

Tampoco en sanidad el esfuerzo inversor deja bien situada a Galicia. Desde 2015 el gasto sanitario aumentó en la comunidad gallega un 12,3 por ciento. Sin embargo, fue el quinto menor aumento de toda España, pues solo en Cantabria, Extremadura, Asturias y La Rioja la evolución fue más discreta. Canarias y Cataluña, por el contrario, se sitúan como las autonomías con mayor subida de las partidas destinadas a sanidad con un 29,5 por ciento y un 28,8 por ciento respectivamente.

Pero de las tres patas del Estado del Bienestar la que experimentó un mayor crecimiento entre 2015 y 2022 fue la protección social, aunque Fedea recuerda que, en todo caso, el gasto en estas políticas siempre fue más bajo en España que el promedio de los países de nuestro entorno.

gasto en sanidad W

gasto en sanidad W / Hugo Barreiro

En el área social Galicia destaca como la quinta comunidad que más elevó su presupuesto: un 37,4 por ciento más en siete años. Solo la superan Baleares, Comunidad Valenciana, Cataluña y Canarias. Mientras, a la cola se quedan Asturias y País Vasco.

Pero además Fedea analiza la evolución global del gasto en bienestar social respecto a 2011 para comprobar en qué medida se recuperó el nivel de inversión que había antes de los recortes que acarreó la Gran Recesión. Todas las comunidades se recuperaron salvo cuatro: Castilla-La Mancha (10 por ciento menos) Asturias (4,5 por ciento menos de desembolso en estas partidas), Extremadura (-0,5 por ciento) y Asturias (-0,4).

En el resto de autonomías el volumen de inversión en sanidad, educación y políticas sociales superó al que había en los momentos previos a la recesión económica, incluida Galicia, donde el gasto subió un 3,9 por ciento, ocupando la séptima posición en el ranking nacional.

Y además Fedea calcula el gasto en el Estado del Bienestar por habitante ajustado –teniendo en cuenta variables como el envejecimiento o la población–. Si la media de inversión per cápita en España es 100, Galicia se sitúa a la cola con un índice de 92. Baleares (93) y Andalucía, Cantabria y Madrid, con 94, ocupan también los últimos puestos. Por el contrario superan la media nacional de gasto social, sanitario y educativo por habitante cinco comunidades: Murcia, Navarra, La Rioja, Comunidad Valenciana y País Vasco. ¿Pero es exagerado ese incremento del gasto en estos servicios? Fedea concluye que no, pues España sigue por debajo de la media de la UE en inversión en bienestar social.

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