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Neuropsicología y sexualidad

Neuropsicología y sexualidad @a2c_ilustracions

Dentro del complejo mundo de la ciencia de la sexualidad existen multitud de disciplinas que abordan nuestra respuesta sexual desde muchos puntos de vista.

Pensemos en una mujer que siente que no lubrica lo suficiente o en un hombre que no consigue la erección deseada. Al principio, ambos problemas se suelen tratar desde un punto de vista médico: ginecología, urología, etc. Los problemas de deseo (la cada vez más típica inapetencia o pereza sexual) se abordan desde la psicología, aunque en algunos casos puede tratarse de un problema hormonal, por lo que la endocrinología podría tener las claves.

A veces no sabemos a qué tipo de especialidad acudir cuando se presenta una dificultad relacionada con el sexo. Lo ideal en estos casos es acudir a una consulta de sexología, porque en ellas tratamos estos problemas de forma integral y derivamos a los pacientes si detectamos un problema que precise una intervención concreta. También es importante identificar cuándo hay un problema y cuándo no: si a ti no te causa malestar y a las personas que te rodean tampoco, no es un problema. Por ejemplo, puedes pensar que es raro que te exciten los calcetines de color púrpura. ¿Le afecta a alguien? No. ¿Te hace sentir bien? Sí. Pues no hay más preguntas; ahí NO necesitas ayuda profesional.

Hoy os traemos una especialidad que normalmente no se asocia a problemas sexuales por ser minoritaria: la neuropsicología.

¿Qué es la neuropsicología?

Es una especialidad de la psicología que estudia las relaciones entre nuestro cerebro y lo que hacemos (cerebro-comportamiento) en aquellas personas que han sufrido lesiones cerebrales.

Estas lesiones pueden ser traumatismos, como un golpe fuerte en la cabeza por cualquier accidente; ictus, que se producen cuando no llega el flujo de sangre suficiente al cerebro; tumores cerebrales; anoxia cerebral, que es la falta de oxígeno en el cerebro; o encefalitis, que son infecciones producidas por herpes que afectan a varias zonas del cerebro relacionadas con cambios emocionales, en los pensamientos y en la forma de actuar.

Neuropsicología y sexualidad @A2C_ILUSTRACIONS

El cerebro es el órgano sexual más importante del ser humano.

Esta frase de Gregorio Marañón tiene todo el sentido del mundo, tanto si hablamos de funciones concretas que se activan al excitarnos como de la emoción que podemos sentir haciendo el amor.

Al estudio de las relaciones entre estructuras cerebrales y funciones sexuales se le está empezando a llamar neurosexología. Es un campo de estudio muy reciente: hasta el año 2000 apenas se había estudiado, pero a día de hoy se han podido hacer experimentos como observar a una persona masturbándose dentro de una máquina de resonancia magnética funcional; sí, si, esa en la que te meten como en un túnel donde tienes que procurar no mover la cabeza. Imagina lo complicado que tiene que ser eso para masturbarse… Pues así son esos procesos de investigación, tremendamente complejos a la par que curiosos.

Algunas partes de nuestro cerebro que participan en la respuesta sexual

  • El hipotálamo: es una parte pequeñita que está en las profundidades de nuestro cerebro, cerca del centro. Digamos que es pequeño, pero matón: está involucrado en la producción de un montón de hormonas. Durante el sexo segrega una llamada oxitocina, “la hormona del amor”, que también segregan las mujeres que dan el pecho a sus bebés.
  • Área tegmental ventral: esta área, relativamente cerca de nuestro amigo el hipotálamo, forma parte del sistema de recompensa y produce dopamina, esa hormona tan adictiva que nos provoca placer y que, además, está involucrada en las estrategias que utilizan algunas empresas para vendernos sus productos.
  • Amígdala: vive en el mismo barrio que las dos anteriores y es la responsable de nuestras emociones; sin la amígdala no sentiríamos miedo y seríamos un poco kamikazes. Participa vivamente en el sexo y se ha comprobado que tiene una gran influencia en procesos como la erección.

Existen muchas más estructuras implicadas, pero una cosa interesante es que se ha comprobado que no hay apenas diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres, un dato que rompe muchos mitos y falacias históricas sobre el tema.

¿Qué tipo de trastornos sexuales se pueden producir por lesiones o traumatismos?

Uno muy frecuente en estos casos es el incremento del deseo, o lo que llamamos conducta hipersexual. Se observa en personas que han sufrido un fuerte golpe con traumatismos o lesiones en el lóbulo frontal, o sea, justo detrás de la frente. Estas lesiones pueden pasar desapercibidas en un primer momento, por eso hay que observar, preguntar y comprobar antes de precipitarse con el diagnóstico.

Por suerte, se sigue investigando en este terreno y también en tratamientos para la rehabilitación del deterioro de nuestro cerebro, ya sea por envejecimiento normal o por alguna enfermedad o circunstancia concreta.

Nos alegra haberte acercado un poquito al mundo de la neuropsicología y neurosexología. Para cualquier duda o pregunta, o simplemente para saludarnos, nos tienes en www.saludplacer.com

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