Entrevista | Miguel de Lira Actor

“La retranca está en nuestro ADN”

El intérprete coprotagoniza la comedia gallega “Máis cuñados”, en cines desde el 19 de abril, y combina sus trabajos en las series de ficción que encadena con el teatro en Chévere, la compañía que fundó hace 35 años 

El actor gallego Miguel de Lira.

El actor gallego Miguel de Lira. / José Lores

Forma junto a Xosé Antonio Touriñán y Federico Pérez el trío protagonista de “Máis cuñados”, la secuela de la comedia “Cuñados” creada por la productora Portocabo , dirigida por Luis Avilés y ambientada en el Entroido de Ourense que se estrenará en cines el próximo 19 de abril. Miguel García Martínez, conocido artísticamente como Miguel de Lira (Lira, A Coruña, 1964) lleva toda su vida profesional combinando su trabajo en los teatros, con la compañía Chévere, y el audiovisual, donde se estrenó en la mítica serie de la TVG “Mareas vivas” dando vida al personaje de Currás.

– El estreno de la segunda entrega de una película quiere decir que la primera triunfó, ¿se esperaban el éxito de “Cuñados” cuando la estaba rodando durante cuatro semanas en Ourense?

– Tenía confianza porque era una de las primeras películas que iba al cine en el postcovid, en un momento en que la sociedad necesitaba salir de casa e ir a los cines era una de las primeras experiencias colectivas que se podía hacer, y con “Cuñados”, una película de refresco, de humor popular, podían echarse unas risas. Y así fue.

– Es una apuesta por el humor gallego, ¿cree que es uno de nuestros productos más exportables?

– Claro, la retranca gallega siempre fue exportable, forma parte del ADN del país, por eso “Máis Cuñados” no es un humor español, al uso, como el que se ve en otras comedias, es un humor cuya denominación de origen tiene que ver con nuestra forma de contar las cosas. Y lo más interesante es que no se ha hecho pensando en exportarla, no siempre el objetivo de Galicia debe ser llegar lo antes posible a Madrid, sino para que la disfrute primero el público gallego. Obviamente también tendrá un recorrido fuera porque compró los derechos TVE y Movistar.

– Dicen que estamos más necesitados de comedia que nunca. ¿Hacer comedia popular, sin trasfondos ni capas, es algo que también necesita usted, como actor?

– Es interesante y bonito poder jugar a veces a la comedia de Entroido, como en este caso, que es la forma de interpretar más popular, porque en carnaval todos nos convertimos en intérpretes, cada uno con su rol. Y actuar no deja de ser eso, mantener bien el disfraz. Echarte de vez en cuando unas pachangas de comedia es muy bonito y más si puedes jugar con los otros dos actores del trío de protagonistas, Federico Pérez y Touriñán, ademas de con las actrices que hacen de nuestras mujeres. Intentamos también darle un punto para que no sea comedia explosiva, sino tragicomedia o dramedia, donde el humor nace de una situación dramática y responde a la fórmula de que drama más tiempo es igual a comedia.

El actor gallego Miguel de Lira.

El actor gallego Miguel de Lira. / FDV

– Galicia está siendo escenario de muchas producciones audiovisuales de éxito, ¿a que cree que se debe esa fotogenia?

– Galicia tiene una luz particularmente agradable para el cine, esa luz difusa para rodar en exteriores, y ofrece la posibilidad de localizaciones aún vírgenes que permiten contar historias en su territorio. Pero si solo tuviéramos ese atractivo, esto sería una especie de Turgalicia, en el sentido de enseñar lo bonito que es el país. Las historias no se cuentan solo con decorados bonitos, también con ambientes sórdidos, que Galicia también los tiene. Dicho esto, creo que lo que más atractivo del audiovisual gallego son sus equipos de trabajo, productoras, técnicos, actores y actrices, y directoras y directores de prestigio ya consolidados. En Galicia ahora das una patada y sale gente muy buena para trabajar. Recuerdo aquellas etapas en que empezábamos con ficción, con “Mareas Vivas”, esa cantera que se formó con el tirón de la TVG. Hoy parece que La Galega se apartó bastante de ser ese pulmón, pero afortunadamente hay otro mercado exterior que nos demanda.

– ¿Hasta cuándo cree que las plataformas digitales serán el balón de oxígeno para el audiovisual gallego?

– Las plataformas tiran de producciones nuevas y aquí en Galicia hay varias productoras potentes en el mercado de las series de ficción. Ficción Produccións, Portocabo, Vaca Films y Bambú son interlocutores válidos con las plataformas y están jugando de tú a tú desde Galicia, con proyectos que muchas veces se hacen aquí, en Hierro o donde sea, pero con producción gallega. No sabría decir hacia donde van a tirar las plataformas en el futuro inmediato, por lo que veo está durando mucho. Bienvenido sea para actores y equipos técnicos, hay mucho trabajo para todos.

– Como fundador de la compañía Chévere, lleva más de 35 años de agitación cultural desde el teatro, ¿qué les supuso obtener el Premio Nacional de Teatro?

– La sorpresa fue mayúscula en su momento, no esperábamos que una compañía independiente llegar a ser Premio Nacional. Nos abrió puertas en el circuito de grandes teatros, y desde entonces la gente nos empezó a mirar de otra manera. Eso nos dio una confianza y un horizonte de futuro para seguir contando las historias desde nuestra manera particular de hacer teatro, con esas claves de humor y compromiso. Y ahí seguimos en esa dinámica muy acogedora por parte del público gallego y de fuera.

– Mientras la película “Cuñados” se proyectaba en cines, usted estaba el Teatro María Guerrero con “Nevermore”, la obra que contaba la historia del Prestige.

– A veces te coincide estar haciendo trabajos muy diferentes. Contábamos la historia del Prestige como un viaje emocional con toques de humor y desde una perspectiva épica.

"Probablemente estuve en una lista negra por estar en “Nunca Máis”, pero a mí me preocupaba más nuestro mar negro de chapapote. LO volvería hacer, no tengo ninguna duda”

– Usted fue muy activo en el movimiento cultural “Burla Negra” y en la plataforma “Nunca Máis” que surgió tras ese desastre ecológico, ¿tuvo que pagar algún precio por ese compromiso, en unos años en que la TVG era la que contrataba?

– Tal vez, lo intuyo, pero nunca lo sabré. Probablemente hubo listas negras de ‘los incómodos’ pero a mí me preocupaba más nuestro mar negro que esa posible lista negra. Para mí el precio personal es mucho más barato que el colectivo, probablemente no tuve algunos trabajos que podría tener, pero tuve otros, estoy satisfecho de cómo fue el proceso. Obviamente lo volvería a hacer, no tengo ninguna duda.

– ¿Considera posible que en la actualidad se produzca una movilización ciudadana como aquella?

– Aquello fue una pequeña revolución en la historia de nuestro país. Había muchas cosas que cambiar, se nos había tocado nuestro mar, que estaba lleno de chapapote. Ahora empieza a haber una gran movilización social con respecto a la macrocelulosa que quieren montar en el corazón del país, en el río Ulla y desembocando en la ría de Arousa, y ya tenemos ahí la experiencia de cómo esta la ría de Pontevedra. El otro día vi un vídeo de una cadena humana que hicieron en el río Ulla y me recuerda a la que hicimos cuando el Prestige, son fórmulas que se pusieron en marcha entonces y repite la sociedad poniéndose en frente de las instituciones y lobbys para defender el territorio.

– ¿A Currás, el personaje de “Mareas vivas” con el que saltó a la fama en la TVG, llegó a aborrecerlo o le está agradecido?

– Le estoy muy agradecido, fue la ventana que me permitió entrar en todos los hogares del país, con unas audiencias récord que nadie esperaba. Fue un pelotazo de trabajo, un proyecto con mucha repercusión y también fue una escuela de aprendizaje. Tuve que aprender a gestionar esa popularidad, aunque ya la tenía en Chévere, pero a menor escala. Hubo un cierto momento de shock, ahora que ya pasó tiempo y muchos otros trabajos aún se percibe esa huella. Aún hay gente que se quedó con frases de Currás, como “Marcho, que teño que marchar” o “Que falta de ignorancia”, frases que ahora ves impresas en camisetas o se emplean en otros contextos y que ya son de todo el mundo, que casi son cultura popular. No reivindico los derechos, me gusta que las cosas sean de quien las quiere usar y eso también es lo bonito de crear, porque nosotros trabajamos para la gente.

Con Touriñán y Federico Pérez en “Máis cuñados”.

Con Touriñán y Federico Pérez en “Máis cuñados”. / Portocabo / Cedida

–Otro trío de protagonistas del que formó parte fue con Karra Elejalde y Antonio Durán Morris en “A Esmorga”, ¿qué le debe a ese papel? .

– Fue un momento muy emocionante, se cumplen ahora los diez años. Recrear el propio relato de Blanco Amor era una responsabilidad que Ignacio Villar asumió. Morris, Karra Elejalde y yo formamos un triángulo equilátero muy bien compensado, para nosotros es también la historia de una amistad que perdura en el tiempo. El otro día me encontré con Karra en el aeropuerto de Madrid y nos dimos un gran abrazo, tenemos “A esmorga” como un fruto de energía en nuestras vidas, fue algo más que una película. Es un triángulo muy diferente al de “Cuñados”, que no deja de ser una “esmorga” más ligera, allí se cortaba el drama más que la comedia. Al final es trabajar en tríos, que son equilibrantes, las tres patas necesarias para el banco, todas tienen que estar compensadas y eso depende también de la diversidad.

– Dice que triunfar fuera de Galicia no debe ser siempre el objetivo, ¿usted se planteó alguna vez dar el salto a Madrid? .

– Nunca me preocupó particularmente, solo en los inicios cuando estaba medio metido en los estudios de Derecho, que no era mi mundo, y tuve intención de ir a Madrid a estudiar arte dramático, pues entonces no existía la ESAD en Vigo. En ese verano que estaba medio haciendo las maletas, vino aquí un curso del INEM de teatro, que computaba como trabajo, fuimos esa generación del INEM en la que estaban también Víctor Mosquera y María Pujalte. Fueron nueve meses de clases con profesores de ate dramático de Madrid y también de Barcelona. Por aquel entonces estaba naciendo Chévere, había cierta eclosión, y ya no necesité ir a Madrid. A día de hoy sigo viviendo aquí, que es donde quiero estar, triangulo entre Lira, Santiago y voy eventualmente a Madrid o a rodar donde me llamen. Antes de Semana Santa acabé “Su Majestad”, un proyecto de comedia sobre la monarquía española dirigido por Borja Cobeaga; ahora estoy arrancando el rodaje de una serie de ciencia ficción para Amazon que se va a llamar “Punto Nemo”, para el que voy a rodar en Madeira, San Vicente do Mar y en Santiago. Trabajo en Galicia o fuera, en función de donde lo requiera la historia para la que me llamen; así tiene que ser , los marcos, las fronteras están difusas.

– ¿Para finalizar, qué hórreo es más grande y bonito: el de Lira o el de Carnota?.

– Si me preguntas por el más bonito, el de Lira, con vistas a mar, a Monte Pinto y a Fisterra, su posición geográfica es la mejor. La rivalidad que existe es sobre cuál es más grande. Mi padre, que era de Carnota y se casó con mi madre, de Lira, decía que el de Carnota es más ancho y el de Lira más largo. Una respuesta que acuño, los dos tienen 22 pies, la misma envergadura, el foco hay que ponerlo en porqué nacieron esos dos hórreos gemelos que Bin Laden nunca llegó a destrozar.

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