Educación afectivo-sexual

¿Cómo les hablamos de amor? 7 claves frente al resurgir del romanticismo tóxico

Antiguos mitos que normalizan los celos y la violencia están encontrando en las redes sociales y el actual contexto de polarización un nuevo caldo de cultivo para llegar a los adolescentes

Mitos como el de la media naranja vuelven con las redes sociales como caldo de cultivo.

Mitos como el de la media naranja vuelven con las redes sociales como caldo de cultivo. / ENVATO ELEMENTS

María Bueno

María Bueno

¿Por qué nos marcan tanto nuestras primeras relaciones?; ¿por qué cuando alguien se enamora solemos decir que parece “un adolescente”

“La diferencia entre el primer amor y los siguientes tiene mucho que ver con cómo se sienten las emociones en la adolescencia”, explica la psicóloga Silvia Álava, que recientemente visitó Vigo para compartir con las familias la formación ‘La relación con mi adolescente’. 

Una etapa en la que “el sistema límbico está sobreactivado por la producción de hormonas, lo que hace que las emociones se sientan con una intensidad extrema”; y en la que “el lóbulo prefrontal, que es la parte del cerebro que se encarga de regular las emociones, aún no ha terminado de madurar”.  

A la intensidad de nuestras emociones, y la menor capacidad de nuestro cerebro para regularlas en esta etapa, se suma además nuestra falta de experiencia en el amor: “Es la primera vez que siento esto, no tengo referencias y me da la sensación de que va a ser el gran amor de mi vida”. 

“No se trata de decirles: ‘A ver, resérvame un día en tu agenda para hablar de los mitos del amor romántico (se ríe); sino de que vayamos buscando ese contexto natural en la vida cotidiana para ir poniendo esa semillita de espíritu crítico”

Silvia Álava

— Psicóloga y autora de varios libros

A esta inexperiencia apunta precisamente la Asociación Española de Psicología Sanitaria para explicar “por qué los adolescentes son más propensos a adoptar los mitos del amor romántico”: “Según vamos creciendo y viviendo experiencias, nos damos cuenta de que todas esas historias son irracionales e imposibles, pero los adolescentes toman como referencia los modelos de la cultura mediática y el grupo de iguales”. 

Muchos creíamos que el éxito social del movimiento feminista había dejado atrás entre las nuevas generaciones la peligrosa idea de que “por amor hay que estar dispuesto a todo” que nos vendían las películas de los 90, pero lo cierto es que las estadísticas nos contradicen en varias direcciones: no solo se ha detectado un aumento del antifeminismo entre los adolescentes en los últimos años (Fundación FAD Juventud); sino que, además, las redes sociales se han convertido en un nuevo caldo de cultivo para estos mitos tóxicos, que encuentran aquí nuevos espacios para el espionaje y el control.  

“Si me quieres, no hagas esto; no subas esto otro; no me creo que estés allí, pásame tu ubicación”, describe Álava, para quien la llegada de los móviles ha transformado por completo la experiencia de ese llamado “primer amor”, ofreciéndonos una versión distorsionada de la realidad: “Tú sabías que los de las pelis eran actores, que era ficción, pero en este caso se trata de gente de tu edad, exactamente igual a ti. Ahí radica para mí la principal diferencia”.

Especialmente revelador en este sentido resulta el ‘Estudio sobre la Evolución de la Violencia contra las Mujeres en la Infancia y Adolescencia’ (Fundación ANAR), que recoge un aumento de la violencia de género entre las adolescentes y denuncia que casi la mitad de las víctimas non son conscientes de serlo. 

“Aunque en los últimos años sí que se ha extendido el uso de términos como ‘relación tóxica’ o ‘Violencia de género’, muchas de las víctimas no son capaces de definirlos e identificarlos”, recoge el informe y concreta: “Expresan que las conductas de control por parte de su pareja son normales: ‘Es que me quiere mucho y por eso me controla así”. 

Una red de protección a través de la escucha y el diálogo

Frente a este contexto y aunque no podemos evitar que nuestros hijos vivan por sí mismos y aprendan de la propia experiencia, lo que sí podemos hacer es dotarles de “una especie de red de seguridad”, en palabras de Álava, que apunta al fomento de factores de protección como la construcción de la autoestima o la supervisión y alfabetización digital desde pequeños y a la validación de sus emociones como claves en este contexto.

Si prohibir no suele funcionar en la adolescencia, tampoco así la crítica, pues si lo primero volverá más atractivo lo prohibido, lo segundo hará que se sientan juzgados, se alejen de nosotros y no nos busquen cuando tengan un problema. 

También en el amor, y como en casi todo en esta etapa, el diálogo y la escucha repiten como pautas estrella: “No se trata de decirles: ‘A ver, resérvame un día en tu agenda para hablar de los mitos del amor romántico (se ríe); sino de que vayamos buscando ese contexto natural en la vida cotidiana para ir poniendo esa semillita de espíritu crítico”, expresa la experta, que señala algunos de esos principales mitos a derribar. 

  1. Los celos son un signo de amor. La creencia de que los celos son indispensables en un amor verdadero y que “el hecho de que te vigilen o te controlen significa que te quieren” es muy peligrosa y, desde luego, incierta. Un comportamiento de celos es indicativo de inseguridad y falta de confianza. 
  2. Lo habitual en una relación es discutir. Ese “Si pierde los papeles es porque te quiere, porque se involucra en la relación” es otro de los mitos más peligrosos. En una relación sana hay que saber comunicarse y abordar los conflictos, pero de forma asertiva y, sobre todo, sin faltas de respeto. 
  3. El amor romántico. Esta construcción social que nos dice que “el hombre tiene que salvar a la mujer y la mujer tiene que tener un rol más pasivo” es una de las más extendidas y a las que más tiempo tenemos que dedicar porque está detrás de la normalización de relaciones tóxicas e insanas y de la Violencia de género.  
  4. La media naranja. Somos naranjas completas y no hay una sola persona para nosotros, sino muchas. No necesitamos a nuestra pareja, la elegimos. Esto es muy importante para evitar esa dependencia en las que yo siento que para estar bien necesito a la otra persona. Las relaciones basadas en la necesidad acaban siendo tóxicas en muchos casos. 
  5. La omnipotencia del amor. El amor no lo puede todo, no lo cura todo. El amor no es mágico ni lo transforma todo. Si hay dificultades y obstáculos, no los vamos a superar solo porque haya amor. 
  6. El amor eterno. La persona que es para ti lo es para toda la vida. A veces el amor dura muchos años y otras veces no y es importante que lo tengamos claro, sobre todo para ser capaces de dejar ir relaciones que nos están haciendo daño. 
  7. Amor y pasión son lo mismo. Hasta ahora, hemos definido el amor por contraposición: “¿qué no es amor?”, pero cuando hablemos con nuestros hijos, tenemos que saber transmitirles también qué es el amor, introduciendo conceptos que van mucho más allá de la atracción física como la intimidad, el apego, el respeto, la confianza… Una relación sana nos hace pensar en un vínculo y en una fuente de apoyo en los que intervienen todos estos elementos.