La atunera Inpesca lanza un escudo contra la crisis de Atunlo para evitar un “contagio”

Cita a los accionistas para una cuarta junta extraordinaria en apenas cuatro meses para el “control de operaciones” ajenas al negocio habitual

Tiene un 40% en la firma viguesa

Los atuneros “Txori Gorri” e “Itsas Txori”, de Inpesca, en Islas Mauricio.

Los atuneros “Txori Gorri” e “Itsas Txori”, de Inpesca, en Islas Mauricio. / FDV

Lara Graña

Lara Graña

Cuando Pesquería Vasco-Montañesa (Pevasa) decidió abandonar el accionariado de Atunes y Lomos (Atunlo), las otras dos socias asumieron su parte del capital. Así, la viguesa Comercial Pernas (Coper) y Compañía Internacional de Pesca y Derivados (Inpesca) se repartieron, a finales de 2022, el 50% de los títulos. Aquella decisión supuso un esfuerzo económico mayúsculo para las dos entidades toda vez que se comprometieron a abonar 4,25 millones de euros cada una, y también se repartieron los avales de las líneas financieras (otros 4 millones de euros por cabeza). De modo que, a mayores del quebranto generado por la insolvencia de Atunlo, el preconcurso de esta última ha sido un torpedo masivo para la viabilidad también de Inpesca, que es una de las principales armadoras atuneras de España. Un golpe que no solo debe mitigar; ahora trabaja en paralelo para que no vuelva a repetirse, con un cortafuegos que quiere abordar de urgencia con sus propios accionistas, según indicaron a FARO fuentes próximas al grupo. De ahí la convocatoria, en sesión extraordinaria, de una junta para el 6 de febrero.

En particular, analizará las “medidas a adoptar por el consejo [de administración] en orden a obtener la información previa y el control de aquellas operaciones que se salgan del tráfico ordinario del negocio”, dice la orden del día, firmada por el presidente del consejo José Ignacio Madariaga. Es el torbellino Atunlo, según estas mismas fuentes, lo que más ocupa y preocupa a día de hoy en Mundaka. “Tienen que evitar un contagio como sea”. Si bien el mercado anticipaba la solicitud de preconcurso por parte de Inpesca por el efecto arrastre de la pesquera viguesa, desde el seno de la atunera han descartado esta opción. Al menos de momento. Lo que no ocultan es su “total desaprobación” con la gestión de Atunlo, a cargo del equipo de José Pernas. Que ahora el riesgo esté más repartido –la panameña Marpesca ha asumido el 20% del capital– no ha rebajado esta crispación.

Será la cuarta vez que Inpesca reúna a su asamblea de accionistas en apenas cuatro meses, después de que Atunlo se viese obligada a recurrir a la ley concursal para reestructurar su pasivo, afectada por los impagos de un cliente, la abrupta caída de demanda y sus costes financieros. Una semana antes, el día 30 de enero, se citará de nuevo en Mundaka para recibir “información actualizada” del proceso preconcursal y habilitar la “toma de decisiones”. Por lo pronto, la dirección de Atunlo ha solicitado ya una prórroga al juzgado de lo Mercantil para disponer de otros tres meses de negociaciones con los acreedores, como ya avanzó este periódico. Es el mismo paso dado tanto por Actemsa como por Fandicosta, ambas en preconcurso.

Aunque el pool de acreedores financieros da por hecho una quita en la deuda, desde la dirección de la empresa exponen que todavía no dispone al completo del plan de reestructuración. El Independent Business Review (IBR) encargado a Deloitte ya forzó la adopción de medidas extremas: el sacrificio en pleno de la actividad centrada en la conserva, con la venta de lomos de atún precocidos en la que estaban especializadas las factorías de O Grove y Santoña (Cantabria). El cierre de la actividad industrial de ambas plantas supuso la ejecución de un ERE extintivo: el acuerdo para la gallega se cerró con 124 despidos. Lo que sí apunta el mercado es a negociaciones con “socias o proveedoras” de primer nivel, en este caso la gallega Calvo y la norteamericana Tri Marine, filial de la gigante Bolton desde el año 2019. Atunlo, mayor operadora en el mercado de atún de España –al menos hasta el año pasado–, cerró el ejercicio 2022 con cerca de 220 millones de euros de facturación y 64.700 toneladas comercializadas.

  • Esfuerzo para suplir a la socia Pevasa

    El 33% que tenía en Atunlo se valoró en 8,5 millones de euros. La viguesa Pernas e Inpesca adquirieron esta parte a partes iguales, además de repartirse el aval de las operaciones financieras.

  • Primeras medidas y una prórroga

    El análisis del negocio encargado a Deloitte ya forzó el cierre de la actividad industrial en O Grove y Santoña: adiós a la venta de lomos de atún precocidos para conserva.

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